Dedicado a mi katita bonita, por siempre apoyarme incondicionalmente y amar polola falsa tanto como yo amo escribirla♡
¡Feliz cumpleaños!
—Estai toda roja, ¿te sentís bien?—Sapeó la Belén por la intensidad del rojo vivo al que se encontraba sometido mi rostro. Insistí a duras penas, aún me encontraba aturdida. Traté de concentrar mi vista hacia la cancha, donde ya estaban todos reunidos, tanto los de mi curso como los del Alex. Al medio los dos equipos se interpuso el árbitro que era el inspector Rodríguez.
Les dio unas cuantas instrucciones. Noté al Alex concentrado hasta que fijó sus ojos zafiro en mí, dejándome perpleja y con el vivo recuerdo de lo que había sucedido entre nosotros en la escalera.
—¿Es idea mía o el ahueonao de mi hermano está mirando pa acá?—Indagó mi amiga con los ojos ligeramente entrecerrados, era media piti.
—Son ideas tuyas—Aseguré rápido.
—Mmh no sé—Murmuró viéndome de reojo.
—¡Mira el Fabián!—Traté de dispersarla, lo que me resultó altiro porque automáticamente sus ojos se desviaron a la cancha, donde estaba el Fabián saltando de un lado a otro mientras daban las indicaciones, luego cachó nuestras miradas y sonrió en dirección a la Belén, dedicándole un corazón con sus manos. Mi amiga se quedó tiesa y la zamarree—¿Y si te dedica un gol?—Pregunté gritando de la emoción.
—¡Ni cagando! —Se negó con vergüenza—, me cargan esas hueás.
—Qué amargá Belén por la chucha.
—Ni al metro—Susurró amurrada y con los brazos ligeramente cruzados.
—¡Vamos tercero B!—Gritó la Ale con un grupito de nuestro curso que habían llevado carteles, me dio cualquier risa, eran como porristas pero versión acuenta wuajj ya qué mala.
Estábamos la mayoría con los nervios de punta, normalmente el equipo del A eran súper wenos, desde siempre, ya habían ganado tres campeonatos consecutivos y obviamente iban a querer llevarse la copa este año, mientras que nuestro curso igual se defendía, sin embargo no habían salido del segundo/tercer lugar.
—A culiao me caen como el hoyo, ojalá pierdan—Deseó la Belén.
Nuestros cursos se la pasaban compitiendo, como si estuviésemos en guerra, y no solamente en los partidos de fútbol ni basket, también para las alianzas, campeonatos de matemáticas, y todo lo existente que nos hiciera dar rienda suelta al odio que teníamos por la otra letra.
—¿Estai admitiendo entonces que apoyarás al Fabián?—Solté una risa nasal.
—A nuestro curso, no al fabián, él sólo tiene que hacernos ganar y humillar a los otros hueones.
—¿Y el amor por tu hermano?
—Por el ano.
wjhskdf fina
Volví a cagarme de la risa, cuando el silbato del arbitro indicó que el partido había comenzado. Todos empezaron a gritar y silbar. Apreté la baranda con fuerza y me pregunté si el Alex sería capaz de meter los tres goles que me había prometido.
Me imaginé comiéndonos y la imagen mental fue tan viva que me dio un no sé qué por todas partes.
Me tapé la cara con las manos y traté de esconder la sonrisa que se me estaba formando.
Separé el dedo corazón del anular y gracias al hueco que quedó entre ellos seguí viendo lo que ocurría en la cancha, la pelota estaba con los hueones de mi curso, jugaban de azul y se la estaban pasando entre ellos, se les notaba lo nerviosos que estaban, y era entendible. El Pablo de mi curso hizo un pase, sin embargo la pelota se desvió y el Alex aprovechó la oportunidad para adueñarse de ella, corriendo con agilidad junto a la pelota, aunque a su paso se encontró al Cristóbal, quién no parecía muy a gusto por su contrincante, incluso se tiró automáticamente en su búsqueda, pero el Alex supo zafarse y siguió corriendo en zigzag con gran facilodad, hasta que le dio el pase a otro compañero de blanco.
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Polola falsa (editando)
Teen FictionCuando el mino que le gusta a la Martina le pide que sea su polola falsa.