Creo que la cafetería Karma es uno de los lugares que más me gustan de esta ciudad. El olor a café, el silencio, las personas, incluso la mesera que finge ser amable con una mueca en la cara. Todo me gusta, y por eso vengo cada mañana. Esta vez no es la excepción. Jason me da mi café humeante y delicioso.
—Gracias, Jason —le sonrío, y él también lo hace.
Este lugar puede estar repleto de personas, pero él nunca parece estresado.
—Buen día, Caelan.
—Igualmente.
Tomo mi cambio y salgo de la cafetería. Hay un chico en la ventana, y casi me echo el café encima porque se gira rápidamente hacia mí.
—Lo siento —murmura.
Veo sus tatuajes en manos y brazos, al igual que los músculos que lo acompañan, así que decido que no pasa nada.
—Está bien.
Le echa un último vistazo a la cafetería y luego se marcha, poniéndose la capucha de su sudadera.
¿Qué estaría buscando?
Lo ignoro y camino de vuelta al edificio, cuando estoy a punto de abrir la reja, algo capta mi atención por el rabillo del ojo y me giro. Está recargado en un deportivo rojo, lleva cabello rosa, gafas oscuras y va completamente vestido de blanco, con la camisa un poco desabrochada.
Denzel.
Sonrío y me acerco a él, abrazándolo.
Nos vemos muy seguido. Aunque viaja todo el tiempo, siempre vuelve por una semana para verme. Ni siquiera ve a sus padres, pero él ha decidido seguir cuidando nuestra amistad. Estuvo conmigo hasta que levantarme de la cama dejó de ser tan difícil, y hasta que no vio que me podía valer por mí mismo, no me dejó. Incluso entonces tuve que insistirle para que se fuera, no es que no lo quisiera cerca, pero ya había pasado un año y él aún no hacía su vida por mi culpa. Era hora se separarnos, y aunque yo se lo pedí, me resultó bastante duro porque habíamos estado viéndonos todos los días en los últimos años, pero es más importante para mí que mi mejor amigo viva la vida que eligió.
—Me extrañaste.
Me separo de él y le doy un empujón en el hombro.
—Jamás.
—Lo que tú digas —se gira hacia su auto—. ¿Ya viste? Es rentado porque aquí no se puede aparcar autos, pero creo que me compraré uno de estos.
—¿Es lo único que dirás?
Me mira por encima de sus lentes.
—¿Debería decir algo más?
Entrecierro los ojos y lo empujo de nuevo. No es que se ha necesario, es que no lo he hecho por semanas y no quiero que perdamos la costumbre.
—¡Firmé ayer para Barcelona!
—¿Qué? ¿En serio? —finge un bostezo y lo miro mal. Él ríe—. Por supuesto que estoy aquí por eso. Tu mamá envió invitaciones por correo y ayer me mandó un mensaje Bri. La verdad es que es un poco decepcionante haberme enterado por tu hermana y no por ti.
Hago un mohín.
No debí insistir en el tema.
—Ya sé, pero ayer tenía muchas cosas en la cabeza y lo olvidé por completo.
—Está bien. De todos modos venía en el avión, no te habría podido contestar.
Esta vez lo empujo con justas razones.
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El poder del amor #2 B.P [✔]
RomanceCaelan tiene una vida perfecta. Juega fútbol en el equipo perfecto, tiene una perfecta carrera y perfectas oportunidades. Y le agrada. Así su mente no piensa demasiado en la persona que su corazón tanto extraña. Pero cuando ella vuelve y pone todo d...