Capítulo 30

55 6 0
                                    

POV Wonwoo:

Las camas de los dormitorios eran pequeñas. Eso era algo que había notado en mi ahora extraña rutina con Soonyoung.
Eran las últimas semanas antes de que empezara el verano, en mi cabeza me había propuesto la idea de un verano romántico aunque no sabía como lo iba a hacer si yo ni si quiera solía salir durante verano.
Así que ahí estaba con Soonyoung en el dormitorio besándonos mientras estábamos ambos acostados en su cama. Lo tenía por la espalda baja acercándolo a mi mientras nos besábamos, ambos intentábamos contenernos ya que sabíamos que en cualquier momento llegaba Jun.
Detuve nuevamente su maños cuando la sentí colarse bajo mi camisa.
—¿qué?
—¿y si Jun llega?.
—sí Jun llega va a gritar que llegó.
La verdad era que yo tendía a sino se la quitaba al menos se la levantaba o abría su camisa mientras que por otro lado lo detenía cuando sentía que él quería hacer lo mismo. Según todo el mundo era muy delgado, no quería que se diera cuenta que bajo mis camisas que me daban algo de volumen había un cuerpo que por más que comía no subía de peso.
Incluso bajaba y eso me traía problemas respecto al atletismo.
—Won... ¿tienes algún problema respecto a tu cuerpo?—se sentó e hice lo mismo.
—¿ah?
—siempre pones un alto cuando yo intento quitarte algo de ropa y está bien pero algo me hace pensar que ni si quiera es que no quieres. ¿Tienes algo que te avergüence?
—no... solo, no sé. Nunca me he mostrado sin ropa con alguien.
—bueno, yo tampoco lo había hecho.
—Soonyoung ¿tú quieres que tengamos sexo?.
—¿tú quieres?
—no voy a jugar a esto—tomé sus manos—tú quieres ¿sí o no?.
—sí, en parte siempre me has atraído de una manera sexual. ¿Tú no quieres?—me sentí aún más rojo de la cara.
—Soonyoung, tengo algo que confesarte.
—ya sé que eres virgen.
—¡¿tú no?!—no me importaba la verdad, solo fue la reacción del momentos.
—sí, digo. Sí ¿habría problema si no?
—no.
—por eso decía ¿qué querías decirme?
—no sé cómo se hace—abrió bastante los ojos, parpadeó un par de veces y luego respiró profundo antes de hablar.
—yo tampoco.
Realmente por la manera en la que Soonyoung se comportaba respecto al tema del sexo creí que era un tema que ya dominaba al menos en teoría.
—¿qué?
—bebé, soy religioso. Me han mantenido alejado de todo lo referente respecto al sexo y la homosexualidad. Como tú eres el chico que carga con un libro para todos lados yo creí que tú sabías.
—¡yo creí que tú sabías!
—me suena más lógico que tú hubieras sabido, te alejas de todo lo establecido por la religión.
—tengo un padre que me vigila todo el tiempo ¿en qué momento iba a conseguir un libro así?—volteó la cabeza hacia el otro lado, quité una de mis manos de las suyas y lo tomé de mentón para que volviera a verme.
—¿deberíamos preguntar?.
—podríamos usar el verano para investigar, al final no tenemos ninguna prisa ¿o sí?—le sonreí un poco
—creo que no—pasó sus manos de nuevo a los botones de mi camisa—pero podríamos aprovechar dentro de nuestro poco casi nulo conocimiento.
Me acerqué para besarlo deteniendo por unos segundos sus manos hasta que me separó un poco, acomodó mis lentes y sonrió un poco.
—estoy enamorado de ti, no hay manera de que no ame tu cuerpo.
—soy... demasiado delgado, de verdad. Y ser alto no me ayuda nada porque solo me veo más delgado.
—no me importa, sería un idiota si en este punto me echará para atrás por tu cuerpo. Aún con el uniforme me ha gustado y me gusta tocarlo, si no quieres está bien y no te presionaré pero no quiero que pienses que tu cuerpo no es perfecto porque lo es, a mis ojos no podría describirlo de otra manera—esas mariposas en mi estómago se hicieron presentes al igual que una sonrisa.
Perfecto no era una palabra con la que asociaba a mi cuerpo y jamás lo habría pensado hasta que Hoshi lo dijo.
Me alejé un poco y empecé a yo mismo desabrochar de a poco los botones aún con mis manos temblorosas.
Cuando volteé se quitó la camisa y se acercó a mi para besarme de nuevo esta vez subiéndose en mis piernas, bajó la camisa por mis hombros haciendo que me la quitara y luego bajó sus besos hacia mi cuello.
No sabía qué hacer cuando hacía eso, lo había hecho antes pero yo traía camisa así que no se sentía tan raro.
Este contacto me hacía sentir extraño, como si de verdad no trajera nada pero aún así tenía a Hoshi que en este momento era como todo lo que tenía y en todo lo que podía confiar.
Dejó de besar mi cuello para volver a mis labios mientras sus manos bajaban volviendo a pasar sus dedos por mi entrepierna.
Para ser alguien a quien lo habían mantenido alejado del tema del sexo era el que parecía querer llegar más y más lejos. No era que yo no quisiera pero yo pensaba mucho por lo que en lo que pensaba perdía la oportunidad de hacer las cosas.
Si me hubiera pensado besar a Hoshi ahora no estaría así.
Entonces sentí que quizá no solo estaba pasando sus manos por ahí sino que me había desabrochado el cinturón, así caí en cuenta de que quizá me quería desnudar completamente ahora.
Me separé.
  —lo siento, siempre soy en qué detiene esto.
—¿te sientes incómodo?
—¿qué ibas a hacer?
—solo quería ayudar
  —me sentí raro, mejor no lo hagas.
  —¿quieres que paremos?—asentí con la cabeza—okey.
Volví a acomodar mi cinturón y a recoger mi camisa para ponérmela en cuanto se quitó de mis piernas.
—Won.
—¿qué pasa?
—tienes un cuerpo hermoso—intenté ocultar la leve sonrisa que se formó en mis labios—me gusta como no te imaginas.
—a mi me gusta el tuyo, se ve fuerte. Tienes una linda espalda—sonreí volteando a verlo, me lanzó un beso antes de agacharse por su camisa.
—¡voy a entrar!—dijo Jun bastante fuerte antes de abrir la puerta—ah, todavía no cogen.
—¿quieres encontrarnos cogiendo? ¿Qué acaso eres vouyerista?—pregunté levantándome para ir a mi cama.
—no tienes tiempo para buscar un libro sobre sexo pero sí para uno que diga una palabra como esa—dijo Hoshi.
—pude haberla encontrado en cualquier libro.
—no sé, solo quiero regresar y que mínimo no tengan sus problemillas entre las piernas—me senté poniéndome la almohada para cubrirme—¿por qué no tomas una ducha?—no lo decía como sugerencia, lo decía como si me mandara.
  —sabes que no es mi horario.
  —Won, corazón. No me importa, estás todo sudado.
  —¡Hoshi también!.
  —pero no los voy a mandar a bañar juntos.
El día de recoger las cosas llegó mucho antes de lo que yo quería. Ni si quiera teníamos clases el último día, había una misa para los que terminaban su tiempo en el internado.
Hoshi participaba como ayudante para todo esto me hacía que aunque lo admirara desde lejos eso lo mantenía alejado de mi. A parte por lo que entendía tenía alguna cosa de Taekwondo.
Parecía que la razón por la que Hoshi salía en verano era por el mismo Taekwondo mientras que Jun volvía a China durante el verano así que tendría que planear mi verano si quería verlos un poco.
Sabía que Jun quizá no me quería ver, tenía aún este problema en que éramos amigos pero existía esta barrera. Sabía que no estaba bien pero no sabía cómo apoyarlo.
Como sea ese último día muy a penas vi a Soonyoung quien se fue con su padre, no me pude despedir de él de hecho pero supuse que me pediría que investigara.
Quería desearle suerte, darle un beso de menos pero supuse que por el tipo de relación que teníamos era imposible. Quería al menos desearle un feliz cumpleaños adelantado al igual que hice con Jun. No quería sentirme solo por tanto tiempo.

Me senté frente a mi padre esperando a que dejara su periódico para preguntar.
  —no sé qué me vayas a pedir pero la respuesta es no—apreté mis labios sintiéndome inmediatamente frustrado ante su actitud.
Mi plan era pedirle ir a Goyang, si no resultaba al menos quería ir a la ciudad a investigar un poco.
  —déjalo al menos preguntar—dijo mamá entrando a la cocina y dándome un beso en la mejilla—. Lindos lentes ¿cuándo los compraste?—papá dejó el periódico al fin.
  —te dije que no lentes de armazón, por eso no quedaste en la competencia de atletismo seguramente.
  —no los compré, me los regaló Jun.
  —creí que te ayudaba, no que te iba a dar algo que te atorpeciera.
  —no los uso para correr ¿okey? No me gusta usar los de contacto todo el tiempo.
  —amor ¿qué querías preguntar?—dijo mamá poniendo su mano en mi hombro.
  —¿puedo ir a Goyang para ver a Vernon?—mamá y papá se miraron unos segundos.
  —ya te dije lo que opino sobre ese niño—dijo papá—no vas.
  —cuando yo tenga menos trabajo te acompañaré, ahora es imposible amor—acarició mi cabello—. ¿Te sientes encerrado? Puedo llevarte a la ciudad si quieres. Hay una gran biblioteca...—miró por un segundo a papá y luego se volvió hacia mi—y una tienda de deportes, podrías visitar ambas.
  —okey.
  —¡¿si?!—una gran sonrisa apareció en su cara—vete a cambiar, te doy dinero y te dejo.
¿Qué tan aburrida le parecía mi vida para que se emocionara por dejarme salir?. Como sea  no iba a desaprovechar el no estar vigilado por un rato, me iba a ayudar bastante.
 

You Don't Have To Go •Soonwoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora