Capítulo 31

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POV Wonwoo:

Quizá solo tenía complejo de persecución pero desde que había entrado a la farmacia el chico que trabajaba ahí me miraba mucho.
Era una persona alta pero estaba seguro de que yo era más alto, tenía un cuerpo grande, tenía un tatuaje que partía de detrás de su oreja hasta su cuello a parte de que tenía un piecing, bueno no uno sino varios.
Si bien tenía el cuerpo y cara de un hombre tenía el cabello bastante largo y con tinte así que siendo de la ciudad y claramente habiendo ido en pública quién sabía que podría haber pasado.
Necesitaba más energía femenina a parte de la de mi madre en mi vida, había olvidado como se veían otras mujeres. Claramente esta persona era un chico.
Estuve paseando por los pasillos intentando no parecer sospechoso al pasar al lado de los preservativos pero pasaba tan rápido que ni si quiera podía ver por lo que por fin me detuve a ver qué mierdas decían.
¿Por qué había sabores? ¿Por qué algunos decían tener textura o ser ultra delgados? ¿Por qué habían tallas? ¿Debía medírmela o cómo? Esto cada vez hizo que me surgieran más y más preguntas respecto a esto. ¿Por qué tanta variedad? Digo, en el caso tradicional solo hay penetración y lo usan para prevenir embarazos (cosa que mi anterior compañero de dormitorio seguramente no aprendió). ¿Y si quería comprar? No quería que me vieran comprando preservativos ¿y si alguien que me conocía pero yo no conocía me veía y le decía a mis padres?.
¿Y qué haría con...?.
Cuando volteé a ver a dónde estaba el chico ya no estaba ahí, me asusté pero me asusté aún más cuando este tipo apareció detrás de mi. Grité por el asombro.
  —lo siento ¿necesitas ayuda con algo?—su voz era gruesa pero se escuchaba agradable aunque jamás me confiaría de un hombre tatuado, con piercings y con el cabello largo.
  —no—caminé hacia otro lado del pasillo pero me siguió—. Aléjate de mi, ¿qué no tienes trabajo?
  —eres el único en la farmacia, por eso noté que eres del internado. Lo más seguro es que te acabas de graduar y como ya eres niño grande quieres coger con tu novia pero como es todo un tabú en tu escuela no saber qué hacer
  —que metiche eres.
  —okey, si ya no quieres comprar aquí la siguiente farmacia está a tres cuadras a la izquierda—caminó hacia el mostrador de nuevo—. Si los necesitas compra, no me importa dónde pero compra. Es triste la cantidad de chicos del internado que después llegan pidiendo trabajo o medicamento porque no se cuidaron.
Me quedé por un momento parado en donde estaba.
Okey, no confiaba nada en este chico pero fuera de su aspecto no parecía ser una mala persona.
  —me llamó Seungcheol por si me necesitas, si no estoy aquí probablemente esté atrás y sea mi hermano quién está atendiendo. Solo pregunta por mi.
  —como si me importaras tanto—salí de la farmacia.
Me dirigí a la tienda deportiva. Debía regresar con algo de ahí sino papá se pondría a decir que seguramente había estado en la biblioteca todo el tiempo.
Ni si quiera encontraba la maldita biblioteca.
Solo salí con tenis, era lo único que creí necesario de ahí. Ahora quizá en la biblioteca habría algo más importante.
¿Cómo encontraría un libro que hablara sobre sexo entre personas del mismo género? ¿Diría algo en el título? ¿Alguna imagen sugerente en la portada?.
También estuve paseando un buen rato por la biblioteca una vez la encontré. Estuve en el área de salud buscando, realmente no vi nada interesante.
Estuve un rato leyendo un libro sobre biología y anatomía, creí que tendría algo pero no. Simplemente me quedé analizando las imágenes durante un buen rato intentando imaginar en cómo era.
Dejé el libro para tomar algo más interesante e irme.
Por alguna razón regresé a la farmacia, ya no estaba este chico de la mañana. Me acerqué al mostrador para preguntar por él, parecía estarme esperando pues llegó en seguida.
Tomó algo del pasillo, me tomó de la muñeca y me hizo salir. Eso me puso en alerta, me iba a hacer algo.
  —¡suéltame!—le grité.
  —ey, cállate. Regresaste porque te avergüenza pedir ayuda ¿no? Intento ayuda pero no te voy a ayudar en la farmacia.
  —¿entonces a dónde me vas a llevar?
  —mi casa está por allá.
  —no quiero drogas—hubo un gran silencio hasta que se rió.
  —¿c-cuántos años tienes?
  —cumpliré diecisiete en...
  —¡no puede ser, tienes dieciséis!—soltó mi muñeca—¿tienes dieciséis en serio? Eres... muy alto. Tendré que aclararle cosas a mi hermano, estem... eres del internado y tienes dieciséis y yo acabo de salir de la farmacia con condones.
  —¿tienes como treinta?
  —que gracioso, tengo un año más que tú.
  —no.
  —¿cómo que no?
  —¿por qué harías tanto escándalo porque tengo dieciséis? A parte la gente de mi edad no tiene...—toqué mi oreja intentando darme a entender.
Sonrió.
  —un par de ellos me los hice cuando tenía catorce, el tatuaje es reciente—se quedó callado de nuevo—también tengo uno aquí—sacó la lengua haciéndome notar que tenía una perforación ahí.
  —¡que asco!.
Cuando conocí a Vernon él traía un arete. Era reciente así que cuando le pidieron que se lo quitara simplemente cicatrizó y no le quedó la perforación. Él tenía como doce así que me pareció extraño en su momento pero no sabía que los de pública terminaban así después de unos años.
  —oye, yo sé que soy el estereotipo perfecto de niño de pública pero tengo amigos que también les da asco y que en su vida se harían un tatuaje. Solo así yo me expreso—tocó mi cabello de una manera que me pareció extraña.
  —¿expresas qué? ¿Qué seguro te drogas?—me miró como si me hiciera un análisis, quitó su mano y se recargó en la pared.
  —niño, creí que estabas buscando que tú y yo tuviéramos algo.
  —¡nunca te dije nada!.
  —sí, ahora que lo pienso no me dijiste nada sugerente pero aún así. ¿Tú...? ¡¿Tú de verdad buscabas que un extraño te ayudara?!—me sentí bastante avergonzado.
  —algo me dijo que regresara a buscarte.
  —hombre, seguro tu novia piensa que eres gay si vas a buscar a tipos como yo a lo idiota.
  —¿tú eres gay?
  —obviamente... y no, antes de que preguntes, no me gustas niño de internado.  Me gusta divertirme con chicos como tú—que momento más extraño.
¿Así era como alguien como yo se debía ver? Que vergüenza, siempre creí que yo me veía como marica y si otra persona como yo me veía sabría que era igual.
Tal vez pensé que entré homosexuales habría una red de reconocimiento, ya pensándolo bien era ridículo. ¿Cómo le decía que yo de hecho también era gay? No sentía que fuera tan fácil.
  —es que yo sí creo que te necesite...—sentía que iba a vomitar.
  —¿y cómo te sería yo de ayuda niño?.
  —es que no tengo novia...—frunció el ceño.
  —que mal.
  —¡no! Es que sí tengo una pareja...—tardó en procesarlo, luego abrió la boca y mucho más los ojos en una expresión de sorpresa.
  —ah... wow, que mal, digo que bien. Bueno no, que mal porque eres del internado el cual es católico y por lo tanto homófobo así que ya me están comenzando a hacer lógica las cosas.

You Don't Have To Go •Soonwoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora