You Don't Have To Go •Soonwoo•

Capítulo 61

POV Wonwoo:

Cuando vi a Jun despertar gritando me pregunté qué tan malo debía ser su sueño para que aún cuando ya había despertado siguiera sufriendo por él. Ahora hubiera deseado jamás habérmelo preguntado.
Estuve demasiado enfermo por lo que dormía casi todo el día pero llegaba a un punto de mi sueño en que aparecía Hoshi y estaba a punto de llegar a él, de reunirme con él y ser felices juntos de nuevo cuando de repente el sueño cambiaba drásticamente y entonces lo veía sufrir o sufría yo. De cualquier manera no era algo lindo de ver así que empecé a tener miedo cuando Hoshi aparecía en mis sueños ya que no podía despertar por la medicina que me daban ya que hacía que mi cuerpo se relajara de más y casi me durmiera por lo que despertar era casi imposible y al hacerlo seguía gritando y me ponía a llorar, me golpeaba la cabeza o jalaba mi cabello intentando sacar esas imágenes de mi cabeza ya que aunque ya estaba despierto seguían apareciendo una y otra vez.
Seungcheol entraba corriendo o prendía las luces y saltaba de su cama hacia mi para detenerme, me abrazaba con fuerza hasta que mi cuerpo parecía dejar de tener tanta energía y ya solo me quedaba llorar. Me daba de comer y me preguntaba de nuevo si estaba bien, me recordaba que todo estaba en mi cabeza y que era el efecto de la medicina con el estrés que estaba experimentando.
Llevaba años sin sentirme así. Era como un niño pequeño muy asustado, me daba miedo dormir por mis pesadillas pero también odiaba estar despierto porque mi cuerpo no estaba sano y eso era incómodo.
  —ya pasó...—me limpió las lágrimas que seguían saliendo de mis ojos aún cuando ya estaba comiendo—. ¿Te traigo tus lentes?.
  —lo siento—estaba odiando ser una carga.
No sabía que pasaba fuera de esta casa pero parecía ser que Seungcheol estaba encerrado conmigo y eso me hacía sentir como el peor. Seungcheol llevaba unos días sin tener vida por cuidarme.
—la medicina que estás tomando es fuerte Won, por eso te duerme así pero estás mejorando así que pronto ya solo será una mala experiencia—a penas y le veía la cara pero sonrió amable—te traeré tus lentes y te ayudaré a arreglarte para que podamos dar un paseo.
—creí que no podía salir.
—es invierno Won, nadie sospechará si traes un pañuelo en la cara. A parte mamá dice que te hará bien y papá dice que es terapia y como ellos son tus doctores me veo en la obligación de hacerles caso.
Realmente me veía mejor y me sentía mejor de salud así que permití que Seungcheol me sacara. La ropa de Seungcheol era algo pequeña pero a diferencia de su pijama no estaba obligado a usarla ya que Mingyu me había dejado algo de ropa que era grande, era floja pero lo único de mi uniforme que había conservado era mi cinturón por esa razón.
Tenía en mi mano derecha una cicatriz que indicaba que me había cortado con algo, suponía que cuando me caí me intenté aferrar al metal y entonces me corté. No me había dolido pero era una herida que los padres de Seungcheol revisaron varias veces antes de decidir que no necesitaba puntos y solo la vendaron, ahora ya había cerrado casi por completo. De hecho no recordaba cómo me había caído y por eso todos creían que me había golpeado en la cabeza en dos ocasiones: al caer y cuando me capturaron.
Yo entonces creía que tenía la cabeza dura ya que no solo le había dado un cabezazo a la ambulancia ya sino que me había caído en dos ocasiones golpeándome la cabeza y lo único que tenía (a parte de varias heridas) era una pérdida temporal de la memoria.
No recordaba detalles pero sabía lo que me había pasado y sabía que no podía volver, debía buscar otra manera.
"h-hay una farmacia a una cuadra de la biblioteca de la ciudad, pregunta por mi ahí. Intentaré estar ahí para explicar"
Volteé a ver a Seungcheol quien me volteó a ver y se acercó en seguida.
—¿está mala la leche?
—¿alguien fue a la farmacia a preguntar por mi?.
—sí, dejamos que pegaran el cartel.
—n-no mis padres o la policía, alguien como de mi edad. Es chino, tiene el cabello castaño y largo, piel blanca, ojeras grandes, es como de mi altura pero un poco más llenito...
—creí que tu novio era coreano.
—es coreano pero le pedí a alguien que me buscara en la farmacia.
—Won pasó más de una semana y has estado mal, no lo sé. Solo le dije a mi hermano que los mande a la mierda porque se supone que no sabemos nada, tal vez fue y eso no lo sé—se encogió de hombros—he estado cuidando de ti y eso no es molestia pero no puedo cuidar de quien te busca.
—okey...—me serví mi cereal y tomé una cuchara—¿cuando puedo dejar de ser inútil?
—¿qué?
—no soy una persona barata, vengo de una familia rica y he estado enfermo... eso es dinero que he estado gastando de su bolsillo.
—tenemos una farmacia Won y mis padres son doctores ¿tú crees que tenemos apuración porque nos pagues? Que no haya ido al internado no significa que no tenemos para cuidar de otra persona.
—pero quiero pagar.
  —hazlo luego, ahora quiero que te termines de recuperar.

Antes de salir me cubrió la cara con una bufanda. El frío era algo fuerte así que en realidad agradecía de estar lo más cubierto posible.
Entonces salimos al frío y en un principio sentí como todo mi cuerpo debido a la última vez que estuve en el frío se paralizó pero como Seungcheol sí siguió caminando me vi en la necesidad de seguirlo.
Entramos a una cafetería y entonces me senté en lo que él pedía. Estuve observando el lugar hasta que Seungcheol regresó con bebidas.
Hablamos acerca de que yo había trabajado en la cafetería de mis padres y luego comenzó a preguntarme qué me gustaría hacer.
Nunca había estado en la ciudad así por lo que mi única sugerencia fue la biblioteca, él dijo que era un aburrido y que me llevaría al arcade. Sabía que hace unos años los arcades se volvieron de lo más famosos y aunque yo los veía en la tele mamá decía que no habían de esos en la ciudad así que asumí que decía la verdad aunque según Seungcheol este lugar llevaba mucho tiempo.
Veía las consolas de mi hermano pero jamás jugué con ellas, me sentía como un anciano ya que en realidad no tenía la menor idea de cómo se utilizaban. No sabía ni si quiera utilizar esos nuevos teléfonos pequeños que tanto salían en la tele, era como muy ajenos a mi.
Como sea me llevó al arcade que en seguida me hizo sentir fascinado. Era un lugar lleno de luces de colores y máquinas de videojuegos extrañas, olía extraño y la música era algo fuerte, era música de esta actual que mi mamá odiaba, en general parecía un lugar muy diferente a lo que estaba acostumbrado.
Solo me quedé viendo a todos lados por varios segundos hasta que Seungcheol me regresó.
  —¿te gusta?—preguntó Seungcheol
  —sí... ¿c-cómo se juega?
  —cada una tiene su propio chiste. Busca una que te interese y te enseño.
  —¿sabes jugar con todas?.
  —no... bueno. Tengo algunas que prefiero sobre otras.
  —¿cuál te gusta jugar a ti?—miró algunas y empezó a caminar hasta que se detuvo.
  —esta es sencilla y entretenida. Solo evitas que la pelota caiga. Podemos comenzar aquí.
Mis padres simplemente no querían que jugara este tipo de cosas. Vieron que me gustaban los libros y que podía terminarlos en un día y eso fue suficiente para que decidieran que únicamente con eso me iba a entretener pero esto era algo que ahora realmente odiaba haberme perdido durante esos años.
Era muy entretenido, incluso olvidé que tenía frío o que había tenido una semana de mierda por lo enfermo que estaba y el medicamento, estaba demasiado entretenido en esto.
Al final vi la horrible comida del lugar y cuando Seungcheol insistió en que comiéramos algo le dije que buscáramos otro lugar.
  —comes como si de verdad no te hubiera alimentado desde que llegaste a mi casa—dijo Seungcheol mientras comíamos.
  —tú me das comida real, yo necesitaba la basura rápida de la calle—se rió ante eso.
  —sí... me alegra haberte levantado los ánimos.
  —gracias—seguí comiendo.
  —y... el mesero te mira mucho así que lo mejor es que comamos rápido para irnos. No vaya a ser que te haya reconocido—asentí con la cabeza y seguí comiendo.
Tuve entonces el reflejo de mirar al mesero a quien tardé en enfocar gracias que por él poco uso que le había estado teniendo años lentes sentía que estaba quedándome más ciego. El mesero en cuestión me miraba fijamente pero no de una manera intimidante o algo por el estilo, realmente parecía querer recordar de dónde me conocía.
Yo también creía qué tal vez nos conocíamos, era como si algo me impidiera dejar de verlo hasta que un foco, una imagen se prendió dentro de mi cabeza. No era Jun porque a él lo reconocería en cualquier lugar, este chico era Joshua.
Tenía el cabello negro ahora y sus mejillas eran un poco más regordetas aunque se siguiera viendo delgado y con ojeras como la última vez que lo vi, sus manos estaban llenas de cicatrices y en la articulación de su codo todavía permanecía la marca permanente de una quemadura.
Me levanté en ese momento para que él me pudiera ver bien pero retrocedió como si le diera miedo verme. Seungcheol me jaló del brazo.
—Won...
—¡Joshua!—sentí tan irreal ese sonido de mi boca.
Por su expresión supe que era él. Me acerqué a paso rápido y le sonreí como un niño emocionado, dentro de todo lo que había pasado estos días se sentía muy bien ver un rostro conocido.
—soy yo, Wonwoo...—me señalé a mi mismo.
—¿c-cómo...?—casi parecía horrorizado con mi presencia—estás desaparecido... algunos hasta creen que tu cuerpo está enterrado por la... por la nieve en algún lugar—se cubrió la boca unos segundo y entonces inesperadamente se lanzó hacia mi y me abrazó.
Joshua y yo no éramos cercanos, no nos conocíamos pero ese abrazo se sintió como algo demasiado personal.