Amor veneno - DRACO MALFOY

I

- Papá, está bien. ¡Es mi último año!

- La verdad, aún no me lo creo, Charlotte. ¡Realmente vas a graduarte! ¡Mi hija va a ser una verdadera bruja!

Me reí ante el entusiasmo de mi padre.

-¿Has hablado con el tío Harry? ¿Va a venir?

-Oh, claro. Albus también debe coger el tren. No deben tardar mucho en llegar, cariño.

Justo cuando acabó de decir eso, se escucharon unas voces detrás de nosotros.

-¡Dudley! ¡Y yo que pensaba que llegábamos pronto! ¿Que tal el viaje?

-Hola, primo. Todo bien, ¿vosotros que tal?

Mi tío y mi padre se abrazaron. Cada vez que veía lo bien que se llevaban y el cariño que se tenían, se me hacía más difícil pensar que era verdad eso de que de niños se llevaban a matar. Luego recordaba las miradas que me daban mis abuelos y entendía todo.

-¡Lottie!

-Hola, Albus.

Mi primo corrió a darme un abrazo y y le di un pequeño puñetazo por llamarme así. Estábamos muy unidos y no nos veíamos desde el principio de las vacaciones porque él había pasado casi todo el verano en casa de sus abuelos maternos y mis padres y yo habíamos ido a España de "vacaciones".

-Te he echado de menos, canija.

-Por favor, Al, no soy tan pequeña.

-En realidad, sí, sí lo eres.

La voz de mi mejor amigo resonó detrás de mi.

-¡Scorp!

También le abracé.

-¿Cómo has estado, Charlotte?

-Oh, he pasado un verano estupendo en España. ¿Sabes que allí los brujos viven completamente integrados en la sociedad muggle? Es decir, los muggles no saben de ellos y no se hace Magia a menos que estes en territorio mágico, claro. Pero puedes verlos andando por la calle, vistiendo ropa normal, ya sabes. Sin túnicas ni sombreros, ni nada del estilo. Es verdaderamente emocionante. Nunca sabes cuando te estás cruzando con un mago o no. ¿Tu que tal?

-Hemos viajado a Escocia, a ver a mi abuela.

-Oh... ¿como está?

Scorpius tuvo que faltar durante un par de semanas durante el curso anterior debido al inesperado fallecimiento de su abuelo, Lucius. Desde entonces, ella se ha aislado en una de las propiedades de los Malfoy.

-Bueno, podría estar peor. Papá dice que lo mejor sería que viviera con nosotros, en casa, pero ella dice que si tuviera que estar más de un día en la mansión sin el abuelo, se volvería loca. Creo que la entiendo. Además, este año estaría allí sola.

-¿tu padre no vive allí?

-Oh, vivía mientras trabajaba en el Ministerio.

-¿ya no trabaja allí?

-¿No lo sabes? Vaya, pensaba que lo sabrías... con todo eso de ser prefecta.

-¡Oh, por Melín, mi correo! Llegamos solo hace unos días y ni siquiera pensé que tendría alguna carta del colegio...

-No importa, ya te lo digo yo. Mi padre...

-¡Charlotte! ¡Albus! ¡Scorpius! Vais a llegar tarde, rápido.-El tío Harry, junto a mi tía Ginny y la pequeña Lily, nos metía prisa.

Aunque ya estábamos en el andén nueve y tres cuartos, es cierto que aún no habíamos cargado nuestro equipaje y el tren saldría en breves de la estación.