Boom b*tch!

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Salí de mi departamento que se encontraba en el segundo piso. Baje las escaleras y me dirigí a mi auto que estaba en el estacionamiento. Subí, encendí el auto y me puse en marcha.
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Llegue a la casa de Miranda, se escuchaban los gritos y la música a todo volumen desde hace dos cuadras. Aparqué el auto al lado de la casa, en el césped, esas son algunas de las ventajas de ser amiga de la dueña de casa, jhm.

Salí del auto y entre. Una mezcla de olores vino a mi cuerpo con un calor demasiado fuerte. La casa estaba llena de gente, mínimo 50 personas aquí, Miranda tenía una casa enorme así que no me hace difícil pensar en que habían muchas personas. Me puse de puntillas tratando de buscar entre la multitud a mi amiga.

- ¡Hey Julieta! - dijo una voz un tanto familiar. Volteé y me encontré con una sonrisa enfermiza, David. Él es una de las personas que jamás desearía haber conocido.

Fuimos novios hace un año, me gustaba mucho, duramos unos dos meses.

Todo iba perfecto hasta que un día estábamos en una fogata con muchos amigos y es ahí cuando comienza la pesadilla.
Él comenzó a decirme que nunca me quiso, fue todo una apuesta desde el principio, seguido de insultos descalificándome hasta mas no poder. Lo más estúpido fue que dijo que no era buena en la cama cuando ¡soy virgen!. Todos comenzaron a reírse de mi, algunos hasta me grabaron, fue tan humillante.
Después de eso, caí en depresión y tras meses de psiquiatras y todas esas mierdas, me recuperé. Después de haberlo olvidado por completo, me llama diciéndome que estaba enamorado de mi y que se arrepentía, pero no le respondía y eso lo hizo enfurecerse más ocasionando que recibiera mensajes de su parte con frases como "eres mía" o amenazas de muerte. El realmente esta obsesionado conmigo, supongo que fue el karma. Pero yo realmente no lo sentía, fue horrible lo que me hizo y nunca se lo perdonaría.

Ni siquiera me moleste en responderlo y salí de ahí sin mirar a atrás, él me aterrorizaba.
Llegue a la parte trasera de la casa, donde se encontraba la piscina llena de mujeres en bikini y hasta con ropa, y si, algunas sin ropa también. Hice un mueca de asco al presenciar eso. Mire hacia mas allá de la piscina, estaba un grupo de personas sentada en un círculo, me acerqué y pude ver que estaba Miranda.

-¡Hey Miranda! Le grité lo suficientemente fuerte para queme escuchara, mientras me acercaba hacia ella.
Ella se dio vuelta y cuando me vio, ya estaba caminando hacia mi, tambaleando por lo ebria que estaba.
-¡Julietaaa! Por un momento pensé que no vendrías! -Después de eso, se abalanzo sobre mi con un fuerte abrazo. Ella siempre a sido muy afectiva conmigo, supongo que ella era así por que nunca recibió el cariño de sus padres. Siempre estaba para ella cuando lo necesitaba.
Solté una carcajada al ver lo ebria que estaba. Ella me miro con una cara curiosa.
- ¿Que es tan gracioso? Me dijo frunciendo el ceño.
- Nada nada. La tome del brazo y la lleve a un lugar que nadie pudiese escuchar.
- Oye, necesito preguntarte algo le dije casi susurrando en su oído.
- Si? di-dime. Me dijo susurrando en todo mi rostro, eso causo que oliera su fuerte aliento a alcohol.
-¿Que hace David aquí?
-¿Daaaaidid? - soltó una carcajada. Y luego me percate lo estúpida que me veía cuestionando a una ebria. Suspiré y fui a la barra de licores que había instalado ella en su casa, mientras Miranda seguía riéndose como idiota.

Mientras me acercaba a la barra, mire hacia atrás para ver si Miranda seguía ahí pero ella se había devuelto a donde estaba con sus amigos, al girar mi cabeza hacia donde estaba caminando, me tomo por sorpresa un vaso de vodka vertido en toda mi polera y chaqueta.
- ¿Que mierda? - dije mirando mi polera en shock.
- Para la próxima vez mira hacia delante cuanto estés caminando cariño, casi me chocas. - me dijo una voz chillona.
Miro hacia a lo que sea que me hizo esto y me encuentro con la imagen de una chica con el cabello castaño, ojos azules que me miraban con odio y una sonrisa cínica la cual me hacia arder de rabia. Era un poco mas alta que yo, gracias a sus grandes y exagerados tacones.

-Eso no te da el puto derecho de haber hecho eso!
Estaba muy enfurecida, pocas veces decía malas palabras pero realmente me dio rabia.
Gire sobre mis talones para irme en otra dirección, no quería hacer problemas y menos en el cumpleaños de mi amiga, además no quería hacer un show para que estos idiotas se divirtieran viéndonos. Aun que ya había gente pendiente de nosotras, lo podía notar. Pelear no es lo mío, no me traen buenos recuerdos.
Un jalón de cabello, seguido de un ¡perra! me impidió seguir caminando. De pronto ya me tenía en el suelo pero yo no me quedaría ahí sin hacer nada, esta tipa se lo buscó.
-¡Pelea! ¡Pelea! Fue lo único que escuchaba seguido de gritos escandalosos.

Me levante del suelo mientras sus asquerosas manos estaban en mi cabello y la separé de mi pero antes de que la pudiera separar, clavo sus uñas en mi labio haciendo que este sangrara, le lancé un puñetazo en la cara lo que hizo que ella cayera al suelo.
BOOM, B*TCH.
Me quede parada ahí mientras la veía en el suelo, veo al rededor, estaba en el centro del círculo de personas gritando.

-¡No sabes con quien te haz metido! Gritó la chica levantándose del suelo.

- Oh chica no sabes quien es su hermano! -Me grito un chico. No, no sé. Lo mire confundida. Un brazo me tomo sacándome de la multitud, luego me taparon la boca haciendo que me alertara comencé a gritar pero me tapaba la boca con mucha fuerza. Me llevo fuera de la casa mientras yo pegaba patadas para todos lados tratando de zafarme, le dí una en su miembro y me soltó causando que se sobara en la parte afectada. Corrí rápidamente a mi auto, me subí y comencé a conducir a mi casa, estaba muy asustada.
¿Por que me tomarían así?
Luego comencé a recordar lo que me gritaron.
Oh chica no sabes quien es su hermano!
¿Lo tengo que tomar como una amenaza?
Llegue a el estacionamiento, aparqué mi auto y caminé lo mas rápido posible hasta mi departamento. Al entrar cerré con llave la puerta. Toque mi bolsillo trasero para poder tomar mi celular y este estaba vacío. Hurgué en los bolsillos de mi chaqueta y no estaba. Me puse a pensar donde lo habría dejado comenzando  a unir lo que me había pasado para poder descifrar donde podría estar. Caminando por mi departamento en todas direcciones pensando, me  me detuve.
El hombre que me tomó.
Se me puso la piel de gallina en tan solo pensar que un desconocido tenía mi celular, y lo peor es que no le tenía clave.Él debió habérmelo sacado mientras forcejeábamos. 

Talking to the Moon ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora