Eras tan solo un niño de 9 años cuando el mundo se fue a la mierda. Un niño normal con una vida no fuera de lo normal pero desde que el mundo cambio veras como siempre se esta entre la vida y la muerte, algo de lo cual nunca escaparas.
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El sol me pegaba en la cara al momento de abrir la puerta, para poder llegar al patio.
Clementine estaba a mi lado y no hacía falta describir su cara, igual que la mía. Todo el lugar estaba destruido, en medio de todo, la marca de una bomba, seguramente la de Mitch y Willy llorando por la muerte del mismo, en resumen, una mierda.
—¿Cómo estás, Omar?—Pregunte al verlo cambiarse la venda con ayuda de Ruby.
—Bien... ah... ya no me duele tanto—Me respondía Omar entre quejas—Aunque yo también te debería preguntar lo mismo.
—Igual que tu supongo, más tarde me cambiaré la venda y ahí veré más detalladamente.
—Con que no se infecte...
Clementine y yo, nos despedimos de Omar junto a Ruby y nos fuimos a ver a Willy, quien aunque no estuviera herido, era el que peor estaba.
—Will, ¿Podemos acompañarte?—Preguntó Clementine y Will asintió, mientras seguía llorando. El ambiente era triste, yo me arrodille junto a Willy quien sostenía la mano del cadáver de Mitch. No estaba muy triste, ya que no conocía a Mitch bien y más encima, que desde lo de Marlon, no se había comportado muy bien conmigo y Clementine, pero de igual manera, el ambiente afectaba.
—Al principio yo era muy pequeño y... Mitch me cuida mucho. Me enseñó a no tener miedo—Y de repente, Willy comenzó a hablar con su voz partida de la tristeza—Todos decían que a veces era molesto y un cabrón, pero siempre me trato bien. Y ahora... no está.
—Will...
—Gracias, gracias T/N—No entendía porque de repente, Willy me comenzaba a agradecerme—Gracias por matar a esa hija de puta.
No sabia que responder, no sabía si aconsejarle lo típico de la venganza es mala o cualquier otra cosa, solo pude quedarme callado.
—Seguramente Mitch, querría que encontráramos a Marlon y lo traeremos a casa—Hasta que Clementine me salvó de la situación—Esta misma noche, saldremos a buscar donde esta.
—Bien... haré... haré lo posible—Respondió Willy con decisión y determinación.
Seguimos velando a Mitch, con pena y silencio, hasta que veo como Louis se acerca a nosotros.
—¡T/N! Que bueno que estés bien—Saluda Louis—¡Oh! Hola Clementine.
Los dos saludamos a Louis y para que Willy pudiera seguir velando a Mitch, nos apartamos unos tantos metros para poder hablar tranquilamente.
—Oye, Louis... perdón por lo de anoche, no estaba pensando con claridad.
—¿Y porque el perdón? En total salvaste a Clem y yo no salí muerto—Exhalo Louis intentando parecer alegre, pero en cuanto vio a Willy, no pudo aguantar la sonrisa—Ah... Clem, el tipo que sobrevivió está atado en el sótano. Se desmayó del dolor y Aj quiso quedarse ahí para vigilarlo.
