Todos han decidido acompañarme al aeropuerto, lo que, en definitiva, es una mala idea porque la sala se convierte en un mar de lágrimas. Sobre todo por mamá. Está tan triste que cualquiera creería que estoy a punto de entrar a una operación con riesgo moral. No me sorprende, cuando viajé a Nueva York fue exactamente lo mismo, pero esta vez se siente... diferente. Estaré en otro país, no podrán venir a cada partido y no sé cuándo volveré a verlos.
Me encargo de despedirme bien de mis padres, diciéndoles todo en lo que puedo pensar ahora para no arrepentirme de nada allá. Les digo cuánto los amo, lo agradecido que estoy con ellos y que los voy a extrañar mucho. Mis palabras solo aumentan las lágrimas de mamá y yo tengo que hacerme a un lado para permitir que se tranquilice. De quienes me despido ahora es de Aldahir y Monserrat.
—Lo harás genial —me dice Aldahir con una enorme sonrisa.
—Y tú también.
Estuvimos en la misma academia y nos acogió el mismo equipo, pero ahora nuestros caminos se separaron porque a mí me eligieron en Barcelona y a él para el equipo oficial de Estados Unidos. Fue hace un par de semanas, y no puedo estar más feliz por él. Aldahir es uno de los mejores futbolistas que conozco.
—Ni creas que dejaremos de vernos. Cuando menos lo pienses estaré afuera de tu puerta.
—Cuento con eso —palmeo su hombro—. Por cierto, estaba pensando en que quizá te haría bien una campaña de promoción en tus redes sociales.
Él es muy activo en todas esas cosas, de hecho, ya tenía bastantes seguidores antes de entrar a la academia. Varias personas lo conocían en su pueblo.
—Es una idea genial. Tendré que conseguir un fotógrafo profesional.
Saco la tarjeta de mi chaqueta porque ya esperaba que dijera eso.
—Aquí tienes. Es de Denzel —susurro para que mi amigo no me escuche. Está muy cerca y no quiero que sepa que planeé esto—. Es bueno en su trabajo.
Miro de reojo a Monserrat que sonríe como si supiera mis verdaderas intenciones, mientras que Aldahir no parece sospechar nada. Ella es muy lista, tal vez demasiado para la edad que tiene.
—Creo que no le agrado —me susurra.
—¿Por qué crees eso?
—Porque me mira mucho.
Sonrío discretamente.
Esa no es la razón por la que lo ve de esa manera.
—Le agradas, créeme —le doy un abrazo y luego me giro a Monse—. ¿Cuidarás de mi hermana?
—Tanto como sea necesario.
—Pues lo será. Siempre está metiéndose en problemas.
—Lo sé —sonríe como si estuviera recordando algo—. Lo haré. Estaré siempre para ella.
Asiento y estrecho su mano porque sé que no le gustan los abrazos. Solo parece cómoda cuando mi hermana la abraza.
Los siguientes son mis dos mejores amigos y mis hermanos. Maciel y Candy están muy felices por mí, me abrazan y no dejan de desearme buena suerte, pero Brigitte y Denzel parecen dos padres dejando por primera vez en la escuela a su hijo.
—Cuídate mucho, Candy —beso su cabello y ella me mira con ternura.
—Y tú.
—Iré en cuanto pueda —me dice Maciel—. Siempre he querido viajar a Europa.
—Estaré esperándote.
Lo estrecho fuertemente y luego me giro a Brigitte. Sus ojos se están cristalizando y el nudo en mi garganta me recuerda que ella siempre ha sido la mayor debilidad de mi familia, incluyéndome. Tenga la edad que tenga, nunca podré dejar de verla como la niña creativa y que nunca se calla lo que piensa.
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El poder del amor #2 B.P [✔]
RomanceCaelan tiene una vida perfecta. Juega fútbol en el equipo perfecto, tiene una perfecta carrera y perfectas oportunidades. Y le agrada. Así su mente no piensa demasiado en la persona que su corazón tanto extraña. Pero cuando ella vuelve y pone todo d...