Eras tan solo un niño de 9 años cuando el mundo se fue a la mierda. Un niño normal con una vida no fuera de lo normal pero desde que el mundo cambio veras como siempre se esta entre la vida y la muerte, algo de lo cual nunca escaparas.
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En el camino en busca de Aj, Clementine y yo encontramos una moto que por suerte seguia funcionando...
—¿Desde cuando sabes conducir?—Le preguntó a Clementine al ver que conducía la moto como si ya lo hubiera hecho muchas veces mientras me agarro a su cintura para no caerme.
—Choque muchas veces hasta llegar a aprender—Me responde Clementine entre risas.
—Un dia me tienes que enseñar.
—No soy muy buena enseñando.
—¿Acaso tengo otra opción?—Preguntó ironicamente.
—¿Cuánto crees que tardaremos?—Me consulta Clementine.
—No mucho, gracias a esta moto podemos llegar el doble de rápido si hubiéramos ido caminando. Tal vez un día o dos.
—Espero que sea así, por Aj—Me dice Clementine con un tono de pena, el hecho de pensar en que vere a Aj me pone contento pero también estoy preocupado si está bien o no...
—Posiblemente Aj ni siquiera sepa quien soy, nos separamos cuando ni siquiera tenía medio año.
—Pero se que se encariñara rápido contigo... como yo lo hice.
—Esperemos que sea así...
Seguimos el camino al Rancho Mc Caroll sin mucho problema, si había caminantes en nuestro camino simplemente lo evitabamos y continuabamos... hasta que el sol se oculta.
—Será mejor dormir en algún lado—Me menciona Clementine, el problema es que estábamos en medio de una calle rodeada de árboles.
—Entremos un poco al bosque, tu duerme y yo vigilare. Necesitas reponer tus fuerzas para conducir después—Le explico a Clementine y la verdad no tengo mucho sueño, todo el rato en moto no hice absolutamente nada y por lo tanto no estoy cansado.
—¿Seguro?.
—Más que seguro, dejemos la moto a un lado y duerme un rato. Yo vigilaré.
Al final Clementine se quedó dormida al lado de la moto, mientras yo me sentaba en el suelo mirando a las estrellas y prestando atención al sonido del bosque... como el viento silbaba me parecía relajante.
—Aj... Aj... Aj—Escuche como decía Clementine mientras dormía. Por alguna razón se me pusieron los ojos llorosos cuando la escuché... debió sufrir mucho al perder a Aj. Seguí mirando las estrellas pensando en cómo estará Aj, si seguirá con sus cachetes redondeados o si tiene el pelo de Rebecca.
—Emm... T/N, te toca descansar—Escucho decir a Clementine quien se levantaba recién... nisiquiera me habia dado cuenta que la luna ya estaba pronto de esconderse y que el sol saliera.
—Si, necesito descansar un poco—Aunque no me gustaba admitirlo, estaba cansado así que no fue mucho problema llegar a dormirme...
Apenas el sol saliera Clementine me desperto, no había dormido mucho pero lo suficiente para no sentirme cansado... Y así continuamos hacia el Rancho Mc Caroll.
