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Creo que me centré mucho en tu mamá, y no te he hablado de lo importante que fue tu papá. Como te he contado, él me llamaba hija, cosa que ni mi propio padre hacía porque siempre se dirigía a mi con un frío <<Luisiana>>.

Una tarde, no me preguntes porqué, ya que a mi también me falla la memoria de vez en cuando, nos quedamos solos en tu casa, y esa tarde bastó para sanar todas esas heridas de infancia, esas heridas que me decían que no era merecedora de cariño o de un futuro con alguien porque las propias personas que me habían traído al mundo me habían rechazado. Tu padre vio películas conmigo, me cocinó y me dijo lo orgulloso que estaba de mi, eso fue todo lo que necesitaba.

LúanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora