Un trabajo en común era lo único que relacionaba a Daniela Calle con la aclamada actriz Poché Garzón. Lo que nunca imaginó fue que su desdichada fortuna la llevaría directo a los brazos de la renombrada actriz. ¿Conseguirá quedarse entre ellos?
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-¡¡Poché!!- El gritó de horror de la castaña se escuchó por todo el descansillo. La aclamada actriz se encontraba inconsciente en el suelo, pálida, e inerte. El corazón de Daniela parecía que iba a salírsele del pecho mientras se abalanzaba sobre la morena- ¡Ayuda! ¡Por favor! ¡¡Ayuda!!
La ambulancia pareció tardar una eternidad en llegar, aunque, en aquel momento, todo parecía pasar demasiado lento en opinión de Daniela, que seguía acelerada por la impresión. Ya en el hospital, tuvo que seguir esperando, provocando así que su ansia continuara. Fue en ese momento que Daniela se dió cuenta de cuán solas estaban en el mundo. No supo a quién llamar, o a quién avisarle de que Poché estaba en el hospital, pues no conocía a su familia realmente, y tenía claro que, si fuera ella quien estuviera siendo atendida, Poché se sentiría de la misma manera, ya que no conoce a su familia, y el único amigo que le conoce es JuanPa. La castaña decidió que, cuando todo volviera a la normalidad y Poché se recuperara, hablaría con ella del tema.
Uno de los doctores salió por fin, en busca de alguien familiar de Poché. Daniela saltó al instante, pidiendo que le dieran noticias de su amada morena. Al parecer la mujer presentaba un cuadro de anemia perniciosa, que había provocado el desmayo. Tras explicarle los siguientes pasos en el tratamiento, este permitió que Daniela entrara a verla. Poché estaba consciente cuando la castaña entró en la habitación.
- ¡Mi amor!- Daniela se apresuró hacia ella, quien sonrió levemente al sentir su abrazo- No sabes el susto que me diste. ¿Te encuentras mejor?- Poché negó con la cabeza mientras sus ojos comenzaban a anegarse en lágrimas- ¿Que pasa amor? No llores, te pondrás bien, y solucionaremos lo de tus hijos, te lo prometo.
-Lo siento mucho Dani- su voz salía con dificultad, más provocado por el llanto que por su salud- Lo que te dije... yo...
-No te preocupes por eso mi amor, las dos estábamos muy alteradas- Daniela acariciaba su mejilla, intentando secar las lágrimas- todo está bien.
-No, por favor, perdóname, no tenía que haberte dicho eso, lo sient...
-Esta bien, te perdono, pero por favor ya no pienses en eso, ya no es importante, nada es más importante que tu salud mi amor- Poché asintió intentando calmarse.
La actriz recibió el alta a la mañana siguiente, Daniela no se había movido de su lado ni un segundo. Por supuesto, la noticia de que Poché había estado en el hospital ya estaba en todas partes, algunos asegurando que había muerto. Esa misma tarde, Poché tuvo que dar un comunicado asegurando que seguía viva, y que estaba recuperándose.
-¿Qué se siente regresar a la vida?- bromeó la castaña tras ver que Poché terminada su transmisión en vivo, para luego acurrucarse con ella en el sofá, apoyando la cabeza en el regazo de esta, permitiendo que la morena pudiera acariciarle el cabello.
Antes de que alguna pudiera decir otra palabra, el teléfono de Poché comenzó a sonar. La morena se apresuró a contestar al ver d quién se trataba.
-Kylian, cariño- una sonrisa se dibujó por fin en el rostro de la morena.
"Mamá, ¿Estás bien? Vi las noticias, ¿Qué pasó?"
-Cálmate mi vida, todo está bien, no te preocupes por mí, de verd...- dejó de hablar al escuchar alguien al fondo de Kylian.
"¿Qué crees que estás haciendo, niñato? ¡Suelta eso!"
-¿Qué pasa Kylian?- Poché podía reconocer la voz del fondo en cualquier parte.
"Me tengo que ir, adiós mamá, cuídate"
-¡No! ¡Kylian! ¡Johann deja en paz a mis hijos!- la llamada se cortó, desesperando más a la actriz- No, no, Kylian, contesta- intentó devolverle la llamada pero no contestó- no, no - una nueva llamada rechazada. Poché se levantó del sofá rápidamente, apartando a Daniela.
-¿Qué pasó, amor?- Poché se dirigió a toda prisa a la habitación.
-Mis hijos están en peligro, tengo que ir a Los Ángeles- La morena siguió caminado hasta el armario, donde sacó lo primero que encontró para cambiarse el pijama.
-¿Estás loca? Acabas de salir del hospital- Daniela intentó detenerla sin éxito.
-¡Me da igual! ¡Necesito ir con ellos!
-Lo se, amor, lo se, pero podemos mandar a la policía, yo misma puedo viajar e ir por ellos, pero tú acabas de salir del hospital, entiende- Poché no podía razonar en ese momento, por lo que rechazaba cada idea propuesta.
-No puedo arriesgarme a que se los lleve, y tú no podrías ni acercarte a ellos sin que Johann se diera cuenta, tengo que hacerlo yo y punto.
Daniela se apartó de la morena, llena de frustración, entendía perfectamente la desesperación de Poché, pero estaba poniendo en riesgo su propia salud, ni siquiera estaba en condiciones para enfrentarse a Johann, ¿Cómo iba a lograr sacar a sus hijos de la mansión por si sola?
-Al menos déjame acompañarte- intentó sonar calmada, al menos si la acompañaba podría ayudarla a terminar con el asunto más rápido.
-Sabes que eso solo empeoraría las cosas, no insistas, por favor, tengo que hacer esto, y lo tengo que hacer sola.
Las palabras contundentes de la actriz dejaron poco espacio a los reproches. Poché se terminó de arreglar en silencio, Daniela, derrotada, había salido al balcón, en busca de aire fresco. Pocos minutos después, Poché salió en su búsqueda.
-Ya me voy- Anunció la actriz en voz baja. La castaña asintió, manteniendo la mirada fija en el horizonte. Poché la abrazó por la espalda- Te veré pronto mi amor- al notar que la chica no reaccionó a su abrazo, decidió que lo mejor era marcharse sin decir nada más. Justo cuando iba a atravesar el umbral decidió la puerta de regreso al interior del apartamento, Daniela tiró de su brazo, uniendo sus labios en un sentido y corto beso.
-Cuídate, por favor- las palabras de Daniela eran un susurro leve en el oído de Poché, quien asintió antes de robar un nuevo beso de sus labios.
-Todo saldrá bien, ya lo verás- Daniela atrajo el cuerpo de Poché contra el suyo, estrechándola entre sus brazos con fuerza- En un par de días nos veremos en Japón para la premiere allí, y todo seguirá como hasta ahora, ya lo verás.
-De acuerdo- se separaron con lentitud, ninguna de las dos queriendo separarse realmente- te veré en Japón.
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