D i e c i s i e t e

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No me gusta que esté aquí, ni como me ve o como parece estar tan jodidamente impasible. Y sé que yo a ella tampoco le agrado mucho, solo hay que ver lo tensa que está y lo desesperada por salir de aquí.

Bueno, yo también estoy deseando que se vaya.

—¿Qué se te ofrece? —pregunto luego del tenso silencio.

Ella hace una mueca pensativa.

—Bueno, en realidad hay varias cosas en las que puede ayudarme.

Alzo una ceja.

—¿Cuáles son esas cosas?

—Solo una es importante, no te preocupes —cruza las piernas y se pone cómoda en su lugar—. Aléjate de Caelan.

Una risa genuina escapa de mis labios.

—Seguro. Ya te puedes ir.

Ella también luce divertida y no me gusta. Ahora me mira como si yo no supera nada de la vida.

—Escucha, sé que ustedes tuvieron algo, pero Caelan ya no es la misma persona que solías conocer. Ahora él tiene una carrera, algo que logramos hacer juntos, y tu presencia en su vida, francamente, podría echar todo por la borda.

También me pongo cómoda en mi silla, mostrándome poco afectada.

—Oye, Caelan puede tomar sus propias decisiones. Si él quiere que yo esté cerca, entonces lo estaré y no me importará en lo absoluto lo que tú o sus jefes digan.

—No es de Steven de quien debes preocuparte. William es quién maneja todo aquí, y si Caelan empieza a darle problemas por tu culpa, lo echará del equipo y apuesto a que no quieres eso, ¿o sí?

Mierda. Odio que parezca tan jodidamente profesional, incluso irritándome.

Se nota que es demasiado buena en lo que hace, tanto que empieza a hacerme dudar, pero lucho contra eso. Una vez ya traté de alejarme de Caelan por el bien de su futuro, hacerlo otra vez esperando un resultado diferente, sería una auténtica estupidez.

—¿En serio estás preocupada por su carrera o solo estás aquí porque sientes celos? —entrecierro los ojos, curiosa, y finalmente logro deshacerme de esa expresión de superioridad. Trata de aparentar que no le dolió mi pregunta, pero por su sonrisa herida yo creo que si tocó una vibra profunda.

—¿De ti? —me mira de arriba abajo con una mueca de desagrado—. ¿La chica que lo abandonó? La verdad es que yo soy mejor que tú en muchísimos aspectos.

—Sin embargo, te terminó —finjo pena, irritándola.

—¿Y cuánto tiempo pasará para que haga lo mismo contigo? ¿Qué sucederá el día en que se dé cuenta de que solo estás perjudicando su carrera?

Suspiro, ya sintiéndome bastante cansada por todo esto.

Está claro que Maya se preocupa por él. Está herida y aun así le preocupa su futuro. Yo aprecio eso, pero no porque lo haga, dejaré que venga a mi lugar de trabajo y empiece a soltarme esta clase de tonterías.

—Sé que intentas hacer esto por su bien, Maya, pero, créeme, en el pasado ya intentamos dejarnos por esta clase de cosas y nunca funciona. Lo que tenemos Caelan y yo sobrepasa cualquier límite que la sociedad quiera imponernos, y esto... sinceramente, ni siquiera lograría quitarnos el sueño.

—Me da curiosidad que hablas como si los dos estuvieran juntos en esto.

—Lo estamos.

—¿Estás segura? —se inclina sobre mi escritorio, mirándome con suspicacia—. Como ya dije, Caelan no es la misma persona que conociste.

El poder del amor #2 B.P [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora