❲ Red Lips 𓏲ꪆ MinSung ❳

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[No hay nada como volver a un lugar que no ha cambiado, para darte cuenta de cuanto has cambiado tú]

Ya cerca de la medianoche, Seungmin había salido él solo del hotel, Han se quedó aún en la habitación, ya que Minnie le había dicho que esperara.

Habían pasado 30 minutos en los que Han estaba más que ansioso queriendo saber los planes de Seungmin. Cuando la puerta de la habitación se abrió, un Seungmin con la frente sudorosa se dejo ver, Han sentado a la orilla de la cama lo observó fijamente, Seungmin se acercó y le extendió la mano esperando que este la tomará.

Por supuesto que Han lo hizo, tomó esa fría mano y se dejó guiar hasta las oscuras calles del pueblo. Shadow los seguía en silencio y a una distancia considerable para no interferir.

Las calles eran frías, silenciosas y sombrías, la perdición para cualquier humano, pero el ambiente perfecto para 2 vampiros solitarios.

Seungmin mantenía un agarre seguro sobre Han, como si alguien fuera a quitárselo. Al seguir caminando Seungmin lo guió hasta una conocida calle.

Donde solían vivir.

Ambos se detuvieron en medio de la calle, observando de un lado la antigua casa de Seungmin y del otro lado la antigua casa de Han. Ambas sorpresivamente permanecían en el mismo estado de siempre, lo cual traía bastantes recuerdos nostálgicos, todo esto le estaba pegando fuerte a Han, quien sentía inmensas ganas de echarse a llorar.

Seungmin:
¿Te acuerdas? — musitó en medio del silencio — ¿Puedes verlo todo?

Han asintió suavemente mirando como Seungmin mantenía lágrimas en sus ojos, pero una dulce sonrisa en sus labios como si intentara convencerse que todo estaba bien.

Seungmin:
Cuéntame... — le dijo — Cuéntame nuestros inicios, aunque no pueda recordarlo por lo menos quiero imaginar.

Han se mordió el labio sintiendo el nudo formarse en su garganta.

Han:
Nos conocimos aquí mismo, yo venía de jugar y justo al antes de entrar a mi casa te vi, allá solitario en la ventana — dijo señalando hacia la dirección — tus ojos tristes me hipnotizaron, tu semblante decaído llamó mi atención y aunque no te conociera quise saber quien eras — dijo intentando mantenerse sereno.

Seungmin:
¿Me hablaste? — preguntó. 

Han:
Lo primero que hice fue sonreirte, pero tú te fuiste, al parecer no tenías muchas razones para sonreir — musitó triste — mi pequeño corazón no entendía como alguien tan bonito no pudiera sonreir, a mi vista la vida era demasiada hermosa como para no sonreir, al principio no lo comprendí.

SeungMin lo escuchaba mientras la lágrimas decoraban sus mejillas y miraba a ambas casas imaginandose todo lo relatado.

Han:
Pero no me rendí y me acerque a ti — continuo — me correspondiente con la mirada más triste que existe, con un tono agridulce en tus palabras y con una enfermedad que ni tu mismo entendías del todo.