Talking to the Moon ©

No dejaré que él arruine mi noche. |29

Julietta.

Travis ha estado un extraño estos días, de un momento a otro se desorienta, como si tuviera algo en mente que no puede sacar.

-Iré a ver a Miranda. -Hablé en el celular.

-¿Segura que no quieres que te acompañe? Puedo quedarme afuera si quieres. -Habló Travis desde el otro lado de la línea.

-No, tengo que hacerlo sola. Juro que no se repetirá lo que paso la última vez. -hablé avergonzada.

-Bueno. Cualquier cosa, llámame. Te quiero.

-Adiós, te quiero. -Hablé y luego corté.

Al llegar a la puerta de la casa de Dew, un escalofrió recorrió por todo mi cuerpo. No quería que ella me rechazara. Golpeé la puerta. Unos pasos se escucharon y la puerta se abrió dejándome ver a un Dew animado.

-Hola. -sonrió.

-Hola. -Le respondí extrañada pero no siendo grosera.

-Pasa. -sonrió.

Pasé y Dew cerró la puerta atrás de mi.

-¿Esta Miranda?

-Si, esta en mi habitación, pasa. -habló.

Comencé a caminar hacia la pieza de Dew, a medida que me iba acercándo mis piernas se hacian gelatina. Tenía miedo, tenía miedo de encontrarme con la misma fría Miranda de esa noche.

-Hola. -Hablé entrando a la habitación. Miranda se encontraba sentada en la cama viendo el notebook. Elevó la vista hacia mi y su expresión se convirtió en una gigantesca sonrisa. Un alivió recorrió por todo mi cuerpo.

-¡Julietta! -Corrió hacia mi y me abrazo tan fuerte como nunca.

-¿Por que me abrazas? -Pensé en voz alta.

Ella se alejó quedando frente a mi.

-¿Por que no? -Frunció el ceño.

-Es decir, te he dejado de lado durante todo este tiempo. Lo siento. -Hablé avergonzada.

-Luego de haber estado en el hospital, hablé con mis padres. Primera vez en la vida que me entienden tanto Julietta. Ellos lograron aceptarme, una psicóloga de el hospital nos dió una charla y bueno... me ayudó bastante. Y adivina que...

-¿Que?

-La psicóloga me dió su número. -habló sonrojada.

-¿Que? ¡Genial! -Sonreí.

-Eh estado saliendo con ella. Y bueno, ahora entiendo cómo te sentías...he dejado literalmente todo por ella. Y eso que la conozco hace unas pocas semanas. Pero...-su mirada se entristeció.

-¿Que? ¿Que sucede? -Me preocupé.

-Ellos son horribles Julietta.-Habló mientras miraba la pared. Ahora estabamos sentadas en la cama.

-¿Quienes? -fruncí el ceño.

Elevó la vista hacia mi.

-Las personas...No me dejan vivir tranquila, sólo me ven como un vicho raro. Pero no entienden que soy sólo una persona. Como ellos. -Habló ahora su voz apagada.

-No debes prestarle importancia, no dejes que te afecte. No dejes que se metan en tu mente y logren convencerte de que lo que realmente eres es falso. Eres verdadera, lo sientes y lo seguirás sintiendo. Eres una persona como todos y mereces amar. A la mierda todo, tú decides si te afecta o no.

Una sonrisa se dibujó en su rostro. -Extrañaba tus consejos. -Me abrazó.

Pasamos toda la tarde hablando con Miranda y Dew quien no paraban de hacerme reír con sus estúpideces. Ya eran las siete de la tarde cuando recibí una llamada de Travis.