Mis crisis se volvieron más habituales. Tenía al menos una a la semana. Tenía miedo de separarme de mi abuelo. Tenía miedo de separarme de ti. Tenía miedo de que todo saliera mal. Tenía miedo, más miedo del que nunca había tenido en mi vida. Pero tú estabas siempre ahí.
–Lu, escucha; –envolviste mis manos en las tuyas y te hincaste, estábamos en nuestro baño —. Vas a estar bien. Vas a vivir, y reírte, y disfrutar. Vas a estudiar y volverás aquí cuándo quieras. Buscaremos la manera de que funcione, pero no llores, por favor, pídeme lo que quieras, pero no llores.
Una de mis amigas decía que debía dejarte, que yo era mucho para ti. Pero en ese momento supe que yo era la que no te llegaba a los talones. Qué si en algún momento alguien terminaba lo que teníamos, ese ibas a ser tú.

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Lúan
Romance¿Puede una historia de amor jamás tener final? ¿Cuál es el límite? Esta es la historia de Lu, la chica que deseaba ser querida. Y de Lúan, el chico que la quiso, aunque quizás no de la manera correcta. Porque en la vida, siempre hay personas que te...