Capítulo 6... El corazón oculto del fantasma negro

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Shi Qing Xuan se había ido contento a bañar junto con su nuevo amigo, mientras tanto, Xie Lian estaba pensativo, dándole vueltas al mismo asunto en su mente con la mirada de su esposo sobre él, ese joven le parecía conocido, le recordaba a...

— San Lang, hay algo que quiero preguntarte, ¿el chico que viene con Shi Qing Xuan no te parece conocido?

Ante la interrogante, Hua Cheng sonrió sin reparos, jugando con una de sus mariposas que caminaba grácilmente por la superficie de la palma de su mano, seguramente era uno de los canales por los que mantenía vigilados a sus dos invitados, solo con la intención de fastidiar al otro Supremo ante la menor provocación, pero en cuanto escuchó a Xie Lian perdió el interés y permitió que su amiga alada volara con libertad.

— Ven aquí, Gege.

Con un movimiento de mano, el azabache llamó al dios marcial para que se acercara, algo que para él era peligroso, pues sabía que esa cercanía terminaría con una respuesta corta diluyéndose entre sus labios, solo de imaginarlo, hizo que su vientre se tensara junto con la cálida reacción de su entrepierna, y, aunque intentó resistirse, al observar la mirada traviesa y sensual del fantasma, no logró rechazar la oferta al final.

Una vez cerca, Hua Cheng rodeó la cintura de su amado para tirar de él y sentarlo sobre sus piernas, quedando cara a cara, dejando que sus labios revolotearan por los ajenos, así como por el rostro y el cuello de Xie Lian quien estaba empezando a perder el control con esos rastros de pasión sobre su piel nívea, por lo que hizo un esfuerzo por recordar su pregunta anterior y apretó los hombros de su amante para reintentar el cuestionamiento.

— San Lang... Estoy hablando en serio... ¿Qué hace Aguas Negras con Qing Xuan? Si quiere hacerle más daño... ¡Tenemos que evitarlo!

La mirada del Rey Fantasma se oscureció por haber sido rechazado solo para hablar del otro Supremo, pero aún así mantuvo la sonrisa para su esposo y mordió suavemente el labio inferior a su alcance para quitar la cara de angustia en Xie Lian.

— Gege... No te preocupes, ese pescado de pacotilla no le hará nada, sus intenciones seguro van más allá de hacerlo gritar solo por el terror...

Para enfatizar más sus palabras, Hua Cheng levantó al dios por las caderas para rozar su creciente erección contra el cuerpo sobre él, lo que arrancó un suave gemido por parte de Xie Lian, moviéndose inconscientemente para pronunciar más las sensaciones.

— San Lang... No... Nos van a ver...

A pesar de las palabras dichas por el cultivador, la realidad es que había llevado sus manos sobre el pecho del Rey Fantasma para hacer más pronunciados sus movimientos sobre el mastil duro que no dejaba de rozarse contra él. Para Xie Lian, esas sensaciones se estaban volviendo adictivas, sus mejillas se encendieron por el placer y la vergüenza, sin embargo continuó con esa locura abriendo un poco las túnicas rojas para inclinarse a besar el cuello pálido del fantasma.

Las manos del Supremo pasearon con calma sobre la espalda del castaño, arañando ligeramente sobre la tela blanca hasta llegar a la redondez ansiada para apretarla con fuerza entre besos húmedos y jadeos cada vez más descarados.

No obstante, parecía que ese día no era el del Rey Fantasma, pues cuando ya había descubierto el torso de Xie Lian para succionar cariñosamente sus pezones turgentes, dos figuras llegaron a tiempo para interrumpirlos viendo una de las imágenes más seductoras de sus vidas.

— ¡JAJAJAJAJAJAJA! Taizi Dianxia, Xueyu Tanhua, creo que volvemos más tarde, vamos Xuan.

Los nervios habían colapsado las neuronas del anterior Señor del Viento, sonrojándose por completo por lo erótico de la escena mientras que la pareja descubierta acomodaba sus ropas con rapidez.

He Xuan X Shi Qing Xuan. El destino que compartimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora