He Xuan fue el primero en pisar la hierba debajo de él, sus ojos dorados miraron alrededor para encontrarse con que el vendaval que le habían prometido era sólo una ligera brisa que apenas movía su cabello.
Cuando todos pasaron por la matriz, tuvieron la misma expresión de sorpresa que el Supremo, parecía que no había pasado nada cuando momentos antes habían detectado la fuerza de una tribulación celestial.
— Parece que se han equivocado de la peor manera posible... Son unos idiotas...
El tono de Aguas Negras era mortal, quería arrancarles la cabeza después de que le dieran esperanzas de que el castaño estuviera ahí y que además hubiera logrado su ascensión. Estaba por ir contra la garganta de Pei Ming cuando un brazo cubierto con túnicas rojas lo detuvo de golpe.
— No seas impulsivo, cerebro de medusa, mira hacia allá...
Hua Cheng parecía no bromear esta vez, así que los ojos dorados se dirigieron hacia donde le indicaba el otro fantasma y su corazón dio un salto de vivacidad inexistente.
Sólo se veía un haz de luz tenue, parecía que se estaba desvaneciendo apenas y era posible vislumbrar una figura delicada envuelta en túnicas blancas y verdes, el cabello castaño era visible, pero estaba terminando de ascender.
— Shi Qing Xuan...
El Supremo se giró mirando al carmesí con desesperación en su mirada, aunque su expresión parecía permanecer impasible.
— Llévame a Ciudad Celestial ahora, aumenta mi deuda mil veces más, no me importa, sólo llévame con él...
— Aguas Negras, te recuerdo que ese sitio no es para fantasmas — intervino Pei Ming cruzado de brazos — hasta no saber la condición en la que ascendió Shi Qing Xuan, no puedo permitir que lo veas.
— Trata de impedírmelo... — la energía espiritual del Rey Fantasma se había regenerado en su totalidad por lo que el dios marcial sintió la amenaza sacando su espada para enfrentarlo.
— San Lang, debemos detenerlos, no es el momento ni el lugar para que hagan esto — Xie Lian se estaba acercando para conciliar con ellos, pero Hua Cheng lo detuvo.
— Espera Gege, quiero ver quien se muere primero en esta batalla — la sonrisa traviesa del azabache era evidente.
— ¡San Lang! — el príncipe lo reprendió por tan mala broma.
El movimiento fue tan rápido entre el general del norte y el Rey Fantasma de las aguas que apenas lograron detenerlos. Mu Qing y Feng Xin inmovilizaron al dios mientras que Xie Lian se había interpuesto para detener a He Xuan, pero se le había adelantado E-Ming dejando atrás el ataque espiritual.
— Como siempre, nunca piensan, qué fastidio. Vayamos a ver si realmente era el Señor del Viento. Mi amigo con cerebro de pulpo y yo iremos disfrazados para evitar cualquier problema, pero necesitamos asegurarnos de que era la molestia número tres.
Ante la intervención de Xueyu Tanhua nadie podía objetar nada, pues tenía razón en lo que decía, así que al general Ming Guang no le quedó de otra que aceptar mientras que los fantasmas cambiaban de pieles para hacerse pasar por oficiales adjuntos.
He Xuan dejó de interesarse por los demás desde el momento que se transformó, él lo único que quería era ver a Shi Qing Xuan y asegurarse que estaba bien. Así que se mantuvo callado siguiendo en silencio a los dioses marciales para llegar a la Ciudad Celestial.
“— Alga marina, deberías tranquilizarte, si te ve con esa cara, ahora si sabrá que eres un muerto. Ya viste que logró ascender, es lo que querías ¿no? Y hasta te desharás de él."
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He Xuan X Shi Qing Xuan. El destino que compartimos
FanfictionHe Xuan había consumado su venganza, había tomado la vida de Shi Wudu y dejó en la ruina a Shi Qing Xuan... Sin embargo, una pregunta rondaba en su cabeza lastimeramente: ¿por qué no podía dejar de pensar en aquella cálida sonrisa y los ojos claros...