Prólogo.

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Sostiene su rostro entre sus manos y recoge unas gotas de sangre que escapa de la herida producida en el labio inferior de su boca. Al menos el golpe en la frente y rasguños se resisten a sangrar. El cuerpo de la adolescente tiembla bajo su protección. Conecta sus miradas y por primera vez, perdida en aquellos ojos verdes, odia llevar en su torrente sanguíneo las mezclas de varios tragos inventados de alcohol.

—Perdóname, has aparecido de repente y no lo pude evitar.

Recorre nuevamente su rostro con la mirada y el reflejo golpeado de la belleza de este es digno de enamorar con tanta perfección y delicadeza. El choque contra la adolescente había sido sorpresivo, sin segundos para reaccionar y así intentar evitar la catástrofe. Algo imposible de lograr, ya que dicha niña se había arrojado frente a su auto y no le dio tiempo sino a frenar, suceso que no pudo evitar el golpe.

Un hombre sale corriendo hacia ellas bajo una euforia de gritos de mi hija y eso las regresó a la realidad. Conduciendo, bajo los efectos de bebidas alcohólicas, tenía la de perder. Sus abogados no podrían hacer nada y su figura pública quedaría hecha añicos en cuestión de días. La adolescente no tendría más de 16 años y ella le había estropeado la existencia, gracias a las fuerzas sobrenaturales que creen algunos humanos, no la vida. Se percata que la mirada de la joven sigue puesta en ella y no le es extraño, su imagen circula por muchas pantallas, periódicos y revistas de aquel país.

—Sé quién eres —dice la adolescente sonriendo.

—Te acabo de chocar y lo que haces es reír, yo tú haría lo contrario.

—No todos los días tienes la suerte de que la actriz más famosa del cine en este momento de sostenga entre sus brazos y desgraciadamente tengo que reír. Mi vida al lado de ese hombre que viene hacia acá, corre peligro.

—Es tu padre —la actriz la mira dudosa.

—Es un verdugo y hubiera preferido morir ante que regresar a su lado.

La joven conductora enciende neuronas y agiliza los pensamientos ordenando las ideas. Tal vez sea una locura, tal vez termine en la cárcel, tal vez sus días como actriz estén contados, pero la sinceridad en aquellos ojos no la hicieron dudar un segundo. Siempre se ha caracterizado por reaccionar rápido y esta no es la excepción.

—¿Quieres que te saque de aquí?

—Lo más lejos de él, por favor.

La de ojos negros ofrece su mano y tira de ella. El hombre está cada vez más cerca y logra reconocerla. La adolescente no está tan golpeada y no tiene que esforzarse para dirigirse al interior del coche.

—¡No lo hagas Mariana, o tu hermana sufrirá las consecuencias!

—¿Tienes una hermana? —pregunta la actriz ajustándose el cinturón. No le hace falta escuchar una palabra más de ese hombre para saber de lo que es capaz.

—Si, está en casa y solo tiene cinco años.

—Pueda que me arrepienta mañana, pero ahora, solo quiero ayudarte. Dame la dirección.

Espero disfruten de esta historia. GRACIAS.

Recordar que las actualizaciones son un poco loquillas, no tengo días específicos para hacerlo, solo trato de que no haya pasado mucho tiempo entre una y otra para actualizar. NOS LEEMOS PRONTO.

Bajo el reflejo de tu actuación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora