Capítulo 33

44 5 0
                                    

POV Wonwoo:

  —¿podemos hablar?—mi padre me asustó cuando entré a casa.
  —¿yo?
  —no hay nadie más en casa. Tu mamá se llevó a tu hermano para dejarlo con tus abuelos—por un momento pensé en porqué a mi no me había llevado pero tuve la sospecha de que hablaría también con ella más tarde—. Ven, siéntate.
Rápidamente me sentí nervioso, me acerqué y me senté lo más pegado al otro lado del sillón que pude.
  —encontré algo en tu cuarto y por tu actitud estos últimos días tengo la sospecha de que estás saliendo con alguien.
  —¿por qué revisas mis cosas?
  —quiero que entiendas que no te estoy atacando pero...
  —¿por qué revisas mis cosas?—volví a repetir
  —déjalo pasar ¿si? Quería saber que era de tu vida porque tú no me hablas.
  —¿por qué querría hablar contigo?
  —porque soy tu papá.
  —que tenga un lazo sanguíneo contigo no significa que tenga que confiar en ti.
  —pero deberías—intentó tomar mi mano pero me alejé.
  —¿traicionaste la poca confianza que tengo hacia ti para que hablara de ti desde una posición de confianza? Ya ni si quiera puedo tener cosas en mi cuarto al parecer porque mi padre entra y me busca algo.
  —¡Wonwoo no sé si sepas pero no hay una escuela para padres! ¡No sé cómo empezar a hablar contigo porque siempre me atacas!—me levanté con la intención de irme—. ¡Sí te sientas!—giré los ojos—ya sé que no te agrado, que si tu mamá y yo nos separamos te vas a ir con ella pero ahora lo intenté ¿no?—miré hacia arriba cuando mis ojos amenazaron con llorar:
  —no es justo. Ni si quiera te intereso, esto de arreglar tu relación conmigo lo haces por ti y no por mi.
  —¿por qué piensas eso? Wonwoo, eres un adolescente y debes estar pasando por mucho. El día que me dijiste que te ibas a matar estaba tan molesto que no presté atención pero es preocupante que digas esas cosas.
  —lo haces para que mamá no te deje. ¿Cuánto tiempo quieres que actúe como si no me hubieras intentado quitar todo lo que yo he amado para que ella no te deje?.
  —si es por es por lo de ese vago de publica...
  —¡sí! ¡Sí es por él! Nunca había tenido un amigo y cuando tuve la oportunidad de verlo después de no saber nada de él me lo quitaste. Vernon era mi todo y me lo quitaste.
  —Wonwoo no puedes decir eso, un hombre no puede ser tu todo. Eso significaría que estás enfermo y tú nunca...—volteé a verlo y dejó de hablar.
No dije nada pero pareció notar que si decía que nunca había dado indicios de estarlo estaba mal. No me gustaban las mujeres, desde que era pequeño me di cuenta de eso y por eso me aislé.
  —solo soy diferente papá...
  —no. Yo nunca aceptaré que mi hijo sea homosexual y jamás recibirás amor de mi parte si sigues con tu tontería esta. Esto va a quedar entre nosotros, si le dices a tu mamá se va a infartar o algo—se levantó y sacó la pequeña caja de preservativos de su bolsillo y me la dio, la tomé—. Jamás debí hacerle caso a tu mamá con respecto a educarte como yo quería, había prevenido esto.
