Capítulo 2

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POV Wonwoo:

Mi cuerpo se sintió paralizado después de que esa palabra de solo dos sílabas saliera de mi boca. No sabía si él también lo escuchara pero en mis oídos sonaba muy suerte ese palpito, me empezaron a estorbar los lentes, mis manos sudaban y me sentía mareado. ¿Estaba nervioso? En realidad poco me interesaba si este chico era un criminal en cubierto dentro del internado.
Sabía que varios chicos metían a sus novias a los dormitorios, eso no era molesto pero si este chico que tan creyente era había metido a alguien o hizo algo me iba a resultar extraño. Estaba acostumbrado a estereotipar a esos chicos, algunos tenían novias pero dudaba mucho de que si quiera les tomaran la mano.
  —¿ibas a usar la capilla? Podías entrar, yo no suelo ponerle atención a las plegarias de otros chicos si las dicen en voz alta.
  —¿ah?—volví a mi, me acomodé los lentes intentando parecer normal.
  —sí, creo que si pierdo la concentración en lo que le estoy diciendo a dios no está sirviendo.
  —no venía a la capilla—nunca rezo si no me obligan a hacerlo.
Aquí la cosa. Creo en lo que me ha enseñado mi familia y la escuela, sin embargo a pesar de querer ser el hombre religioso ejemplar siempre he creído que cuando entre a la universidad no iré a misa ni rezaré a voluntad propia. Me parecería agotador seguir con este fanatismo impuesto, claro que les enseñaría a mi familia sobre lo que a mi me enseñaron que debía creer y al igual que yo serán libres de asistir o no a la iglesia y/o rezar cuando quisieran.
  —¿ah, no?.
  —te vi ayer en la ventana ¿te querías lanzar?—abrió mucho sus ojos, miró hacia el altar y luego volvió a verme—. Lo siento ¿deberíamos salir de la capilla?—caminó hacia afuera y lo seguí.
No se detuvo afuera así que lo seguí. No sabía porqué lo hacía pero algo dentro de mi me pedía que lo siguiera. Estaba seguro del tipo de chico que era, tenía su uniforme perfectamente arreglado, su cabello peinado como un hongo, casi lo podía ver cargando con su biblia a todos lados.
  —¿estás metido en algún problema? Tú no duermes en esa habitación ¿metiste a alguien? ¿Pusiste algo en esa habitación? ¿Metiste en problemas a alguien más?.
  —no sé de qué me estás hablando.
  —¿cómo te llamas?—se detuvo, volteó y me miró de pies a cabeza.
  —Kwon Soonyoung.
  —yo...
  —Jeon Wonwoo—interrumpió—vamos en clases juntos.
  —¿en serio?—asintió con la cabeza, intenté pensar un poco pero no logré recordarlo.
  —no eres muy activo en misa o en eventos así, eso sí, te confiesas seguido a pesar de no comulgar. ¿Tan lleno de pecado crees que estás?.
  —se supone que todos lo estamos ¿no?—nos quedamos viendo unos segundos.
  —¿sí pero recibimos a dios dentro de nosotros de qué sirve confesar?.
  —liberarse—cruzó sus brazos—. Como sea ¿te ibas a lanzar ayer?.
  —no sé de qué hablas. La gente que termina con su vida no termina con su sufrimiento, no entran al cielo ya que...
  —rechazan un regalo de dios, ya sé. ¿Hablas de otra cosa que no sea dios?—solo giró los ojos y se fue.
Es que este chico era raro. Pude simplemente haberlo dejado pero como era alguien a quien no le solían interesar muchas cosas solía seguir lo que me interesaba. Él me interesaba pero no me interesaba hablar con él.
Los siguiente días lo estuve investigando. No eran tan fácil porque él me evitaba después de ese encuentro, gracias a que me evitaba supe que en efecto era el chico de la ventana.
Kwon Soonyoung, activo en las actividades escolares, miembro del grupo de jóvenes religiosos de la escuela (no tenía ganas de pensar en el nombre completo de ese grupo), sus calificaciones eran... ¿buenas?. Yo era alguien desinteresado en mis calificaciones con buenas calificaciones, él tenía calificaciones que iban de arriba a abajo a lo loco. No reprobaba nada pero así compramos podía tener un seis en un periodo tenía un diez en el siguiente. Supuse que era por la cantidad de trabajo en la que se metían los chicos de ese tipo de talleres y las temporadas.
Me estaba quedando dormido en clase cuando todos se levantaron, yo hice lo mismo. Si todos se levantaban significaba que alguien había entrado y debíamos saludar. No era solo una persona sino que era lo que parecía un sacerdote, el director y otras personas que no sabía lo que se dedicaban. ¿Por qué estaban ahí?.
Me sentí incómodo con la presencia de esas personas en el salón, no sabía si era el único pero no creía serlo. Todos se miraban entre ellos, todos sentíamos que esto no debía ser así hasta que él maestro de esa clase se separó de ellos y un nombre salió de su boca.
"Hong Jisoo"
Por un momento nadie hizo nada, unos cuantos chicos lo voltearon a ver delatandolo entre todo el salón y haciendo que quienes ni si quiera sabíamos quién era también voltearamos. Ese chico de rostro pálido y ojos cubiertos por ese cabello castaño teñido (se notaban las raíces oscuras de su cabello) permaneció con la mirada baja. El maestro volvió a repetir su nombre pero está vez no lo estaba buscando entre nosotros sino que lo estaba llamando. El chico se levantó.
El director le pidió que fuera con él y todos lo seguimos con la mirada. El ambiente era demasiado tenso, el chico parecía saber algo que todos nosotros no.
Jisoo fue hacia la puerta pero el director tomó de los hombros y lo hizo pararse en el centro en frente de todos. El chico tenía sus manos agarradas y la mirada baja.
  —levanta la mirada, si fuiste tan valiente como para cometer pecados tan impuros en la escuela al menos muéstrale la cara a tus compañeros—Jisoo apretó sus labios, casi no se notaba pero también cerró sus ojos con fuerza. Respiró profundo y levantó la mirada abriendo sus ojos.
Jisoo era un chico que conocía, no era cercano a él pero lo había visto. Sabía que no era coreano y que nunca usaba su uniforme de manera correcta, claramente la escuela se hacía de la vista gorda respecto a su cabello con tinte pero eso tampoco estaba permitido.
  —su compañero aquí presente es un chico con una grave enfermedad pero cometió una gran falta que afectó a otro compañero suyo—Jisoo movía su cabeza de manera que casi no se notaba pero intentaba negar con la cabeza—. Pecaste de homosexualidad y lujuria—la expresión colectiva indicó sorpresa ante tal señalamiento.
Okey, lujuria era algo que conocía a varios que lo habían hecho pero el problema aquí era la homosexualidad. Jisoo se metió de manera sexual con otro chico.
  —no es un pecado—dijo casi entre dientes, parecía molesto.
  —¿disculpa?.
  —¡conozco a varios que lo han hecho con chicas incluso en los dormitorios del internado!—se puso totalmente rojo de la cara—. ¡No lastimé a nadie!.
  —tu compañero está tan traumatizado que...
  —no, lo convencieron de que yo lo obligué—tenía lágrimas en los ojos, supuse otro síntoma de su enfermedad era esa expresión explosiva.
  —podemos curarte—dijo el padre—por eso estamos aquí—Jisoo nos miró a nosotros y luego a ellos
  —¿debían humillarme primero?—se limpió las lágrimas—. No estoy enfermo.
Se llevaron a Jisoo a la fuerza. Se creía un revolucionario con esa enfermedad pero era incómodo y el rumor se expandió por toda la escuela. Nadie sabía quién era el chico al que Jisoo había contagiado pero supuse que al igual que a él se lo habrían llevado a curarlo.
Iba a buscar a Soonyoung para interrogarlo, si estaba metido en este problema quizá era bueno ayudarlo aunque tuviera miedo de que él también estuviera contagiado y me contagiara a mi.
Si empezaba una epidemia no querría dejar de ir a clases por culpa de Jisoo. De hecho su cara se hizo popular cuando a alguien se le ocurrió poner una foto de él con la palabra "pervertido" sobre su cara en el periódico mural. Había varios carteles así por la escuela y a la mayoría de maestros solo les importaba quitarlos si estorbaban.
No me gustaba la palabra, creía que era muy fuerte. Jisoo solo estaba enfermo y tenía miedo, si se hubiera aferrado más a su enfermedad y hubiera llevado a más chicos a esta quizá no estaría muy lejos de ser lo que decía esos carteles.
El fin de semana en mi casa de la semana en que se llevaron a Jisoo mis padres no me dejaron salir de mi habitación y me llevaron a confesar y luego a misa. Intenté investigar si había medicina para crear anticuerpos contra eso pero no encontré nada, supuse que simplemente estabas expuesto.
Regresamos a la escuela, algunos carteles permanecían y entonces encontré a Soonyoung quien entró a una habitación con un chico que tenía la mirada baja, estaba rojo de la cara y parecía estar llorando.
Físicamente eran los síntomas de Jisoo así que claramente me preocupé por Soonyoung. Me acerqué e intenté evitar que cerraran la puerta.
  —me dijo que solo dijera todo lo que ellos querían escuchar, no creí que se lo iban a llevar—esa no era la voz de Soonyoung a parte sonaba a alguien llorando, supuse que era el otro chico.
  —¿qué es exactamente lo que ellos querían escuchar? Jun, respóndeme. Nadie le están diciendo nada porque sabes que Joshua es mi amigo.
  —que Joshua fue el culpable de todo lo que pasó. Simplemente me mandaron a llamar y después del interrogatorio me dijeron que fuera a descansar a casa.
  —y al día siguiente dieron una platica sobre prevención de la homosexualidad.
  —¿en serio? No puede ser...
  —¿alguien los vio o...?.
  —había otro chico en las duchas pero según yo no nos había visto—me acerqué un poco más a la puerta, quizá me recargué de más, la puerta se abrió completamente y caí dentro de la habitación—. ¡Ay por dios, es él!.
  —¡¿es él?!.
  —¿yo qué?.
  —¡es el chismoso!—el otro chico que estaba llorando seguía señalandome.
  —¡no! ¡Yo ni si quiera te conozco!—me senté a punto de levantarme cuando Soonyoung cerró la puerta.

You Don't Have To Go •Soonwoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora