Capítulo 《43》

88 11 0
                                    

Todos estos días han sido los mejores, ya ha pasado una semana pero no he tocado el tema de la muerte de su padre. Me he despreocupado aprovechando cada día con él.

-Vamos a un club.-Travis me sacó de mis pensamientos, ahora estábamos en su casa viéndo una película. Eran mas nueve de la noche.

-No creo que sea muy buena idea. Aún no te sanas de tu brazo. -Dije concentrada en la película.

-Vamos, estoy bien. Vamos. Vamos. Vamos. Vamos

-¡Ya! -Lo interrumpí para que dejara de hablar. Suspiré sonriendo. -Vamos.

-Bien. -Sonrió escribiendo algo en su teléfono.

--------------------------

Un vestido negro cubría todo mi cuerpo. Mi pelo atado a una cola dejaba resaltar los hermosos aretes que llevaba. Travis llevaba una camisa blanca, unos pantalones negros convinando con unos lentes y una cadena de oro que colgaba de su cuello.

-Vamos muñeca. -Sonrió tomando mi mano adentrándonos a el club. Habían muchas personas y la música movía mis caderas solas.

-Vamos por un trago. -Habló Travis en mi oído. Negué con la cabeza, no quería beber. El asintió y me llevo a la pista de baile. Me acerqué a él y nuestros cuerpos se hicieron uno. Sus labios besaban los mios al compas de la música. Mantenía sus manos en mi cintura. Una música disco comenzó a sonar y ambos nos separamos. Nos miramos extrañados.

Travis me sonrió y comenzó a hacer pasos ridículos llamándo la atención de todos.

-Mira, el paso de el robot. -Dijo moviéndose como un robot mientras yo reía y hacía lo mismo que él.

La canción terminó y me dió una vuelta quedando nuevamente pegada a él. La canción era bastante movida, pero atrevida. Me giré dándole la espalda. Tome sus manos y las llevé a mis caderas, ahora yo tenía el control. Me apegué mas a él.

-Nena, me vas a matar. -Susurró en mi oído con voz ronca. Una sonrisa satisfactoria se formó en mis labios.

La canción terminó y me giró bruscamente para unir nuestros labios en un salvaje pero romántico beso.

Unos strippers subieron a el escenario robándose la mirada de todos en el club. Comenzaron a bailar sensualmente y despojarse de sus prendas mientras la mayoría de las mujeres gritaban. Reí.

-Si hubiera sabido que esto iba a ser como una jodida despedida de soltera, no te hubiese traido.-Gruñó Travis a mi lado.

-Hey, ellos no me causan nada. -Dije mirándolo.

-Tampoco dejaría que lo hicieran. -Habló serio.

Rodeé los ojos. Caminé donde estaba en barman con los tragos y me senté.

-Hey, no te enojes. -Llegó Travis a mi lado. -Estaba bromeando.

Asentí seria y hablé.

-Un vaso de agua por favor.

No pude evitar escuchar la risa de Travis a mi lado.

-¿Que? -Lo miré.

-Nada, nada. -Levantó las manos en forma de defenza.

-Hey, cariño. -Habló después de un momento. -Te quiero.

-Yo también. -Respondí curvando mis labios.

Había sido demasiado dramática.

Lo tomé de la mano y lo dirigí a la pista de baile. El sonrió coquetamente mientras me seguía.

Bailamos cinco canciones más. El calor era insoportable asi que salimos a la terraza de el club, donde habían grupos de hombres sentados en mesas y mujeres también. Los hombres clavaron la mirada en mi por lo que sentí a Travis apretar un poco mas mi cintura. Ignoré eso.

Nos sentamos en una mesa a el aire libre.
El tomó un cigarro y lo encendió.

-¿Dame uno?

El rió. Le dio una calada a el cigarro.

-Dame uno. -Esta vez ordené.

-No quiero que tus pulmones se dañen.

Rodeé los ojos. -Yo tampoco quiero que los tuyos de dañen. -Hablé apuntándolo.

-Me importan mas los tuyos.

-Si te importo yo, entonces deja de hacerlo.

El tomó el cigarro y lo colocó en sus labios para darle la última calada, apagarlo y dejarlo en el cenisero.

-¿Feliz?

Asentí sonriendo ampliamente.

Mi mirada se dirigió unas mesas atrás de nosotros. Mi rostro cayó al ver quién estaba sentada y pude notar como Travis se preocupó al instante.

-¿Que pasa?

-Ella...ella está aquí. -Tragué saliva. No sabía si decirlo, no sabía cómo reaccionaria Travis y si le importaría.

-¿Quién?

-Tu hermana.

Los recuerdos invadieron mi mente.

¿Que...que me harás? Pregunte con la voz entrecortada, tenía mucho miedo.

Él solo me sonrió, se giró y caminó a la puerta para después abrirla.

- ¡Hey sofia! Alguien te esta esperando aquí. Luego de eso una figura se asomó por la puerta entrando a la habitación, tenía el ojo morado.

-Asi que... esta fue? Preguntó el apuntándome con su dedo mirándola.

-Si, ella fue. Su voz parecía insegura. Ella me miró y luego dirigió la mirada a él.

El silencio se apoderó de el lugar.

-¿Que esperas? ¡Hace lo mismo que te hizo! ¡Golpeala! . Le ordenó él.

Una sonrisa se dibujo en el rostro de ella y se dirigió hacia mi, se puso en frente de mi y de un momento a otro tenía su puño insertado en mi rostro. Gruñi del dolor y ella golpeó otra vez haciendo que saliera sangre en mi nariz. Volvió a golpearme seguido de una patada en mi estómago haciendo que la silla en donde estaba cayera conmigo golpeándome fuerte en la cabeza.

-n-no , por favor, para! Le supliqué con lagrimas en mis mejillas. Trataba de abrir los ojos pero el fuerte golpe en la cabeza hizo que me aturdiera. En tan solo minutos mi polera blanca estaba empapada de sangre.

Ella salió por la puerta sin antes lanzarme otra patada en mi estómago lo que hizo que lanzara un fuerte grito desgarrador.

- ¿has aprendido la lección? Escuché una voz a lo lejos. No tuve fuerzas para Responder. Solo lloraba. No tenía fuerzas para abrir los ojos ocasionado que la oscuridad me consuma.

Su mano en la mía me sacó de mis pensamientos. Me alejé de inmediato a su tacto y pude ver el dolor en su rostro.

Ahí fue cuando me di cuenta que, esa herida aún seguía abierta. Después de tanto tiempo, cada vez que revives los recuerdos y te dañan, sólo significa una cosa; aún no haz cerrado ese ciclo.

-No te alejes por favor...lo siento. Por todo.

Yo sabía lo culpable que él se sentía y el peso que siempre llevaba.

Ambos nos miramos. Tomé su mano y hablé.

-Te perdono.

Talking to the Moon ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora