Ridículo borracho| © 10

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Fui a el centro para desconcentrarme un poco, llame a Dew para que me acompañara, un amigo de la infancia. Ahora estábamos en el centro sentados con un par de bolsas, agotados, habíamos pasado todo el día en el cine y después lo tuve que obligar a que me acompañara a comprar ropa, tenía que distraerme de alguna manera.Eran alrededor de las 7:30pm.

-En el norte de Prow street hay un gran manicomio -me dijo el elevando las cejas -podríamos ir a ver a esos locos y matarnos de miedo.

-no creo en los locos - le respondí con tono desinteresado aun que amaba la idea de ir a un manicomio, a Dew y a mi siempre nos encantó ir a lugares misteriosos y ver películas de terror. - aun que suena interesante. - le sonreí.

-¿A que te refieres con eso?

-Que creo que no existen los locos, solo personas con distintas capacidades, como sabes si esas personas realmente escuchan esas voces y nosotros no tenemos la capacidad de escucharlos? Por que somos inútiles, solo por ver algo diferente lo toman como loco y no le dan vueltas al asunto. -le respondí.-

-Está comprobado científicamente Julietta.

-¿y qué?

-Tu manera de pensar es tan...

-¿Loca? -Lo interrumpí y ambos comenzamos a reír.

Pare de reír y por un momento mi piel se erizó, mis ojos chocaron con los de Travis que se encontraba a las afueras del Bloond's Club. Desvié la mirada y me puse seria, Dew se dio cuenta de mi repentino cambio.

-¿Que pasa? -Me pregunto extrañado.

-Vamos. Movámonos. - Le dije mientras me paraba y le tomaba la mano forzándolo a que siguiera y dejara de preguntar, lo lleve hasta el auto sin mirar atrás. Nos subimos y las preguntas de Dew explotaron.

-¿Que paso allí afuera? -Me pregunto frunciendo el ceño.

-Nada. -Le dije mientras prendía el auto.

-¿Quién era?. -No le respondí- ¡Mierda Julietta respondeme! ¿Que fue todo eso?

Maldita sea, ¿Por que me conocía tan bien?

-¡Nadaaa! Para de preguntar, solo quise irme y ya - le respondí mientras miraba e frente.

-Déjame en mi casa.-Me dijo tensando su mandíbula sin mirarme y con tono duro.
Habíamos quedado de que se quedaría a dormir en mi departamento pero creo que cambio de planes.

Rodé los ojos y avancé un poco hasta la siguiente curva y paré en su casa. El se bajo y dio un fuerte portazo. Golpeé el manubrio y gruñí, odiaba pelear con él. No quería decirle lo que paso con Travis, no quería una escena en medio del centro. Lo conozco.

Deje el auto en el estacionamiento y subí a mi departamento, llegue al piso y vi que alguien estaba arrodillado frente a la puerta apoyándose en esta. Quede paralizada al frente de este que solo se le veía el cabello despeinado. Guió la mirada hacia mi y pude notar lágrimas en su rostro, estaba devastado.

-¿Travis? ¿Que haces aquí? -Mis ojos se salieron de órbita. Jamás hubiese imaginado que era él.

-Yo...yo sólo quiero...que me perdones -me dijo entrecortado aún sentado en el suelo. 

Dios...está borracho.

-¿Estás bien? -Le pregunté mientras él secaba lo que parecían ser sus lágrimas y se trataba de parar. 

-No...no losé -hizo una pausa mientras yo lo miraba atónita. -Por favor yo-yo se que no te conozco pero te quiero...

-¿Qu

-En la cama -Me interrumpió

Fruncí el ceño.

-HAAA! ERA UNA BBROMA! ¡Debiste haber visto tu cara! -Comenzó a reírse a carcajadas. No pude evitar reír para mis adentros, este chico era realmente un ridículo borracho.

Lo quede observando seria hasta que su risa termino y me quedo mirando apretando sus labios y cruzando los brazos de manera divertida.

-Travis, vete porfavor. -Hablé conteniendo la risa.

-Ayúdammme a levantarme -Me dijo extendiéndome su mano. La tome para ayudarlo pero un repentino jalón me llevo a el suelo produciéndome un horrible dolor en mi pantorrilla, aún mi cuerpo dolía después de esa noche.

-Mierda, aghh -dije mientras me sobaba la pantorrilla.

-Lo sientooo-Me dijo y se lanzó a mi a abrazarme, ahora podía confirmar que estaba borracho, su aliento apestaba.

-¡Sueltame! ¡Quiero que te largues, ahora! - Me levanté rápido, abrí la puerta de el departamento y entré dejando a Travis aún tirado en el suelo mirándome con dolor en el rostro.

Me senté en el sofá pensando que Travis ya se había ido pero se escuchaban sollozos desde la puerta. Prendí el televisor y le subí todo el volumen. Pasaron menos de cinco minutos y me acerque a la puerta, la abrí y ahí se encontraba.

Talking to the Moon ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora