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Severus Snape +18

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Segunda parte 😏

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La mañana estaba siendo tranquila, la mayoría de los alumnos ya estaban en el Gran Comedor, desayunando entre charlas y risas.

Todos estaban alegres y ansiosos, deseaban que Dumbledore hablará, y dijera que TN ya había pasado todas las pruebas, pero sabían que aún le quedaban dos, y esas, para sorpresa de todos, se hacían en Hogwarts.

TN estaba ansiosa, quería terminar, pero también quería aprobar y convertirse en la nueva profesora de pociones, ocasionando así, que Snape, se convirtiera en el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.

Aunque la mirada de la joven estaba en sus apuntes, su mente estaba en otro lado.
No podía olvidar como Severus la había torturado hace dos noches, juntos con sus dobles, que aparecieron gracias a los benditos polvos azules. Su cuerpo aún dolía un poco, y ni hablar de los mordiscos y chupones que tenía por todo el cuerpo, apenas el uniforme los ocultaba.

-Me vengaré de esta Snape- susurró mirando al hombre, el cual estaba hablando con McGonagall.

Pronto todos se levantaron y se dirigieron a sus clases, mientras que TN, esperaba al profesor que la iba a examinar.

-Señorita McLean.

-Señor Arnics- saludo la joven.

-¿Preparada?- Preguntó el hombre, mientras comenzaba a caminar, siendo seguido por TN.

-Por supuesto- habló TN, ocultando sus nervios.

Una vez llegaron al aula, pudo observar a Severus al frente, y a varios alumnos, de Slytherin y Griffindor.

-Hoy le tocará dar la clase Señorita McLean, claro está, que el Profesor Snape, no la podrá ayudar, y que cualquier error, por minúsculo que sea, podrá convertir su sueño de ser profesora en eso, en un sueño- explicó con una sonrisa demasiado cínica para el gusto de Severus, que pudo apreciar a la joven asentir con miedo, y sobre todo como sus manos temblaban del miedo.

-Me gustaría hablar un momento con la joven si es posible- interrumpió Severus, llamando la atención de todos.

-¿Y puedo saber el porqué?- Preguntó el hombre con cierta molestia.

-Hace poco reordené los ingredientes, y me gustaría explicarle a la Señorita McLean, donde se encuentran ciertas cosas- mintió mientras miraba al hombre serio.

-Supongo que no habrá problema, tiene dos minutos- dijo el hombre mirando a Severus de arriba abajo.

-Gracias.

Severus se acercó a TN y se la llevó con rapidez al armario donde la colocó a un lado, quedándose lo suficientemente cerca, para que solo ellos dos se pudieran escuchar.

-Respira hondo, no dejes que el examinador huela tu miedo. Si lo haces te hará la prueba imposible, necesitas tranquilizarte.

-No puedo, siento que voy a vomitar, mis piernas están fallando, y mi cerebro está en blanco, no sé ni que poción enseñar.... Voy a ..

-Respira, cierra los ojos, visualiza la poción que mejor sepas, visualiza todo, deja que tu cuerpo se mentalice con ella, y se moverá por si solo. Si pudiera, ahora mismo te ayudaría a desestresarte, tanto yo, como mis dos amigos.

TN rodó los ojos al oír lo último, y sonrió feliz, sintiendo su cuerpo más ligero y tranquilo.

Con tranquilidad se dirigió al frente de la clase, dejándole claro al examinador que estaba lista.