Eras tan solo un niño de 9 años cuando el mundo se fue a la mierda. Un niño normal con una vida no fuera de lo normal pero desde que el mundo cambio veras como siempre se esta entre la vida y la muerte, algo de lo cual nunca escaparas.
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Ya ha pasado un mes desde lo de Savannah. Y han pasado bastantes cosas en este mes, lo primero y lo mejor es que encontramos a Clementine. Estaba tan emocionado de verla que sin pensarlo la abracé y esta comenzó a llorar, me preocupe ya que pensé que le había hecho daño, pero no...Clementine nos contó sobre Lee, ella tuvo que hacer algo similar a lo que yo hice con papá...dispararle.
Los primeros días Clementine no hablaba, se quedaba callada aún cuando intentaba hablar con ella, simplemente me ignoraba aunque no me rendí y ahora me habla un poco más, habla con todos un poco más.
Omid y Christa decidieron siempre moverse y no estar en un lugar fijo por mucho tiempo, al principio dudé sobre esa decisión pero era lo mejor, la última vez que nos asentamos en lugar por un buen tiempo no acabó muy bien...
También Clementine y yo recibimos la noticia que Christa está embarazada lo cual nos emocionó mucho pero el problema venía con la comida, Christa tiene que comer el doble para un buen crecimiento del bebe, pero por ahora hemos tenido suerte y cada día comemos algo aunque sea poco.
Ahora mismo estamos caminando por el bosque, en busca de una casa la cual saquear, comenzamos a caminar cuando el sol recién se asomaba y ahora el sol está arriba del todo, mediodía.
—¡Ahí!—Nos alertaba Clementine apuntando a la izquierda nuestra, me acerco un poco a ella para ver mejor y veo como había una casa...
—¡Bien visto Clem! Es una casa, parece abandonada—Mencionó a Christa y a Omid. Sin pensarlo mucho nos acercamos sin antes tener mi cuchillo preparado, por mala suerte todavía no encontrábamos balas para mi revólver. La casa está bastante bien fortificada aunque con las ventanas rotas, en las cuales podríamos pasar fácilmente. Yo pase con mucho cuidado y delicadeza por la ventana rota...no tengo muy bonita experiencia con las ventanas rotas...y hablando de eso, la herida se sanó y por suerte nunca se me infecto pero dejó la cicatriz, pero Omid dice que se ve genial así que me da igual.
Al entrar a la casa, estuvimos un buen rato intentando buscar algo.
—¿Encontraste algo Clem?.
—No, ¿y tú?.
—Nada, esperemos que Omid y Christa consigan algo.
—Esperemos.
Siento que Clementine ha madurado de golpe en este mes, no me disgusta ya que en este mundo hay que madurar antes de tiempo, pero también tengo cierto picor de tristeza al verla cambiar tanto en tan poco tiempo.
—¡Niños!, ¡miren lo que encontré!—Dice Omid, acercándose a nosotros. Los dos volteamos y vemos como traía dos mochilas, una café y otra azul. Yo tomé enseguida el café ya que era muy similar a la que llevaba cuando todo esto comenzó...cuando estaba con papá.
—¡Si que eres rápido para elegir T/N!, ¿Como van?.