Alex
—Aquí tiene su pase—Me pasó el papelito la tía Marta mientras me inspeccionaba con cara de pocos amigos. Me saqué uno de mis audífonos y asentí—, no más atrasos, Fernández—Advirtió de mala gana.
Tomé el pase que me tendía.
—Nunca más, Martita—Le aseguré guiñándole el ojo izquierdo. Se descolocó automáticamente y nerviosa me indicó con la mirada que me fuera directo a clases.
Solté una risita y emprendí camino lentamente, me tocaba Filosofía así que muchas ganas de entrar no tenía, por lo que prolongué aún más el camino; subí las escaleras con mis manos escondidas en los bolsillos de mi buzo mientras me concentraba en dime si es verdad del Cister.
La idea de capear clases y seguir estudiando para Matemáticas me tentó en cuanto llegué al segundo piso, sin embargo decidí igual nomás entrar a Filosofía, filo con la hueá.
—Hermano—Gritó alguien tras de mí justamente cuando tenía mi mano rodeando el pomo de la puerta.
Voltee creyendo que era para mí, notando la presencia del Fabián uniéndose a la mía.
—Wow, de verdad que tu y la Belén son como dos gotas de agua—Abrió sus ojos como platos—, mi bipanic.
Hice una mueca de disgusto.
—¿Que necesitai?—Ondee ignorando lo que había dicho anteriormente, mientras sacaba mi celu del bolsillo y ponía en pausa mi playlist.
—¿No cachai que volá tu hermana? está entera rara conmigo y no sé que onda—Fue directo al grano. Lo miré neutro, porque la verdad no tenía ni puta idea, ni hablábamos de esas cosas con ella.
—¿Por qué no le preguntai a ella directamente?—Me saqué los audífonos.
Se alzó de hombros—Porque no me va a decir, por eso estoy tomando medidas más extremas y te pregunto a ti, aunque por tu cara de ano cacho altoque que no tenís ni idea de la hueá—Habló rápido acomodandose mejor su jockey.
Harto vio.
—Bingo.
Se medio afligió un poco.
—Pucha ya—Susurró con las cejas fruncidas—, será nomás po.
Asentí y después le dediqué un signo de paz como despedida, dando por finalizada la conversa, aparte que tenía que entrar a clases.
Apenas me voltee nuevamente para poner mi atención en la puerta volvió a hablar.
—Oye.
—¿ah?
—¿Puedo entrar a tu clase?
Volví a verlo y apunté a mi sala, asintió energico.
—¿dale?—Respondí abriendo la puerta.
—Wena—Y entró antes que yo, lo seguí y el profe nos quedó mirando marcando ocupado por la interrupción. Hice gestos como disculpa y me senté al fondo, el Fabián después de saludar a medio curso, se sentó junto a mí, sinceramente no éramos muy cercanos, sólo sabía que le gustaba mi hermana y que era amigo del Cristóbal, pero igual encontraba que era tela el culiao, o por lo menos pal carrete de la Ale se tiró wenas tallas y me apaño a todas.
—¿Por qué te sentai al lado mío?
Sonrió—Necesito tus vibras de fuckboy—Respondió imitándome y cruzándose de brazos—, es que yo soy el hueón chistoso, ¿cachai? en volá por eso la Belén no me toma en serio.
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Polola falsa (editando)
Teen FictionCuando el mino que le gusta a la Martina le pide que sea su polola falsa.