polola falsa hoy cumple cinco años💓 gracias por estar junto a mí durante todo este tiempo♡
— ¡Ya po, mamá!— Me quejé mientras me sentaba sobre mi cama y veía toda mi ropa esparcida por sobre ésta. Mi mamá me dedicó una mirada despectiva y siguió metiendo ropa mía en una mochila—. No quiero ir si ando con la regla po.
—Cagaste—Susurró doblando uno de mis pantalones y posteriormente echándolo de mala gana a mi bolso—, ya le dijiste a la Magda que ibas, y ya no le voy a decir que no piensas ir porque andas en tus días, si tampoco te vai a morir por eso...
—¿Te parece poco no poder meterme al agua?
Se encogió de hombros despreocupada.
—Estamos en Septiembre, quizás ni siquiera les toquen días lindos allá—Respondió incrédula, dejándome sin más argumentos.
Carraspee y me pasé las manos por la cara.
Según Clue, la regla debía haberme llegado la semana pasada, pero decidió visitarme este finde, donde yo ya tenía planes de ir a la playa con la tía Magda y los chiquillos que me habían invitado.
Quería llorar de sólo pensar en la incomodidad por la que tendría que pasar.
Lo más impactante fue que mi mamá no puso problemas para que fuera, estuvo de acuerdo automáticamente y ni habló con mi papá del tema, a pesar de que éste no estaba muy feliz con que me fuera en estas fechas.
—Agradece que te invitaron, cabra chica—Saltó lejos el maní. Mis ojos viajaron de mi mamá a la Matilde que estaba en el umbral de la puerta de mi pieza mirándome con los brazos cruzados.
Puse los ojos en blanco y suspiré.
—A ti también te invitaron—Me defendí.
—Pero tengo que hacer mil hueás pa la U, a la vuelta tengo caleta de solemnes—Me contó mientras fruncía los labios con desgana.
Solté un quejido y luego me eché en la cama como estrellita de mar.
—¡Pero Martina!— Me retó mi mamá—, viste que se te va a echar la yegua.
—Despéjate un rato—Volvió a meter la cuchara la Matilde. Bufé por lo bajo y abracé uno de mis peluches sin decir nada.
Estuve como cinco minutos así, mi mamá trató de apaciguar mi mal humor, comentando las ventajas que tenía irme a la playa. Al poco rato, proseguí con mi orden, llegando a la conclusión de que quizás no era tan malo pasar aquellos días en Concón.
A las horas cuando ya había terminado de almorzar en mi casa (regla número uno y sumamente importante comer el manjar de dioses que eran los fideos con salsa de mi mami) me lavé los dientes y luego me despedí de todos, aunque mi papá seguía preocupado y con el alma en un hilo por dejarme ir tan lejos, según él, su niñita no podía mandarse a cambiar tan lejos con sus amigos, sin embargo, mi mamá lo tranquilizó.
La Matilde y el Benja se despidieron sin mucha euforia y luego me pidieron que les trajera algo de allá, como si fuera a Brasil o a algún otro país. Ni los pesqué.
—Mi niñita— Lloriqueó mi papá y me estrechó contra su pecho—Te voy a extrañar mucho, háblame todos los días, cualquier cosa estaré atento a lo que necesites. Come todas tus comidas y toma mucha agua. Cuidado con las olas, y... —Exageró, a lo que procedí interrumpiéndolo.
—Sólo son dos días...
—Es verdad, déjala disfrutar tranquila. Qué te va andar llamando—Le habló mi mamá entre risas— . Tan aprensivo que me saliste, Santiago.
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Polola falsa (editando)
Teen FictionCuando el mino que le gusta a la Martina le pide que sea su polola falsa.