  —papá yo... no estoy enamorado de Vernon, siempre ha sido sólo mi amigo. Yo...
  —¡ya cállate! ¡Ya me hiciste sentir lo suficientemente decepcionado de ti! ¡¿Qué más quieres?! ¡Ponle que te dejo vivir bajo el mismo techo que yo después de esto! ¡Sí estás usando eso porque sales con uña mujeres para reprimir tus deseos homosexuales me parece perfecto! ¡Haz de tu vida lo que quieras pero si me traes vergüenzas no solo te delataré con tu madre sino también te encerraré en un psiquiátrico de por vida!
  —okey...—se me había quebrado la voz.
Tenía miedo de que si lloraba papá me dijera algo más.
Creí que todo lo que decía mi papá no me afectaba hasta ese momento. Ni si quiera entendió bien lo que intenté decir pero captó que su hijo era homosexual y de ahí agarró para destrozarme de todas las maneras posibles.
A penas di un paso sentí mi mundo moverse, mis ojos llenarse de lágrimas y mi cara ponerse roja por todo lo que sentía en ese momento. Creí que me iba a explotar la cabeza así que antes de que pasara subí a mi cuarto escaleras arriba corriendo.
No sé qué pensaba cuando creí que tendría una vida feliz con Hoshi, al final la gente jamás lo iba a ver como algo normal. Jamás iba a ser bien visto y solo provocaría que me lastimaran o peor, que lastimaran a Hoshi.
Con miedo a que papá subiera y me hiciera un daño físico por haber llegado a la conclusión a la que llegó atoré la puerta de mi cuarto para que no se pudiera abrir desde afuera.
Después fue como si hubiera perdido la fuerza de mis piernas y todo se volviera una gran nube de repetición y pensamientos.
Mi papá nunca me iba a amar. Mamá jamás se podría enterar de lo que yo era porque seguramente la decepcionaría. Jamás iba a volver a ver a Vernon. Jamás sería un buen ejemplo para mi hermano. No era un buen novio y tampoco un buen amigo.
No era nada. Era un buen cerebro sin un futuro ni vida por delante.
La idea de la muerte se posó atractiva ante mi. Tal vez eso era, no había un futuro para mi al final. Estaba enfermo y no quería vivir en un futuro reprimido y odiándome a mi mismo por esto. Quería ser libre pero entonces recordé a Jun.
Lo desesperado que se veía cuando se enteró que Joshua había intentado terminar con su vida, fue ese el momento en que intenté salir de esa nube. No quería que ninguno de mis seres queridos sintiera y sufriera eso, sí hubiera una manera de morir sin que ellos sufrieran lo haría pero al no ser posible entonces debía salir de ahí.
Me encontraba llorando en posición fetal llorando debajo del escritorio. Me levanté y aún temblando quité el escritorio de la puerta para salir de mi habitación.
Era de noche y en realidad no me importaba. No me iba a quedar en casa hoy.
Salí pareciendo que no tenía rumbo pero lo tenía aunque odiaba ser un estorbo. Llegué a casa de Jun a pie.
Ni Jun ni Soonyoung vivían a más de quince minutos de mi casa caminando. Hice mal al salir tan noche pero no podía quedarme.
A penas vi a Jun me lancé a abrazarlo.

