46

2 0 0
                                    

–Jodeeeer ¡Estás aquí!¡Conmigo!

Fue lo primero que escuché cuando nos volvimos a ver en Semana Santa.

–Mi querida Lu –me tomaste con ambas manos y hundiste tu nariz en mi cuello.

No podía con las lágrimas, apenas habían sido unos meses y nos extrañamos como si fuesen años. Te habías hecho algunos tatuajes en ese tiempo, mi favorito era el de la pequeña L tras tu oreja izquierda, ese que me dijiste que te habías hecho pensando en mí.

–¿Crees que a papá le moleste si te secuestro? –te dije entrecortadamente mientras repartía besos por toda tu cara.

–Creo que papá no va a tener problemas– me sonreíste mientras me cargabas–. Pero justo hoy, te ha preparado una cena de bienvenida, y creo que deberías probar sus últimas recetas. 

LúanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora