—Creo que te has enamorado de mi—intenta analizar lo que proyecta mi rostro centrando toda su atención en mi y solo en mi y esto me incomoda mucho, odio que me miren de esa manera. La verdad estoy realmente sorprendida de que no sea solamente un hombre que piensa con la entrepierna y sea capaz de pensar y crear pero nada más, sigue siendo desagradable a mis ojos, sigo sintiendo respulsiones cuando me mira intenso por más de dos segundos. Sigo pensando igual. Sigue siendo un cerdo ególatra que cree le besaré los pies por no ser inútil y crear mi logotipo de ensueño— puedo oler la dopamina en el aire— ya ven, es un empalagoso insoportable, resoplo sin disimularlo, odio hasta su maldita forma de formular una oración.
—Enamorada sí, sorprendida también, pero no de ti, de tus ideas sí, fueron justo lo que necesitaba y sobre la dopamina, tal vez provenga de ti, estúpido— lo escucho murmurar un auch y miro hacia un lado porque no quiero que vea mi cara justo ahora pronunciando palabras vergonzosas porque a pesar de todo fue la ayuda que tanto estaba necesitando —supongo que debo decir... gracias por esto.
—Parece que te estoy torturando— intento relajar los músculos de la mandíbula poco a poco y le hago una mueca por su comentario, realmente me estaba esforzando—venga ya, no te esfuerces, mi hermana me lo ha pedido y sus palabras son siempre órdenes para mí.
—Bien—pronuncio.
—Además, me place ayudarte, me intrigas y eso me...—le interrumpo haciendo una señal de alto con mi mano derecha, le agradezco la ayuda pero aquí acaba el vernos las caras. Esto acaba aquí. No tenemos por qué volver a cruzarnos.
Me pongo de pie y recojo todas mis pertenencias de la mesa, incluyendo las carpetas que trajo, las guardo en la mochila con rapidez y la cuelgo de mi hombro.
— Venga ya, no me digas que te vas, tomemos una copa, comamos algo, intentemos conocernos.
— Paso— apresurada vuelvo la silla a su lugar e intento salir del lugar, de su presencia, de su mirada intensa y sus palabras melosas pero fallo en el intento. Tropiezo con lo que debe ser el florero más enorme e inoportuno que me halla topado. ¿Cómo jodidos ni siquiera lo vi si es enorme ? Me tambaleo en el lugar, mi cuerpo indeciso sobre caer, estabilizarse o estrellarse de bruces y pasar la mayor de las vergüenzas. Cuando logro mantener un poco el equilibrio suspiro y sin mirar a un lado y ver la cara de burla que debe tener Alexander intento seguir mi camino, un paso, dos pasos, tres pasos y estoy en el suelo, esta vez estoy en el suelo malditamente de rodillas. El maldito tacón de agujas se fue a la mierda y me ha hecho caer. Mierda. Mis tacones se han roto por el tropezón de antes y me han hecho hacer un papelón frente a este tipo.
Escucho su silla ser arrastrada hacia atrás de forma ruidosa, esto me hace suponer que viene hacia mí. Me cubro la cara sin poder evitarlo.
Se acerca en cuestión de solo tres cortos segundos y se agacha frente a mí y me descubre el rostro con algo de brusquedad. Así de cerca puedo oler su colonia la cual contradictoriamente me hace querer cerrar los ojos, inspirarla y olvidar esta situación vergonzosa. Olvidar que estoy en el suelo después de caer de la peor forma posible y con un público detestable, con unos zapatos arruinados y una dignidad igual de estropeada.
—¿Estás bien? ¿Te has hecho daño? ¿y las rodillas? ¿te duelen?— me examina como puede y lo q le permito porque me quito sus manos de encima automáticamente.
Parece genuinamente preocupado, no es lo que esperaba escuchar ni las acciones que imaginé.
—Estoy bien— levanto la vista a sus ojos y realmente hay preocupación en ellos. Por un instante quiero olvidar su personalidad odiosa y apreciarlo como un sexy y apuesto hombre preocupado por mi. Quisiera olvidar que el 99.9 % de la raza masculina es traicionera y solo trae problemas a mi vida. Carraspea su garganta y una sonrisa repentina se forma en su rostro.
—Espero no se te vuelva costumbre caer de rodillas cuando me ves— idiota, dos veces idiota. En la oficina de Mer también me encontró así. Maldita mala suerte— esta vez estás vestida, pero no deja de ser demasiado exitante.
Intento levantarme y puesto que me tambaleo me agarro de su hombro.
—Creo que necesitas mi ayuda— me dice pasándose una mano por la barbilla y con la otra señalando mis pies.
—Creo que te equivocas — me quito ambos zapatos—Puedo caminar descalsa sin problemas— Odio depender de ayuda ajena y esta vez no será la excepción.
Su mandíbula descolgada casi llega al suelo de la sorpresa cuando lanzo mis ex tacones a un cesto de basura y me dirijo a las escaleras. Al mundo llegamos desnudos, descalzos, sin nada, bien que puedo salir de aquí sin esos estúpidos zapatos. No haré un lío de ello ni le pediré que me lleve en brazos al auto como en las películas, ni gritaré como una princesita por unos zapatos nuevos ni haré un drama por poner los pies descalza en el suelo.
Recojo mi mochila, me giro hacia él y casi me hace gracia que no supere la escena y que me siga mirando como si me hubiesen crecido dos antenas sobre la cabeza.
El café se ha quedado totalmente vacío, raro considerando la hora, pero vamos, la familia de Meredith tiene pasta, tal vez Alexander aflojó un poquito su billetera con el dueño en busca de privacidad.
***
Al entrar a mi departamento Mer me ha mirado justo como su hermano, como si en vez de una tuviese dos cabezas, casi muere cuando le conté que caminé descalza hasta mi auto, como si ella no hubiese lanzado toda su ropa al viento el día de su no boda.
—Todavía quiero estrangularte— le digo tomando el control de la tele. Me la hizo buena, pensé que Alex era nombre de chica y fui como ingenua a caer en su trampita de palabras.
—Es que, sabía que no irías.
— Estás en lo cierto— enciendo la TV y la apago casi al instante cuando noto que es una programa de los que más odio. Puro cotilleo en la vida de famosos.
—De verdad lo siento pero Alex era la persona perfecta para lo que necesitabas. No te enfades conmigo, ni con él, es buen chico solo que todo lo que hemos vivido lo ha llevado a disf...
—Ya okay no necesito discurso, me caes bien Meredith, aunque me la hallas jugado— la señalo y ríe— de tu hermano no quiero hablar.
Lo que más me gusta de compartir mi espacio con esta chica es que si a veces pregunta demasiado otras sabe cuando la conversación no da más y simplemente busca algo más por hacer.
Saco mi móvil del bolsillo y reviso varias notificaciones pendientes.
Una foto de Allyson y Steven mostrando una sonrisa de oreja a oreja mientras se abrazan me hace suspirar. Nadie podría negar que nacieron para estar juntos, ni siquiera yo lo haría, la vida los atrajo como a dos putos imanes para estar completos.
Les comento con un empalagoso corazón verde como su tatuaje y un emoji sonriente.
Respondo varios mensajes que tenía pendientes hace semanas, sonrío cuando veo que varias chicas y un chico me preguntan y me piden referencias de PathSalon, eso sí que es una buena noticia.
Un posible mensaje spam me hace detenerme y paralizar cada uno de mis movimientos pero al leer el usuario confirmo que tengo un nuevo admirador o un posible acosador y dejo ir el aire que contenía lentamente. Prefiero un maldito acosador en mi vida a que algún periodista intente atormentarme.
LocoPorBesarTuTatuaje te ha enviado un archivo adjunto.
Me quedo casi perpleja cuando me descarga una imagen de la constelación que llevo tatuada en la espalda. Esto no me está gustando, esto me lleva a pensar que el nombre de usuario no es una mera coincidencia.
Instantes después la barra con el En línea es sustituida por un escribiendo que debo aceptar me pone un poco de los nervios.
Te miro de cerca, de lejos y solo me carcome la duda, ¿por qué te tatuaste precisamente esa? Me pregunto si sabes lo que significa, me pregunto tanto sobre las cosas que has vivido, me pregunto tantas veces a mí mismo por qué no te encontré antes, eres mi chica perfecta y no pararé hasta que me pidas que te bese cada maldita línea de ese tatuaje.
![](https://img.wattpad.com/cover/323121300-288-k748159.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Me refugio en ti
Teen FictionKyoto Satō ha sufrido gran parte de su vida. El abandono de su madre y la frialdad de su padre la han convertido en alguien fría, indiferente. Incapaz de abrir su corazón a ningún hombre. Fiel defensora de que el mundo está jodido y que el amor es...