Capítulo 27... Una decisión que apuñala el corazón

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He Xuan observaba fijamente a Shi Qing Xuan que tenía enfrente, con sus ojos aterrados, llenos de odio hacia él. Una de sus manos frías acarició aquel rostro pálido y sonrió ligeramente para después atraerlo hacia él y besarlo profundamente a pesar de la expresión de sorpresa en el castaño.

Aceptar sus emociones no era sencillo para alguien como Aguas Negras, pero si se seguía engañando a sí mismo no lograría nada.

— Te encontraré, cabeza hueca... Tendremos una charla bastante seria tú y yo...

El fantasma acarició los labios de la ilusión frente a él para después usar todo su poder espiritual para disipar la imagen en miles de pequeños cristales. Los ojos dorados miraron todo a su alrededor, seguía en ese valle maldito lleno de neblina, pero no veía a nadie, ni siquiera a Shi Qing Xuan.

Decidió caminar en cualquier dirección analizando la situación y saber qué haría para encontrar al castaño, ahora que lo veía en retrospectiva, había sido una estupidez haber ido a ese lugar.

“¿Qué más da que tu vida sea sólo un suspiro que no entienda la inmortalidad? Prefiero vivir contigo unos años a que ambos terminemos muertos aquí. Quería devolverte algo de lo que te arrebaté en retribución de lo que tú me has dado a mí, pero creo que solo te traje a sufrir de nuevo..."

He Xuan buscó entre sus túnicas y sacó un abanico, era elegante, con la palabra “viento" escrita en él, lo acarició sutilmente fijando su mirada en aquel objeto, dejando correr sus recuerdos.

Ese dispositivo espiritual había sido partido en dos por el Supremo cuando obtuvo su venganza, tanto el viento como el agua se vieron agraviados en ese encuentro y Aguas Negras pensó en destrozar totalmente esos objetos.

No obstante, cuando iba a pulverizar ese abanico, sintió una angustia que hace mucho no recordaba, ese mismo sentimiento que lo invadió cuando intentó salvar a su hermana y a su prometida, pero que no logró hacerlo antes de que una fuera asesinada y la otra se suicidara por la pena.

No había entendido la razón en ese momento, pero tomó ese artefacto y lo llevó a una de las habitaciones que tenía en su guarida donde guardaba lo necesario para repararlo.

Recordó que se sentó frente a una mesa de roble negro, lo extendió sobre ella y analizó las rasgaduras que tenía, centímetro a centímetro iba uniéndolo para evitar que las marcas se notaran, lo reforzó con su poder espiritual y quedó contento con el resultado guardándolo en uno de los cajones de aquel mueble.

Se olvidó por varias semanas de ese abanico, hasta que Hua Cheng lo contactó un día haciéndolo fruncir el ceño notablemente.

“— Sardina de agua puerca, necesito tu ayuda, sabes que no puedes negarte por todo lo que me debes"

El fantasma carmesí abrió la matriz de comunicación, parecía agobiado.

“— Te aprovechas de eso, maldito tuerto... ¿qué quieres esta vez?"

Aguas Negras no quería saber nada de él, pero sabía que si no respondía le iría mucho peor.

“— Necesito que te hagas pasar por mí unas horas."

Xueyu Tanhua hablaba demasiado rápido, parecía que realmente estaba en un problema, algo que no tenía para nada contento a He Xuan que no quería involucrarse más con él.

“— Olvídalo, ve a pedirle eso a otro enfermo como tú."

“— Es una emergencia tortuga retrasada, los espíritus resentidos de Tonglu destrozarán la Capital Real. Taizi Dianxia hizo una matriz para retenerlos, pero me temo que él ha sido secuestrado por ese lunático."

He Xuan X Shi Qing Xuan. El destino que compartimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora