Capítulo 34.

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—Dime Eleonor —Samanta contesta al ver que la insistencia de la señora no va a menguar si no responde a sus llamadas.

—¿Mariana está contigo?

La actriz se pone de pie, varios de sus compañeros la miran atentos, la vida privada que lleva Samanta para ellos es tentación de cometilla, cualquier dato de su día a día sería provechoso para muchos de ellos y ellas.

—Mariana apenas se comunica, ¿qué te hace pensar que está conmigo?

—Anoche hablé con ella, esta mañana la vimos salir y hasta esta hora no hemos sabido nada.

—Eso no es para alarmarse.

—Tienes razón, pero es raro que ni a su hermana responda las llamadas. Se tomó bien lo de la madre de Lidia, pero ha desaparecido. Estamos preocupadas.

—Déjala estar, no es fácil para ella conocer de la noche a la mañana que la madre de Lidia está viva.

—Son más de doce horas sin saber de ella.

—Mariana es una adulta responsable, Eleonor. Una mujer que necesita tiempo para pensar en todo lo que está sucediendo, hay que respetarle ese espacio.

Samanta cuelga y varios de sus compañeros no vacilan en demostrar que quieren saber de qué va la conversación. Pone los ojos en blanco y bufa.

—Céntrense en su vida y déjenme a mí en paz. Suficiente con mis enredos emocionales para tenerlos a ustedes de cotillas detrás de todo lo que me pasa.

—Es que nunca dices nada, eres todo un misterio.

—No hay nada que decir, así que limítense a respetarme —replica la actriz al hombre mayor que había hablado y todos se centran en sus responsabilidades. La última película de la actriz estaba siendo todo un excito y eso los tenía más que ocupados.

Samanta sabe que debe terminar pronto su jornada de promoción, necesita saber dónde se ha metido Mariana. Trata de enfocar toda su atención a los papeles que tiene delante, un nuevo proyecto toca a su puerta y no está en tiempos para rechazar nuevas propuestas, ella vive de la actuación y llevar a grandes escalas sus sueños es una de las cosas que mejor se le ha dado.

Llega a su casa pasadas la nueve de la noche, luego de hablar nuevamente con Eleonor y calmar a una exasperada Lidia, tomó la decisión de llamar a Mariana, la misma no contestó y eso la preocupó. Que la ojiverde se escondiera no daba presagio de nada bueno. Caminó por su casa distraída por varios minutos hasta que sus pasos tomaron un nuevo rumbo y la guiaron al segundo nivel.

—Aquí estás.

La silueta de Mariana es apenas visible por la oscuridad que reina en esa habitación. La joven tiene un cigarrillo en la mano y observa hacia el exterior como si la presencia de la actriz no le hubiese afectado. El bosque espeso que la saluda es más reconfortante que la tormenta que azota su mente desde hace horas.

—Todas te estábamos buscando, tu hermana está muy preocupada.

Esta vez Mariana se voltea y la busca con la mirada, Samanta enciende una pequeña lámpara, la luz que emite es escasa pero el suficiente para verse directamente al rostro. Los ojos de la empresaria brillan y la ojinegra parpadea embobada. Mariana tira la colilla y rodea la cama para acercarse a la actriz, se detiene a varios pasos de ella al percibir el perfume de esta azotar sus fosas nasales.

—Dime algo —insiste la pelicorta al sentir como sus nervios se disparan ante la repentina interrupción a su espacio personal.

—No hay nada que decir, por ahora —la voz de Mariana es rasgada, como si hubiese estado llorando y eso hace que Samanta se acerque a ella.

—Te has perdido por horas.

—Lo sé, pero, parece que aquí muchas personas no saben lo que es dar espacio cuando este se necesita.

—Debes de entenderlas.

—Entiendo a Lidia, a las demás no.

Mariana se acerca y sus cuerpos casi se rozan.

—No respondiste el mensaje que te mande anoche —la joven toma sus manos y Samanta suspira, el mensaje de Mariana la descolocó tanto que terminó con los dedos metidos en su sexo por más de una hora, pero eso es algo que se guarda para ella.

—Algo como eso no se responde.

—¿No?

—No, no se responde. Das cada estocada que me asustas.

La actriz sonríe y Mariana no se resiste más, la atrae por la cintura y hace que colisione con su cuerpo. Pasa sus manos por su espalda y las baja sin permiso hasta apoderarse de sus nalgas y apretarlas provocando que Samanta jadee.

—Me encanta tu culo.

Mariana habla sobre su boca y Samanta intenta besarla, pero la joven se aleja sonriendo. Se miran fijamente, ambas saben que esta vez no hay vuelta atrás. Sus pieles lo piden a gritos, sus manos quieren destrozar toda la ropa y adueñarse del eco de sus cuerpos sudados entrelazados. La actriz grita cuando Mariana la suspende y la deja caer despacio sobre la cama, para luego posicionarse encima de ella. Sus respiraciones deformadas se mezclan y las dos van al encuentro. La ojinegra abre las piernas y Mariana se acopla perfectamente entre ellas. Se dan un beso lento y húmedo, sus lenguas dejan electrizantes lamidas una a la otra y su órgano principal manda las señales necesarias para que ambas mentes dejen de funcionar.

La ojiverde se deshace del pullover que lleva puesto y Samanta se estremece ante la imagen de su boca besando cada una de sus cicatrices. Verla quitándose la prenda que cubre su pecho le confirma que a Mariana no le importa que sea ella la primera mujer que recorra su piel. Sus dedos trazan un camino por su abdomen y suben lentamente hasta capturar uno de sus senos. La joven jadea, mira esa mano escurridiza que acaricia sus pezones y ella quiere que quiebre todos sus miedos, porque de algo está segura, Samanta la protegería hasta con su vida de ser necesario.

Samanta mete uno de sus pezones a su boca y chupa con ahínco, Mariana jadea y muerde su labio inferior para evitar gemir. La actriz la mira y sonríe, lleva sus manos hacia la espalda de la joven y cada una de esas eternas marcas, se van convirtiendo en cenizas bajo el poder de sus caricias, va a decir algo, pero Mariana no se lo permite dejándose caer sobre ella y besándola con desespero.

—Quiero que tú, seas la primera —susurra sobre su boca y luego busca con ansias la lengua de la actriz que no tarda en aparecer al encuentro de la suya.

Hola:

Saluditos por aquí, solo para recordar que estas historias las subo como borrador, cualquier error, dudas y aportaciones que deseen hacen, serán bien acogidas por mí. GRACIAS y disfruten de la lectura.

Bajo el reflejo de tu actuación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora