Eras tan solo un niño de 9 años cuando el mundo se fue a la mierda. Un niño normal con una vida no fuera de lo normal pero desde que el mundo cambio veras como siempre se esta entre la vida y la muerte, algo de lo cual nunca escaparas.
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—¿Qué fue eso?—Un fuerte sonido me despertó, me levanté enseguida y vi como Jesus observaba la situación.
—Al parecer tenemos invitados—Apunta Jesús a la calle y decido acercarme. Cuando veo como una persona bajaba de un auto, era de tez clara, pelo largo y lo tenía recogido, igual que Jesús cuando está en El Reino pero siempre cuando sale, se pone su típico gorro gris y se deja el pelo suelto, pero ese tipo era rubio y con una gran barba, más que la de Jesús y parecía enojado y algo agitado.
También vi como salía otra persona por la otra puerta, era de tez oscura, sin pelo y con arrugas.
—¿Qué hacemos? ¿Saludamos?—Le pregunté a Jesús y veo como este se quedó pensando un rato.
—No, lo mejor será ver qué hacen y esperar que se vayan—Me responde Jesús.
—Entendido.
Deje de ver ya que podrían vernos así que solo se quedó Jesús mirando pero solo a ratos para no ser tan obvio, tampoco podía escuchar lo que decían, hasta que vi a lo lejos que venía otro auto. Instintivamente Jesús y yo nos tiramos al suelo para que no nos vea ese auto y por suerte, así fue.
—¿Cuantos son?—Le pregunté a Jesús mientras yo seguía tirado en el suelo, era mejor estar así que arriesgarse a ser descubierto.
—Emm... no se puede saber con certeza, por lo que veo son dos tipos, dos niños y una mujer que está en uno de los autos, no se puede ver mucho más.
—¿Niños?—Le pregunto confundido a Jesús ya que desde lo de Clementine no he visto a ni un niño ni a alguien de mi edad, por alguna razón hasta ahora El Reino, no ha tenido la oportunidad de cuidar a un niño. Aunque me contaron que antes que yo llegara, hubo un bebe, pero este murió por una enfermedad que no pudieron tratar...
—Más o menos de tu edad—Prefiero evitar que Jesús en cierto modo me dijo niño y sigo en silencio.
No hicimos nada, no podíamos simplemente irnos, la escalera de emergencia estaba rota y para bajar de este edificio tendríamos que pasar por ese puente y nos verían. Teníamos que esperar que se fueran, Jesús dejó de mirar y también se acostó en el suelo. Y así estuvimos por un buen rato, en silencio y escuchando las vagas voces que se escuchaban, yo estaba detrás de un depósito de agua así que no podía ver nada excepto a Jesús. Pero de repente escuche como si un metal se arrastrara, debe ser el auto que tapaba el túnel y cuando este sonido pero, prosiguió otro sonido... disparos.
—¿Que mierda esta pasando?—Le pregunté a Jesús y este enseguida se levantó a ver.
—Caminantes, al parecer el sonido que hicieron arrastrando esa chatarra los atrajo—Me respondió Jesús, yo no dije nada más, no quería ayudar porque nos pondremos en riesgo y al parecer Jesus tenía la misma opinión.
Escuché como un auto arrancaba pero solo uno y aun así no se dejaban de escuchar disparos, ya sea de pistolas o escopetas, no paraban y eso atrajo a caminantes, a lo lejos por los bosques no paraban de salir caminantes de ahí.
