Capítulo 18

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POV Wonwoo:

Debería dejarlo pasar.
Debía dejarlo pasar.
Jisoo solo me estaba molestando. Jisoo era un loco, un raro. Quizá debía empezar a apoyar a Jeonghan solo para que me deje de molestar.
Ahora Jisoo solo se me quedaba viendo, me veía todo el maldito tiempo que estábamos juntos por eso de compartir dormitorio.
  —¡vete a la mierda!—no otro berrinche de Jeonghan por favor.
Entré al dormitorio y vi a Jisoo mirando a Jeonghan mientras este hacía un berrinche. Jisoo y yo nos quedamos viendo unos segundos antes de que yo intentara retroceder.
  —¡Wonwoo!.
  —¿qué hice ahora?.
  —¡agarró mi cuaderno!—señaló a Jisoo.
  —se equivocó, ya supéralo—dijo Jihoon girando los ojos.
  —¡¿superarlo?! ¡Agarró mi cuaderno!.
  —pensó que era mío Jeonghan.
  —¡no! ¡Estoy seguro de que sabía que era mío! ¡Wonwoo dile algo!—seguramente voy a engordar y realmente nada me haría más feliz.
En momentos así lo que me hace sentir más tranquilo es comer. Noté que era lo único que me quitaba de la cabeza todo esto de Jisoo junto con mi actual relación extraña con Soonyoung.
El lado bueno: en realidad siempre me decían que era muy delgado así que quizá lograría subir de peso.
  —voy a ir a la máquina expendedora—salí.
Okey pero sí comía demasiado comenzaría a ganar peso innecesario que me haría comenzar a verme mal y quizá le dejaría de gustar a Soonyoung.
Ese pensamiento fugaz hizo que me detuviera antes de sacar algo de la máquina.
  —¡Jeonghan!—entré al dormitorio—¿cómo como  sin engordar tanto pero que sí suba de peso?—los tres se me quedaron viendo unos segundos.
  —¿qué?—preguntó Jihoon—. Pero tú eres delgado como por genética ¿quieres subir de peso?—asentí con la cabeza—. Ya duérmanse los tres, ya estoy cansado de ustedes.
  —¿qué?—Jeonghan y yo preguntamos al mismo tiempo.
  —¿por qué te vas tan seguido a la zona D y F?—preguntó de manera acusona, Jeonghan se acercó y me rodeó los hombros con su brazos.
  —tú sabes que este chico es todo un loco. Seguramente se escapa desde esas zonas para ver a su novia.
  —Vernon está en la F.
  —ah cierto, tu amigo es becado—me soltó—te juntas con esa clase de gente.
  —comparto dormitorio contigo, no sé qué sería peor que eso.
  —tan gracioso. Por eso estás tan flaco—lo empujé
  —Jihoon voy con Vernon porque tiene epilepsia y me da miedo que convulsione a medio camino
  —bueno ¿y qué no hay cura para la epilepsia?—preguntó Jisoo girando los ojos.
Golpéalo. Igual Jun y él ya no se hablan.
  —Jihoon, realmente quisiera que dejaras de vigilarme siendo que estos dos tienen más posibilidades de matarse.
—a veces me cansan—se salió del cuarto.
Me senté en mi cama, tomé un libro y lo abrí para leerlo. Jisoo abrió un cuaderno y se puso a leer.
Supuse que era el dichoso cuaderno de Jihoon. Seguramente compartían clases.
Jeonghan se le quedó viendo.
—no creas que no sé qué te cortas, ya vi la navaja. Si tanto te odias mátate—dijo Jeonghan antes de subirse a su litera.
Jisoo cerró el cuaderno, lo puso abajo de su almohada y se acostó para dormir.
—apaga de luz poste de luz con lentes—dijo tapándose con la cobija.
—estoy leyendo—Jeonghan apagó la luz.
—lee más temprano
Cerré el libro y me quité los lentes para acostarme antes de recordar que ni si quiera me había cambiado el uniforme. Debía ser una broma de verdad.
Me levanté, busque mi pijama y me fui a los vestidores para cambiarme.

Estaba en el salón con la cabeza recostada en la banca esperando a que diera la hora de que empezaran las clases y todos los chicos empezaran a llegar.
Tenía hambre pero no me había molestado en pasar por el comedor para desayunar en días. Prefería mantenerme así pues cada que comía empezaba a necesitar más y más como si no me pudiera llenar y hacer eso por la mañana me iba a provocar sueño.
Me estaba quedando dormido cuando escuché que todos empezaron a entrar y tomar sus asientos. Me levanté esperando a la única persona que no llegó a esa clase, Kwon Soonyoung.
Cuando pregunté resultaba que se había ido a competir en algo de Taekwondo.
En realidad quería verlo pero en toda la semana seguí sin verlo. Realmente todo esto con Jisoo se estaba poniendo cada vez más extraño para mi y creí que ver a Soonyoung me haría sentir mejor.
Solo quería pasar un rato solo en mi dormitorio cuando yo también vi la maldita navaja. Mi primer instinto fue salir del dormitorio pues después de eso poco que me dijo Jisoo yo no quería ni imaginarme ser él.
Enamorarme de un chico sabiendo que era incorrecto para luego ser humillado públicamente y terminar lastimándome porque todo el mundo me odia. Desmayarme porque me hicieron lo mismo de tirarme el desayuno o tirarle algo a mi comida ya varias veces, que a Soonyoung lo traten de retrasado u enfermo solo por toda la situación.
Cuando por fin regresó junto con el equipo de la escuela lo vi en la asamblea sentado atrás del director con su medalla.
Jun dijo que debía felicitarlo y lo sabía pero debía esperar hasta que tuviéramos clases para verlo o al menos juntarnos.
Jueves por la noche y me estaba moviendo en la cama como loco porque no podía dormir. Me sentía desesperado, como si tuviera que salir o moverme más. Sentía casi ganas de llorar y tenía la sensación de que algo no estaba bien.
—¿qué traes?—preguntó Jisoo.
—no te importa.
—¿es sobre ese americano?
—no, no lo es. Ya duérmete.
—tampoco puedo dormir. Mejor cuéntame algo sobre ti ¿tienes hermanos? ¿Vives en la zona alta o en la zona baja de la ciudad?—de repente Jisoo no sonaba como ese Jisoo tan raro de mi dormitorio.
—tengo un hermano menor y... vivo a unas cuadras del internado ¿y tú? Supongo que vives en las faldas, estabas en la zona D.
—¿por qué todos tienen la idea de que los de la zona D, E y F viven en la zona baja o en las faldas? Algunos ni si quiera viven aquí.
—¿entonces de donde eres?.
—Los Ángeles, California. ¿Y tú?
—nací del otro lado del país pero por alguna razón mis papás creyeron que vivir aquí era mejor.
—del otro lado del país...—por la manera en la que la conversación se desarrollaba decidí arriesgarme a un dato que Jun había dado.
—en Uichang-gu, a una hora de Daegu ¿has estado cerca?—se quedó callado unos segundos y se escuchó que se movió en la cama.
—he estado en Daegu pero fue un internado. Jamás vi Daegu pero preferiría no volver.
—¿o sea que siempre has estado en internados?.
—no era una escuela—bostezó—era más bien una prisión.
—Jisoo...
—soy Joshua. Mi nombre es Joshua.
—¿Joshua?.
—es mi nombre de nacimiento. Mucha gente que tiene que salir de su país para adecuarse al nuevo país necesita un nombre más parecido al de él de la gente de ahí.
—Joshua ¿por qué te cortas?—ahora simplemente no me respondió.
—descansa Wonwoo.
Al día siguiente mientras los estudiantes estaban en el comedor para desayunar simplemente nos avisaron que por situaciones de la escuela debíamos ir a casa sin tener las clases correspondientes a ese día.
Los teléfonos públicos se llenaron por estudiantes que pedían a sus padres que los recogieran antes. Iba a buscar a Vernon para llevarlo a casa conmigo pero entre la gente jamás lo iba a encontrar.
Solo tomé mis cosas y me preparé para irme pero antes de poder hacerlo me encontré con Soonyoung. Se acercó y me abrazó haciéndome sentir una calidez tan grande que solo me aferré a él mientras cerraba mis ojos.
—por Dios, me asusté tanto cuando no te encontraba en el comedor y luego anunciaron que nos debíamos ir. Jun dijo que no habías estado comiendo con él en la mañana y creí que algo te había pasado.
—Soonyoung... te extrañé mucho—ambos nos separamos.
—quería decirte algo—dijimos al mismo tiempo.
—oh... tú primero.
—no, tú primero. Ganaste una medalla, así que creo que eres el primero en muchos sentidos
—que tonto—se rió un poco—pero no te lo quiero decir aquí. ¿Te esperan en casa? Vayamos por un café

—no... pediste nada de comer ¿te sientes bien?—asentí con la cabeza pero algo en su expresión me hizo creer que no me creía—. Tampoco te vi en la cena anoche.
—Soonyoung, no soy una mujer. No tengo anorexia o algo así, comí algo de la máquina expendedora en mi dormitorio—comí como cinco panes de la máquina expendedora porque cuando me acababa uno me quedaba con la necesidad de seguir comiendo.
Sabía que no me veía bien haciendo eso así que preferí simplemente no pedir más que un café para evitar que Soonyoung me viera de esa manera.
Igualmente en la mañana que me había visto noté que seguía delgado o incluso está aún peor incluso después de tantos días haciendo eso. Eso no era anorexia ya que las chicas cuando tienen anorexia creen que son gordas, yo creo que soy delgado.
—está bien. Puedo compartirte de mi pastel si quisieres—tomó un tenedor para ir a la mesa y cuando me moví me sentí mareado, volteó a verme de nuevo con esa expresión.
—¿de verdad estás bien?.
—sí... supongo que necesito que me ajusten el aumento de mis lentes.
—¿a qué hora comes?.
—estoy bien, ya te dije. No soy chica para que me estén pasando esas cosas—comencé a caminar aún algo mareado.
—okey, Wonwoo no te creo nada—me tomó del brazo ayudándome a caminar y me hizo sentarme—come esto. Muy probablemente se te bajó el azúcar o la presión si me estás diciendo la verdad.
—pero es tuyo.
—iré por otro, no te preocupes—se fue de nuevo a la caja.
No lo iba a convencer así que tomé el tenedor y empecé a comer intentando parecer tranquilo pero cada vez sentía la necesidad de comer más rápido pues mi hambre parecía aumentar y me sentía desesperado al no poder detenerla.
Sentí la mano de Soonyoung sobre mi mano que sujetaba el tenedor. Sonrió un poco.
—tranquilo... luego te darán ganas de vomitar si comes así—se sentó delante de mí y me sentí algo avergonzado—. Come tranquilo, si no tienes dinero para desayunar te compraré otro—la manera en la que me lo dijo me hizo sentir más tranquilo.
—tengo dinero, solo no tenía apetito. Te lo pagaré—le sonreí más relajado.
—no hay problema. Me gustas, no es problema para mí comprarte algo para que comas—tardé unos segundos en procesar eso.
—¿qué?
—tú me gustas. ¿Yo te gusto?.
—Soonyoung...—me siento de la misma manera pero no sé cómo expresarte el miedo que siento respecto a ser correspondido.
—estaba en el torneo y te extrañaba como loco y mientras hablaba con uno de los participantes me hizo notar que me gustabas. Sé que no es lo que dios nos dijo que era correcto y sé que hacerlos según la biblia nos traerá consecuencias pero no hay nada que desee más que estar junto a ti.
—¿y qué haremos? En la escuela no podríamos...
—nadie debe saber, ni si quiera Jun o Vernon. Sería algo entre nosotros—tomó mi mano—pero quiero que me digas tú ¿qué sientes?.

You Don't Have To Go •Soonwoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora