Severus Snape

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Capítulo corto...

Aviso, este no es como los demás, es algo diferente... Si no os gusta este tipo de cosas, pido perdón...

En caso de que os guste, y queráis que siga, solo tenías que decirlo

Con esto, ya dicho, disfrutar😊


























-TN perdóname.- Suplicó Snape, entrando detrás de ella a la habitación.

-¿Qué te perdoné?- Dijo girándose, mirando al hombre con ira e incredulidad.- ¡Me hiciste pasar la peor hora de mi vida! ¡Soy tu becaria! Tu maldita becaria, porque así lo pediste Tú, porque según TÚ, necesitabas ayuda a la hora de impartir clases, debido a todos los exámenes que tenías que corregir... ¡¿Y me lo pagas denigrándome, no solo como alumna, sino como futura profesora?!- Snape tragó en seco al verla tan furiosa, en ese momento, pensaba que ni siquiera el señor oscuro, daba tanto miedo comparado con ella.

-TN... Haré lo que sea... Por favor- suplicó mirándola a los ojos.

-¿Lo que sea?- Preguntó enarcando una ceja.

Snape tragó con dificultad, antes de asentir, y mirarla como un cachorro.

-Ropa fuera Snape, y prepárate, porque no voy a ser benevolente.

Severus decidió hacer caso, sabiendo que enfadar más aún a una mujer embarazada, acabaría con su vida.

Una vez estuvo desnudo, siguió las indicaciones de su prometida, tumbándose en la cama, y observando como está se acercaba a él.

-Cada vez que yo hacía algo mal, me castigabas, pero al fin y al cabo lo acababa disfrutando- soltó acercándose al hombre.- ¿Sabías qué el punto G de los hombres está en el recto?- Preguntó con malicia, provocando que Severus se hiciera una idea sobre a donde llevaba aquello.- Va a ser muy fácil querido, ¿Ves esto?- Preguntó mostrando un pequeño objeto negro, parecido a un tampón.

-¿Qué piensas hacer con eso?- TN sonrió al ver el miedo y el deseo en los ojos de su hombre.

-Solo lo voy a insertar en tu recto, y con este mando, voy a ir intercalando las velocidades, si aguantas hasta la última sin correrte, prometo montarte- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

-TN, yo...

-No va a doler, estará bastante lubricado, además, ya te he hecho una limpieza mientras te explicaba todo- sonrió con dulzura, logrando que Severus comenzara a preguntarse si había hecho bien en aceptar todo esto.

-De acuerdo- soltó resignado, sabiendo que no había otra opción, y al final TN tenía razón, él también la castigaba de aquella manera, y ahora ella se lo iba a devolver.

TN sonrió, lubricando con aceite especial aquel juguete, para luego entregárselo a Severus, quien se lo colocó en el sitio adecuado.

-¿Estás bien?

-Se siente.... Aahgh...

TN sonrió divertida, observando como el hombre se tapaba el rostro con el brazo, mientras veía como su miembro, poco a poco se endurecía.

Severus ni siquiera se atrevía a mirar abajo, sabía que su cuerpo lo estaba disfrutando, y no podía negar que aquello, aunque era nuevo, se sentía bien. Apartó un poco su brazo para mirar a su futura esposa, cuando siento aquel artilugio muggle vibrar con más fuerza.

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