  —te voy a quitar los lentes—dijo Jun acercándose a quitarme los lentes—tienes tus ojos muy hinchados.
  —lamentó llegar a esta hora de la noche.
  —no pasa nada. Estoy siempre disponible ¡ah! ¿Y si te maquillo?
  —¿por qué?
  —ya me despertaste, ahora quiero entretenerme en algo.
  —¿te maquillas?
  —Joshua me enseñó—se levantó—. Él veía a estas chicas... se les llama Drag Queens. Dios, las amaba. Dijo que él aprendería a maquillarse como ellas pero bueno, solo hacia lo mínimo porque su papá lo habría matado si lo hubiera visto—regresó.
  —¿y qué hacen ellas?
  —son libres en ese personaje que hacen—vi esa mancha acercarse a mi ojo.
  —wow ¿qué es eso?.
  —quédate quieto—me agarró del cabello.
  —¿crees que gente como tú o yo podamos ser libres algún día?
  —creo que deberíamos de salir este basurero para serlo pero me imagino que un futuro podremos ser nosotros sin miedo a que nos digan cosas horribles.
  —¿tus padres saben?
  —¡claro que no! Con esfuerzos hablan coreano y lo entienden, son chinos tradicionales. Si me hubieran visto con Joshua...
  —¿por qué estás tan animado?—sentía como me pegaba cosas cerca del ojo
  —Won...—no pudo evitar soltar una risa—Joshua me mandó una carta. ¡Pudo habérsela enviado a quien sea y decidió mandármela a mi!—se escuchaba feliz por eso.
  —wow... ¿en serio?—por un momento me sentí feliz por él—¿qué te dijo?
  —aquí está, mira—la puso frente a mi pero veía puras manchas
  —estás bromeando ¿no?
  —ah. No tienes lentes. Dice "estoy mejorando, espero verte pronto. Con amor, Joshua"
  —eso es... bueno, me alegro por ti Jun—siguió poniendo cosas cerca de mi pómulo.
Aún estaba desanimado. No quería volver a casa sabiendo que mi padre sabía que era homosexual. No quería hablarlo con pero me sentía ahogado.
  —¿qué harías si uno de tus padres se entera y te dice que lo reprimas porque si no lo haces te va a encerrar en un psiquiátrico de por vida?—su mano se quedó estática y entonces hubo un gran silencio.
  —lo mismo que tú supongo, llorar y luego buscar un lugar donde pasar la noche para luego buscar una respuesta cuando esté más tranquilo—acarició mi cabello.
  —¿matarse no es una solución?
  —¡por Dios, Wonwoo no! Sabes lo que pienso de eso, te golpeé por eso.
  —jamás entendí como tal porqué lo hiciste.
  —bueno, casi no recuerdo nada de eso. Sé que lo hice, sé que después estaba en la cama sin poder respirar y que un maestro me convenció en el momento de que tú me habías golpeado primero para mandarme a casa. Es algo muy borroso en mi cabeza pero es algo doloroso aún así.
  —¿y cómo supiste que no fui yo?
  —cuando recordé que solo te cubriste. No intentaste atacarme, incluso re aseguraste de que yo no me lastimara. Supongo así me di cuenta que la historia era incoherente y que había un maestro protegiéndome.
  —lo siento, no debí haberte dicho nada
  —no, estuvo bien. Nadie más me lo habría dicho—me puso los lentes de nuevo—. Won, creo que igual que yo sientes que no encajas pero ¿sabes qué? No encajar es un privilegio. Nadie quiere ser como ellos, ellos se odian a sí mismos por ser unos idiotas. Eres gay con padres homofóbicos pero si te reprimes serás como ellos, parte de la bola de idiotas que se odian tanto que lastiman a los demás. No sé qué te haya dicho pero siempre se puede formar una familia elegida si la de sangre te hace sentir mal—se puso detrás de mi arreglándome el cabello y haciéndome levantar la cabeza haciéndome notar que había un espejo frente a mi.
Tenía piedras cerca de los ojos, ni si quiera me había maquillado como tal pues mis ojos seguían hinchados pero al verme en el espejo fue extraño.
Pasé de contemplar la muerte como una posibilidad para mi futuro cercano a querer más de esas piedras cerca de mis ojos y salir con ellas como si mi padre no me hubiera dicho que nunca me iba a amar por ser gay.
Quería enseñarle a mamá, a mi hermano, a Hoshi, a Vernon lo bonito que me veía con esto. Me sentía bonito y era algo que nunca había sentido con mi cara toda delgada y mi cuerpo que parecía desnutrido.
  —¿qué te parece?
  —no quiero quitármelas nunca—Jun sonrió.
  —¿es en serio?—volteé a verlo y asentí con una sonrisa.
  —sí ¡si!—me levanté y lo abracé—gracias.
Después de lo que dijo papá creí que no volvería a sonreír en un buen tiempo pero Jun lo logró.
Tuve que quitármelas para dormir pero me prometió que me las pondría otro día.
Llamé a mamá para avisarle que estaba con un amigo y que me quedaría un par de noches más con él.
Tenía miedo de regresar a casa. Tenía miedo de perder esa sensación de alivio y felicidad.

You Don't Have To Go •Soonwoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora