You Don't Have To Go •Soonwoo•

Capítulo 46

POV Wonwoo:

—hey...—abracé a Hoshi por la cintura estando detrás de él para dejar un beso en su cuello, se rió un poco.
—amor... si no quieres que te vuelva a encuerar no hagas eso.
—tal vez quiero—se volteó.
La cosa respecto a nuestra nueva vida sexual era que no sabía que tan seguido debía pasar esto de tener sexo pero el viernes al regresar me ofreció ir por un café, acepté y después fuimos a su casa donde claramente tuvimos relaciones.
Al final decidí decirle a papá que me quedaría a dormir con Soonyoung. No debía ocultarlo, al final mi padre no tenía problema con eso.
Durante la noche lo hicimos un par de veces más y al final nos quedamos dormidos. Por la mañana busqué la chamarra de mi uniforme para no quedarme sin camisa y salí a buscarlo, ahí estaba preparando el desayuno.
Me sentía aún agotado y algo mareado pero aún así me acerqué a él.
Había estado tan agotado por la noche que me dormí con lentes, supongo que Hoshi me los quitó ya que no los tenía por la mañana.
—tengo que hacerte de desayunar ¿qué pensará tu padre de mi si te regreso sin desayunar?.
—a la mierda con mi padre—lo tomé del cuello para besarlo.
—amor...—se separó riéndose—al menos deja que termine de hacer de comer.
—¿por qué...?—empecé a dejar besos en su cuello y clavícula.
—amor...—se seguía riendo mientras me empujaba levemente.
De repente sentí que no tenía la fuerza para enderezarme. Lo tomé por los hombros intentando mantenerme de pie.
—¿amor?—me intenté enderezar pero volvió a pasar, todo se puso negro—¡Won! ¡Ah!
Por un lado pensé que de menos me había pasado con Hoshi ya que si hubiera sido en casa no me habría ido bien con nadie. Por otro no quería preocuparlo.
Abrí los ojos y estaba solo en el piso de la cocina, la única diferencia era que estaba pegado a la pared y tenía las piernas "estiradas" sobre de esta.
Ya se habían resbalado pero las bajé por completo para poderme levantar.
—ey, no hagas eso—hizo una leve presión sobre mi pecho cuando me intenté levantar—te desmayaste. ¿Recuerdas qué pasó?
—sí... lo siento, caí sobre de ti—volví a intentar levantarme.
—¿qué te estoy diciendo? Quédate acostado un rato.
—¿y mis lentes?
—en la estufa.
—¿eso significa que están rotos?
—sí pero no. Están juntos pero están chuecos...
—tengo los de contacto en mi mochila.
—oh... iré por ellos. Ya vuelvo, no te intentes levantar—en vez de traer mis lentes regresó con mi mochila.
Extendí mi mano hacia él intentando ubicar su cara, lo toqué pasando mis dedos por su rostro.
—lo siento.
—Won, amor. No ahora—me tomó de la muñeca y besó mi mano
—te asusté.
—sí. Won me caíste encima y creí que estabas jugando hasta que noté que de verdad te habías desmayado, eres tan alto que no sabía cómo ponerte en el piso o llevarte al sillón sin que te lastimaras. Y luego pensé en levantar tus piernas y ya iba a llamar a tu casa, me tenías preocupado.
—no lo hiciste ¿o sí?
  —no... que miedo. Aquí están tus lentes—lo puso sobre mis lentes.
Me ofreció su mano para ayudarme a sentarme.
A pesar de lo poco higiénico que era me puse los lentes de contacto ahí en el piso.
  —creí que pod...—vi sus manos, tenía quemaduras. Tomé una de sus manos y toqué la quemadura—¿qué...?
  —no te preocupes, no duele. El peso del momento me hizo retroceder y atrás de mi estaba el sartén saliente así que me quemé. Eres muy delgado así que no tuve gran problema en mantenerte abrazado sin que te cayeras pero como eres alto no sabía cómo bajarte, menos cuando en ese momento sí me ardían las manos—movió su mano atrapando la mía—te tengo—reí un poco—amo tu risa.
Tocaron la puerta de manera insistente.
  —bueno, no llamé a tus padres pero llamé caballería pesada—se levantó y abrió la puerta.
Jun entró con un botiquín gigante y un montón de cosas en las manos.
  —ya está despierto—Jun se asomó a la cocina y lo saludé con un gesto con mi mano.
  —toma—la pasó todas sus cosas a Hoshi y entró a la cocina, abrió unos cajones y sacó un plato—necesita comer, por eso se desmayó—vi cómo sacó mis lentes de la estufa.
En efecto no estaban rotos, solo una de las patas estaba hacia el otro lado.
  —¿cómo...? No me digan que estaban cogiendo cuando Won se desmayó.
  —no. Dios, no habría sabido que hacer...—puso las cosas en la isla.
  —¿y por qué tú solo traes ropa interior y una camisa que claramente no es tuya y Won... trae su chamarra de la escuela?
  —pasamos la noche juntos—le dije.
  —oh... o sea que ya cogen. ¿Alguno de los dos está enterado de que a Vernon lo molestan en el internado?
  —¿qué?
  —sí, su burlan de sus convulsiones, le tiran su comida y le esconden sus cosas porque bueno ni ustedes ni yo nos arriesgaríamos a golpear a alguien con epilepsia porque podría convulsionar pero sí han intentado agredirlo. Pensé que al menos tú estarías enterado
  —tenía la sospecha de que algo le pasaba pero no me dejaba hablar con él. ¿Cómo sabes eso?
  —primero vi cómo imitaban sus convulsiones mientras se burlaban de él y después me lo encontré en el pasillo buscando sus zapatos porque se los habían escondido.
  —no puede ser... debo ir a casa—me levanté y ambos voltearon.
  —¡Jun lo dices como si fuera nuestra culpa! ¡No cogemos en la escuela así que si no nos dimos cuenta no fue cosa de nosotros!—dijo Hoshi—siéntate, no te vas a ir a tu casa aún. Tienes que comer
  —Soonyoung...
  —no, sí debes comer—Jun puso el plato en la isla—siéntate y come o le voy a llamar a tu papá para decirle que te desmayaste.
  —odio que sepan de mi mala relación con mi papá. En general los odio a veces—me senté para comer—¿ustedes no van a comer?
  —¿te sentirías mejor si comemos contigo?
  —me sentiría menos observado.
  —sírveme de comer entonces—dijo Hoshi.
  —trae tu plato y tráeme uno a mi.
Jun y Hoshi otra vez estaban mal. No me lo dijo directamente ninguno pero por su manera de comunicarse lo supuse.
Jun mandó a Hoshi a ponerse pantalones antes de servirle comida, yo tal vez habría tenido el mismo problema pero no lo habría expresado pero se trataba de Jun.
Jun era muy bueno para expresar ciertas cosas. Cosas que no le gustaban especialmente.
Parecía que le había molestado demasiado el hecho de que ninguno de los dos estuviera enterado de lo de Vernon.
Me sentí demasiado culpable por no saberlo. Realmente mi segundo desmayo pasó a segundo plano en mis problemas. Vernon estaba siendo víctima de bullying y no había sentido la confianza de decírmelo.

  —¡Vernon llegué a casa!—avisé.
  —¿por qué estás tan arreglado si traes tu uniforme? Es sábado—preguntó alguien y me sobresalté ante eso, miré a la sala de estar y vi a este chico sentado en el sofá—tú usabas lentes ¿no?
Parpadeé un par de veces sin creérmelo. Quizá porque había ganado peso, sus ojeras eran menos grandes y se había cortado la parte teñida del cabello pero no lo reconocí en un inicio.
Pensé qué tal vez me había vuelto a desmayar y estaba teniendo una pesadilla.
Se levantó y se sacudió como si de verdad cupiera la posibilidad de que el sofá estuviera sucio y lo hubiera ensuciado porque estaba todo de blanco.
  —hola Wonwoo—hizo un gesto con su mano mostrando la quemadura a penas notoria en esta.
  —Joshua...