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Coronel Christopher Brandon

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-Coronel por favor, no se lo pediría si no fuera importante- suplicó Elinor.

-Señorita Dashwood, lo que me está pidiendo es casarme con su hermana, se da cuenta de lo que podría suceder sí...

-Sabemos que no hay amor- interrumpió Marianne- pero si TN se llega a casar con ese hombre- habló con miedo.

-La podría matar Christopher- sentenció la Señora Dashwood.

Brandon quedó estático ante esas últimas palabras, ¿cómo podía un hombre matar a una mujer tan bella y perfecta? Se preguntó mientras en su mente aparecía TN.
Brandon suspiró antes de volver a hablar.

-De acuerdo, lo haré- las cuatro mujeres lo miraron esperanzadas- pero ya sabéis que será un matrimonio de convenio. Mientras su familia esté unida a mí, por parte de su hija TN, nadie les podrá hacer daño, y mucho menos a TN, me encargaré de eso personalmente- concluyó oyendo el agradecimiento de las Dashwood.

Esa misma noche, Brandon se quedó a dormir en la casa Dashwood, por petición de la Señora de la casa.
Durante la cena, las cuatro hicieron que TN y Brandon se sentarán juntos.
Los dos nombrados se sentían cohibidos, ni siquiera hablaron entre ellos, ni durante la cena.
Una vez concluyó esa cena incómoda según TN,esta salió al jardín para respirar, necesitaba aclarar su mente, y más cuando su corazón latía con fuerza cada vez que Brandon estaba cerca de ella.
TN sabía que pronto se iba a casar, pero el hombre con el que tenía que acabar viviendo su vida hasta la muerte, no se podía hacer llamar hombre, se sabía con anterioridad, que él ya se había prometido hace años, pero la mujer huyó tras los maltratos de este.
Una vez más TN cerró los ojos, lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, estaba aterrada, no podía entender como su tío aprobó eso. Quería huir, pero ¿a dónde? Y ¿con qué dinero? No tenía nada, una vez su padre murió, se quedaron sin nada, por eso estaban en aquella casita de campo, cortesía por su tío, el mismo que quiere destruir su vida.
Iba a entrar a la casa, cuando chocó con algo, o mejor dicho alguien.
Rápidamente, Brandon la agarró por la cintura, antes de que esta callera al suelo, y pudiese hacerse daño.

-¿Se encuentra bien Señorita TN?- Preguntó mostrando su preocupación, tanto en sus palabras, como en su rostro.

TN asintió, incorporándose para irse, no quería que Brandon la viera llorar, y mucho menos aterrada.

-Puede llorar si quiere, seré su almohada si usted lo desea- esas palabras consiguieron que TN pegara su cara al pecho de Brandon, donde comenzó a llorar.

Brandon sintió como su corazón se quebraba al oírla, creía que todo lo que decían sus hermanas y madre, estaba pintado, pero TN le mostró el miedo y dolor que sentía ante ese próximo matrimonio con el Señor Rosales. Brandon no era estúpido, conocía la historia de ese hombre, pero también sabía que eso sucedió hace años, y muchos comentaron que ese hombre llegó a cambiar.
Pero si TN estaba así, algo tendría que haber sucedido en aquel paseo que el tío, de la mujer que estaba llorando en su pecho, propuso, haciendo que tanto ella y como él Señor Rosales acabaran aceptando.

Pronto sintió como TN paraba de llorar, para alejarse y disculparse por su falta de modales, Brandon sonrió ante aquello, era una mujer fuerte que no dejaría que nadie la viera derrumbarse.

-No se preocupe, pero antes de que se vaya, me gustaría que hablara conmigo.- Dijo serio.

-¿De qué?- Preguntó asustada.

-Sé que esta aterrada, pero necesito saber si el Señor Rosales le hizo algo- explicó, mientras TN pudo observar la preocupación y el dolor en sus ojos.