Eras tan solo un niño de 9 años cuando el mundo se fue a la mierda. Un niño normal con una vida no fuera de lo normal pero desde que el mundo cambio veras como siempre se esta entre la vida y la muerte, algo de lo cual nunca escaparas.
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Clementine y yo comenzamos a seguir a Jane, guiándonos hacia la escalera que vi el otro día, la cual está rota y que tiene una soga al lado.
—Solo tenemos que usar la polea... ustedes pueden escalar por ahí. Y luego entrar por un tragaluz al depósito. Hay estantes y esas cosas para que aterricen, así que... es probable que no se caigan y mueran—Nos explica Jane mientras los demás se acercan.
—¿Probable?—Le preguntó por la desconfianza que me dio escuchar eso.
—Si, es probable. Pero si tienen cuidado seguramente no mueran... o eso creo.
—Grandioso—Dice sarcásticamente Clementine.
—Esa cosa se rompe todo el tiempo. A menos que algo haya cambiado, no soportara mucho peso—Menciona Rebecca y todos nos quedan mirando esperando nuestra respuesta, así que doy un gran suspiro para ofrecerme de voluntario para que Clem no vaya.
—Ahora o nunca, supongo—Habla Clementine haciendo que me sorprenda—Esa es mi chica—Felicita Kenny a Clementine.
—Clem, si no quieres puedo ir yo, no tengo problema—Le digo a Clementine pero esta se niega—Puede ir la niña primero y después T/N—Sugiere Jane dándome cuenta que no me dijo niño lo cual agradezco.
—Primero tenemos que bajar esa soga. Mike, ¿Quieres darle un empujón?—Pregunta Kenny a Mike y este se dirige al lado de la cuerda.
—Andando, niña.
Mike toma de la cintura a Clementine elevándola para que pueda tomar la cuerda, por poco pudo tomar la cuerda y la comenzó a bajar hasta que un gancho cayo.
Mike bajó a Clementine y esta sin dudarlo se sube al gancho. Mike con la otra parte de la cuerda comenzó hacer fuerza y poco a poco Clementine comenzó a subir.
—Ten cuidado—Le dice Ben a Clementine y esta asiente.
Cuando Clementine ya estaba a la suficiente altura para alcanzar la escalera rota, veo como un guardia se acercaba.
—¡Rápido! ¡Viene un guardia!—Le susurro a Mike y esta se da cuenta.
—Mierda.
Por suerte Clementine en el momento que alcanzó la escalera, Mike soltó la cuerda de inmediato y corrió hacia la cama desesperado. Todos, incluido yo, hacemos lo mismo para que no sospechen... cuando todos nos acostamos, justo llegó un guardia pero por suerte pasó de largo.
—¡Ahora Mike! Tengo que subir ahora yo—Le susurro a Mike ya que quería acompañar a Clementine y ver donde podría estar mi revólver.
—No, no me voy a arriesgar así de nuevo. Lo mejor será esperar que la niña vuelva—Me contesta Mike, yo me comienzo a enojar un poco pero suspiro y le vuelvo a insistir. Pero Mike ya no me contestó y dio la vuelta...
