adiós vida. | 39

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Pude disfrutar cada momento con ella, era hermosa, no quería dejar de observarla mientras dormia a mi lado, estoy feliz de que me deje haber sido el primero. Comencé a acariciar su piel pero el mensaje de Richard hablándome sobre la fiesta me interrumpió entonces fui pensando que al volver Julietta no se daría cuenta y así que despertara entre mis brazos. Pero un juego de alcohol y ya estaba como borracho.

Llegué de la fiesta de Richard y cuando estaba en la habitación de el hotel, Julietta no se encontraba por ningún lado. Como estaba tan borracho no le tomé importancia y sólo me acosté a dormir. Eso es lo único que recuerdo, hasta ahora.

Me desperté en la cama con un dolor de cabeza insoportable. Fui a mi velador donde estaba mi celular, lo tomé y lo desbloqueé para ver la hora. Al ver la ventana de mensajes abiertos, mis ojos se abrieron de asombro. Una foto de una chica desconocida se expadió por la pantalla, yo estaba en la foto junto a ella. Fruncí el ceño. Me mantube mirando la foto un rato mas y los recuerdos llegaron.

-¿Estás solo? -Una voz femenina se escucho a mi lado. Volteé a mirarla, ella era muy ardiente.

-Claro. -Respondí sin pensar. Ya había bebido mucho para hacerlo.

-¿Puedes darme tu número?

Le di mi número con dificultad y lo anotó en su celular.

Ella tomó mi mano y me llevó a una habitación. Sacó mi chaqueta y luego su blusa quedando en brasier. Comenzó a besame, yo correspondí sus besos agarrándole el trasero.

Tomé una cerveza en mi mano y me fui a acostar a la cama. Ella camino a la esquina de la cama, no tenía idea que hacía pero yo sólo estaba a punto de vomitar.

-¿Cómo...t-te llamass? -Pregunté.

-Julietta. -Respondió y me quedé helado. Mierda que estaba haciendo.

-¿Que sucede? -Preguntó al ver mi reacción.

Negué con la cabeza. Me levanté con dificultad y salí de la habitación ignorando sus gritos.

Me levanté de golpe y comencé a buscar a Julietta, no se encontraba por ningún lado. No había rastro de sus cosas. Un sentimiento de arrepentimiento vino ami. Nunca pensé que podría haber hecho eso.

-Nonono. No puede ser. -Hablé para mi mismo.

Ella se fué. Ella se fué por mi culpa. Miré la hora en el celular y eran las tres de la tarde. Comencé a llamarla pero no contestaba. Lo hice una y otra vez, debía saber que estaba bien.

Llamé a Richard, necesitaba a alguien que me ayudara.

-La cagaste hermano. -Habló cuando le conté lo sucedido.

-Losé.

-Intenta llamarla de nuevo.

Eran las ocho y media de la noche.

Asentí.

Marqué su número y no contestó. Lo intenté de nuevo.

-¿Julietta? -Hablé desesperado cuando contestó por primer vez.

No contestaba. Podía escuchar su respiración.

-Sé que me estás escuchando-Tragué saliva. -Lo siento.

Era lo único que quedaba por decir.

Suspiré. Sabía que no me iba a contestar. -Te amo. -Hablé y colgó.

Me senté derrotado mirando el piso con mis manos en la cara. Frustrado.

-Tranquilo viejo. -Habló Richard. -¿No conoces alguna persona que ella conozca aquí? Podría estar ahí.

Talking to the Moon ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora