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Juez Turpin +18

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-Señorita- Gritó Bamford yendo tras ella- el juez no quiere recibir ninguna visita- aclaró rápido.

Cuando estuvo a punto de agarrarla, esta se escabullo, entrando al despacho del Juez.

Turpin levantó su vista al oír la puerta, encontrándose con la figura de una mujer.

-¿Se puede saber qué hace aquí?- Preguntó una vez supo quién era.- Señorita TN, ¿acaso esta sorda?

TN no sabía por qué había ido, al principio fue con una idea en mente, que el juez la hiciera suya, pero ¿cómo se lo iba a pedir, si se había quedado sin habla?
Respiró hondo, y le devolvió la mirada. Aunque TN estuviera temblando como un maldito flan, lo ocultaba bastante bien. No quería que el juez pensara que le provocaba miedo, aunque de cierta manera lo hiciera.

-Yo... verá yo....- no sabía como continuar, "¿qué le iba a decir?" "¿Verá Señor Juez, quiero que me estampe contra la pared y me haga suya?" Eso sonada horrible, y más viniendo de una mujer.

-Usted ¿qué?- el juez se levantó, rodeando su escritorio hasta acabar delante de él, donde se apoyó cruzando los brazos y mirando a TN de arriba a abajo.

-A la mierda lo correcto- maldijo TN, antes de abalanzarse sobre los labios del juez.

Este al oírla maldecir, se sorprendió, pero mayor fue su sorpresa, cuando sintió los labios de la mujer sobre los suyos.
Ante la sorpresa, Turpin no correspondió, provocando que TN se alejara.

-Lo siento- sé disculpó sintiéndose tonta, "estaba claro que el juez jamás se fijaría en una mujer como ella", se dijo internamente.

Turpin al verla, sonrió. La agarró del brazo volviendo a juntarlo a él, y está vez comenzando él a besarla. TN al principio se sorprendió, pero a los segundos comenzó a besarlo también.
Al principio el beso era lento, pero acabo tornándose hambriento y pasional.
En un abrir y cerrar de ojos, TN ya estaba sentaba en el escritorio, mientras él juez se situó entre sus piernas.

-Turpin- lo llamó entre besos.

Este se alejó un poco, solo lo suficiente para recuperar el aliento, y que ella hablará.

-Quiero que tú seas el primero- le dijo de manera tímida, haciendo que este sonriera.

-Aunque esa petición me haga feliz, ¿estás segura?- Preguntó acariciando sus piernas, por debajo del vestido.

-Si- suspiró al sentir las manos del juez cerca de su sexo.

-Si quieres ir despacio, solo avisa- dijo para acabar besándola de nuevo, de forma hambrienta, pero a la vez amorosa.

Quien viera ahora mismo al juez no lo reconocería, y no es para menos, cuando en realidad es un ser malvado y ruin, pero con TN no podía serlo.
Se conocieron por cosas del destino, y desde ese día, siempre estaban juntos. La mayoría de las personas los miraban raros, no entendian que hacía una joven como ella, con un ser tan cruel como él.
Pero al final la gente comenzó a cotillear, e inventar rumores, de que esa joven era solo una dama de compañía, o tal vez una esclava.

Pero al final solo eran rumores, y tanto Turpin como TN, no hacían caso.

Volviendo al presente.

El vestido de TN ya estaba tirado por algún lado del despacho, junto con la chaqueta y camisa del juez.
TN disfrutó de la vista, y aunque el juez no tuviera un cuerpo definido y tonificado, tenía un buen cuerpo, le encantaba sus brazos con cierta impresión de ser trabajados, su pecho cubierto por una fina capa de pelo, y su abdomen algo trabajado.
Mientras TN disfrutaba admirando el pecho desnudo de este, el juez la admiraba a ella, sus pechos no eran ni grandes ni pequeños, eran perfectos, y sabía a la perfección que su mano los cubriría, su abdomen que aunque no fuera del todo plano, le encantaba, sus piernas blancas, que lo incitaba a agarrarlas, y estrujarlas.