Eras tan solo un niño de 9 años cuando el mundo se fue a la mierda. Un niño normal con una vida no fuera de lo normal pero desde que el mundo cambio veras como siempre se esta entre la vida y la muerte, algo de lo cual nunca escaparas.
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Vince y Russell estaban rodeados de caminantes, miraban de lado a lado, buscando una escapatoria, por suerte solo había 2 caminantes delante nuestro. Shel y Clementine se hicieron cargo de los dos con sus pistolas, mientras que yo no podía hacer nada con mi cuchillo, por Aj.
—¡Corran!—Gritó Shel a Vince y a Russell quienes se dan cuenta enseguida y corren hacia nosotros.
No paraban de salir caminantes de todos los lugares... dándome cuenta que por eso no vimos a ni uno, todos estaban agrupados...
—¡Por ahí!—Gritó Clementine apuntando a la puerta de salida de emergencia, parecía vacía así que todos corrimos hacia ella, pero no era así. Antes de que siquiera llegaramos a la puerta, esta se abrió mostrando más caminantes... estábamos rodeados.
—¡Mierda! ¡¿Ahora que hacemos?!—Russell no sabía que hacer, ni yo ni nadie, veía por todos lados pero tan solo veía caminantes acercándose a nosotros.
—¿Vince? ¿Vince, una idea?—Pregunta Shel, pero me doy cuenta de algo... Vince corrió hacia una escalera eléctrica, sin avisar a nadie—¡¿Vince?!.
—¡¿Qué haces?!—Me di cuenta que el maldito de Vince nos había abandonado, cuando subió por completo la escalera, Shel intentó seguirlo pero el camino ya estaba bloqueado por los caminantes, el maldito ni siquiera volteo a vernos...
—¡Maldición! ¡Ese maldito!—Russell estaba enojado y Shel estaba sorprendida. Clementine y yo simplemente mirábamos los alrededor en busca de una salida...
—¡Mierda! ¡Yo los distraere! ¡Ustedes corran!—Nos grita Russell. No podía creer lo que estaba escuchando, el tipo más desconfiado que conozco, el más reacio a todo lo que le afecte a él... ¿Ahora se quiere sacrificar por nosotros?.
—¡¿Qué?! ¿Qué estás diciendo Russell?—Shel no podía creer nada, al parecer recién estaba procesando que Vince nos había abandonado.
—Mierda Shel, ¡¿No te das cuenta?!. Si no lo hago todos moriremos, así que muévanse AHORA—Russell comienza a alejarse de nosotros, llamando la atención disparando a los caminantes y aprovechando para abrirnos un hueco en el cual salir.
—¡Es ahora o nunca!—Grita Clementine y nosotros dos salimos corriendo por la puerta de emergencia aprovechando el hueco que hizo Russell, pero Shel seguia inmovil, solo miraba a Russell quien había dejado de disparar...
—¡Shel! ¡Vamos apurate!—Le grite y por suerte esta reacciona. Vi como hacía una mueca y salió corriendo por la puerta de emergencia. Y antes de que los caminantes pasen por la puerta también, Clementine lo cierra...
Pensábamos que se había acabado pero no era así... comenzamos a escuchar los gritos de dolor que provenían de Russell, Shel era la más afectada pero no había tiempo para apenarse, los caminantes ya se nos estaban acercando.
—¡Vamos Shel! ¡Tenemos que irnos!.
—Pero...—Clementine tomó de la mano a Shel, pero aunque intentaba empujar, Shel no se movía...
—¡¡Shel!! ¡Si mueres ahora todo lo que hizo Russell será inutil!—Le gritó a Shel y por suerte reacciona. Miro a todos lados, como si no supiera lo que pasaba pero cuando vio a los caminantes, recobró la conciencia...
Comenzamos a correr con todas nuestras fuerzas intentando alejarnos de los caminantes pero Aj comenzó a llorar llamando aún más la atención de los caminantes, por suerte ya estábamos algo lejos del centro comercial pero igualmente se podía ver como no paraban de salir los caminantes de ahí... espero que ese maldito de Vince haya muerto.
—Vamos, no perdamos más tiempo—Dice Shel con la voz temblorosa, tuvo que afectarle mucho la muerte de Vince y Russell... Hubiese muerto si Clementine o yo, no la hubiésemos ayudado.
Seguimos corriendo pero a una velocidad menor, en total, los caminantes eran lentos... el sol ya estaba ocultándose y ya estábamos muy lejos de la ciudad, teníamos que encontrar un lugar donde pasar la noche...
—¿Shel, estás bien?—Preguntó Clementine rompiendo el ambiente de silencio que hemos tenido desde la ciudad.
—¿Emm?... Ah, si. Si, estoy bien—Responde Shel, se notaba que mentía a leguas, su cara y su voz demostraban otra cosa, pero Clementine no insistió más.
Aj comenzó a llorar nuevamente, seguramente tendrá hambre aunque no puedo darle en mitad de la nada y más encima la comida la tenía Russell. Clementine alzó sus manos en signo de que quería llevarlo, yo sin dudar se lo doy y Clementine calmó a Aj.
—A mi me cuesta tranquilizarlo pero tu, tan solo lo tocas y el ya se calma—Le digo a Clementine algo celoso y ella solo se rie un poco.
Seguimos caminando hasta que a lo lejos veo una cabaña, sin dudar aviso a las dos de esto y todos concordamos de pasar la noche ahí. Al llegar a la cabaña Clementine y yo revisamos las ventanas viendo que no había ningún indicio de un caminante, Shel seguía algo afectada por Russell y Vince ya que no hablaba y no se movía si no era necesario.
Cuando intente abrir por la puerta, esta estaba bloqueada pero por suerte Clementine encontró una ventana abierta, la cual los dos pasamos y abrí la puerta para que Shel pasara.
—Veamos que tiene esta casa Clem—Le digo a Clementine mientras Shel se sentaba en uno de los sillones de la cabaña. Me meti en una habitación y la sorpresa que me lleve fue increíble... Había balas y no cualquier bala, sino unas .44 Magnum, aunque solo había unas 4, era mejor que nada.
Reviso que Shel no estaba y saco mi revolver de mi pantalón, comienzo a recargar la revolver y estaba emocionado, muy emocionado de escuchar el tambor girar y girar múltiples veces sabiendo que esta tenía balas...
—¡T/N!—Escuchó gritar a Clementine, dejo la revolver en la mesa y salgo corriendo de la habitación, viendo a Clementine con comida en sus manos y no cualquier comida... comida para Aj.
—¿Y Aj?—Pregunte ya que Clementine no lo tenía en sus brazos, pero Clementine me guio con la mirada, lo había dejado en una caja de cartón que estaba en el suelo.
—¿Y tú?¿Que encontraste?—Me pregunta Clementine y casi digo balas para mi revólver, pero recordé que Shel estaba detrás nuestro...
—Nada, tuve mala suerte.
Comencé a preparar la comida para Aj, ya que desde la mañana no había comido, por suerte Clementine también encontró algo de agua así que no fue mucho problema. Cuando comencé a darle la comida a Aj, parecía desesperado por esto... debió tener mucha hambre.
Cuando Aj término, lo dejo en su caja de cartón y cuando volteo, no veo a Shel... y veo la habitación en la cual deje la revolver semi abierta...
—Clem, toma—Le doy la botella que ocupe para darle comida a Aj y salí corriendo a la habitación, viendo a Shel mirando por la ventana con la luz de luna impactando en ella y el revólver no estaba en la mesa si no... con ella.
—¿Tu fuiste, no?—Comencé a temblar, aún más de lo que temble en el centro comercial y las palabras no me salían de la boca...
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