Travis.
-¿Travis Slowder? -Preguntó el Policía al otro lado de la puerta. Fruncí el ceño ¿Por qué él estaba aquí?
-Debo informarle que su novia, Julietta Blate, ha fallecido por un impacto de bala en el cráneo. -Habló fríamente.
-¿disculpe? -Pregunté sin creerlo.
-Lo siento por su pérdida señor Slowder, pero mi trabajo en informarle.
Y es ahí cuando todo se detiene. Tu corazón late con rapidez y olvidas hasta como respirar. Tus manos se humedecen, tu vista es empapada de lágrimas. No asimilas, no piensas, no actúas, no vives. Un nudo en la garganta que no te deja hablar se atraviesa.
Con la persona que viviste los días mas felices de tu vida, la persona que siempre estuvo ahí, no fue perfecto, nada lo es, pero el amor se basa en aceptar a la otra persona como es con todos los defectos que tenga, esos defectos que aprendes a comprender y finalmente aceptar y amar, se transforman en la perfección compuesta de imperfecciones. Eso es el amor. Un sentimiento que llega sin previo aviso y te afecta si o si a pesar de todo. El amor es un sentimiento tan fuerte en todo sentido. La vida te da personas y te las quita,pero aveces te quita vida cuando lo hace con personas. Ahora me habían quitado lo que mas amaba en la vida, mi amor.
Tragué saliva mirando mis manos pero estaba tan atrapado en mis pensamientos, que era como si no hubiese nada.
-¡No!
El grito de el policía se escucha a lo lejos, sólo seguí corriendo sin mirar atrás. Me subí a el auto y conduje hasta el bosque. Donde la había llevado por primera vez.
".... -Si, mmh, ¿Por que me trajiste aquí? -Su dulce voz sonó entre la naturaleza de el bosque. Quité mi vista de la Luna y la guié a sus ojos grises que ahora brillaban por la luz de la Luna.
-¿Sabes? Cuando tengo problemas o solo tengo que desahogarme con alguien, vengo aquí o me dirijo a ella en donde esté, siempre esta, donde sea que estés. Creí que esto te serviría para aliviarte, por lo que sea que estés pasando, es bueno hablarle un poco a la luna.- Hablé.
No respondió causando un silencio que rompí al instante.
-Quizás pienses que estoy loco pero esta es mi manera de escapar.-¿Escapar de que? -Preguntó.
-De los problemas. -Respondí. ..."
Escuchaba como las ramas sonaban fuertemente cada paso que daba, pero nada más, miraba pero no observaba, respiraba pero no vivía, dolía pero no sentía con la adrenalina corriendo por mis venas.
Llegué a la roca, me senté.
Todo esta bien.
Ella está viva.
Esto no es posible.
Me repetía una y otra vez tratando de convencerme a mi mismo, por que si sabía que si lo llegaba a asimilar completamente, me rompería y no abría vuelta atrás.
Observé la Luna.
Labios definidos, pelo ondulado castaño claro, ojos grises que me mataban, su sonrisa me alegraba el día , y su voz era mi droga auditiva. Siempre bromeaba sacándome una sonrisa. -Reí sin ganas.
Se había ido. Mi luna se fué. Siempre pensé que yo tendría que prepararla para mi despedida, que yo tendría que cuidarla desde arriba y que cómo reaccionaría cuando yo muriera, no quería verla sufrir o pensar que ella sufriría por mi. Pero nunca pensé que yo estaría en su lugar. Que ironía de la vida, yo tenía un noventa y nueve por ciento de morir hace días y ella, ella era una chica hermosa que estaba sana y no merecía ni un uno por ciento.
Me acosté en la roca, sollozando.
-Mírame-Hablé elevando su mentón. Sus lágrimas caían sin fin.
-Sabes que eres mi Luna? Eres lo que ilumina mi oscuridad. -Hablé mirando la ventana de donde llegaba la luz que iluminaba toda mi habitación.. -Si alguna vez te llega a pasar algo me hundiré en la oscuridad, mi luna se abra ido. - La miré con dolor.
-Nunca te dejaré -Habló acariciando mi mejilla izquierda mirándome.-Mientras nos tengamos uno al otro, no necesitaré a nadie mas, la vida te sorprende de pronto y quiero vivir contigo hasta que ese de pronto llegue a mi lado.
Acerqué mis labios a los suyos y de un momento a otro ya teníamos nuestros labios conectados. Pero no los sentía y la necesitaba, necesitaba sentirla. Ahora la estaba besando con mas necesidad pero aún así era como besar a la nada. Fruncí el ceño abriendo mis ojos. No había nada.
Estaba solo en mi habitación.
El sonido de mi teléfono hizo que abriera mis ojos. Observé a mi alrededor y solo la oscuridad estaba presente a mi alrededor. Continuaba sobre la roca. Incómodo me incorporé a la realidad.
Fue todo un sueño. La decepción me invadió.
Miré mi teléfono, había una llamada entrante de un número desconocido. Lo deje sonando. Luego de un rato llegó un mensaje de este mismo número. Sin ganas lo abrí.
"Hola, soy el chico que te donará la dosis, espero que estés muy feliz por esto por que yo lo estoy por poder ayudarte... "
No seguí leyendo. Tomé mi celular y comencé a escribir.
"Gracias pero ya no la necesito" respondí.
Llegó la respuesta en seguida.
" Pero es lo único que te mantiene vivo ¿Qué estás diciendo? "
"Lo único que me mantenía vivo se acaba de ir. " respondí finalmente apagando mi celular.
Pasaron dos meses, Travis se mantenía en ese bosque esperando a su luna cada noche para poder hablar con ella. Cada día se debilitaba más.
Se había convertido en un ermitaño.Se preguntarán ¿Por qué nadie lo fue a buscar? Nadie conocía ese lugar, sólo Julietta. Ni siquiera a su mejor amigo ni a nadie tuvo la confianza de Travis para conocer ese importante lugar que tanto apreciaba Travis.
El viento era fuerte y los arboles chocaban salvajemente entre ellos. Travis se encontraba con sus brazos rodeando sus piernas tratando de evadir el frío. Su pelo había crecido, ahora estaba sucio y grueso. Sus alucinaciones eran constantes sobre Julietta, pero nunca nadie sabrá si realmente la veía o era parte de su imaginación.
Ya no tenía nada, no habían mas pescados porque él ya no tenía fuerza para ir a pescarlos con sus propias manos a el lago.
Lo único que tenía y mantenía vivo era su amor por Julietta.
Revivía una y otra vez los momentos con ella. Podía estar sonriendo y llorando a la vez porque en el fondo, sabía que todo era mentira.
Aveces se dormía tratando de convencerse a si mismo de que quizás todo esto era un sueño y luego despertaría o que todo era una broma.
Subió la roca con dificultad y se recostó en ella.
Hoy se sentía mas cansado de lo normal, su respiración se encontraba entrecortada. Sus ojos se comenzaron a cerrar lentamente, hacía el esfuerzo de abrirlos pero era inútil. Aturdido comenzó a hablar.
-Siempre quisiste saber que hay después de la muerte, ahora lo sabes. Te diría que vengas a contarme como es, pero pronto llegaré cariño. -susurró para ella. Miró por última vez la Luna.
Sus ojos se cerraban y no era de sueño. Estaba muriendo y ahora él lo sabía.-Adiós, Luna.
Sus ojos se cerraron para siempre al igual que su vida sin ella.
Fin.
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Talking to the Moon ©
أدب الهواةCon esta historia reirás y llorarás, pero lo más importante, lo disfrutarás haciendo. © Novela Completa.