Hans Gruber

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-Mack, ¿podrías dejar de dar vueltas? Me estás mareando- se quejó Hans, al ver a su amigo y socio dar vueltas por toda la oficina.

-Lo siento es solo que...- miro Hans, y de inmediato se acercó él, quedando cara a cara con él.- Necesito que me hagas un favor- pidió serio.

-Espero que no sea nada relacionado con besarte, o con...

-¿Qué? No, ¿de dónde sacas eso?- Preguntó indignado, pero se alejó rápidamente cuando Hans lo señaló con los ojos, dándose cuenta de lo cerca que estaba de él.- Perdón, lo que quería pedirte es que te cases con mi hermana- Hans levantó las cejas confundido.- Verás, necesito a alguien que cuide a mi hermana, y todos los guardaespaldas que contraté o acabaron en el hospital malheridos y renunciar al trabajo, o acabaron muertos.

-¿Pero quién coño es tu hermana?- Preguntó Hans alucinado.

-¿Conoces la empresa Hunter?

-Claro, es la mejor empresa para buscar gente, el dueño de la empresa logró encontrar a una niña que llevaba 5 años desaparecida, cerrando así un caso sin resolver.- Aclaró, dejando en claro que conocía la empresa- ¿tu hermana trabaja para ellos?

-Mi hermana es la dueña.

Hans abrió los ojos como platos, quedando así asombrado, no podía creer que el dueño de aquella empresa fuera una mujer, o mejor dicho, no podía creer que una persona como ella, que logró encontrar hasta a los criminales más buscados, necesitara de escolta y ayuda.

-¿Por qué necesita ayuda? Es decir, es una mujer fuerte, logró encontrar criminales que dejaron de buscar.

-Porque uno de ellos, la está intentando matar, más concretamente Ernesto Bianqui.

-¿Bianqui? Ese hombre es el mayor capo de la ciudad. Si tu hermana está en peligro, la única forma de ayudarla es..

-Casándola con otro capo, ergo tu Gruber.

-Marck no soy...

-Los dos sabemos que tu trabajo oculto es la venta de armas ilegales. Hans si no fuera necesario no te lo pediría. Necesito que mi hermana esté dentro.- Pidió.

-Si lo hago, no habrá amor, y mucho menos sentimientos. Si no esta de acuerdo con...

-Sois iguales, ella dijo lo mismo, nada de amor, y mucho menos sentimientos.

-Quiero conocerla, y dejar todos los términos claros.

-Esta misma tarde os encontraréis.

-Perfecto.










Hans se encontraba delante de la casa de Mack, esperando a que la puerta se abriera. Iba a volver a tocar, cuando fue abierta.

-Hans, gracias por venir, pasa por favor, TN está en el salón.

Hans entró a la casa, dirigiéndose hacia el salón, mientras seguía a Mack.

-TN, este es Hans.

La nombrada giró la cabeza, encontrándose con aquel hombre alto, moreno, nariz aguileña, ojos marrones y barba que lo hacía ver más sexy de lo que ya era.

-Encantada, TN William- lo saludo una vez se puso de pie, extendiéndole su mano, la cual fue envuelta por la del hombre, formando así un apretón de manos.

-Hablemos sobre los términos y...

-No se preocupe, sé que usted no quiere amor, y mucho menos sentimiento, cosa que yo tampoco quiero. Los términos serían fáciles de seguir, en privado cada uno puede hacer lo que le plazca y acostarse con quien quiera, pero en público, debemos actuar como un matrimonio feliz. Siento haberlo metido en esto, pero es la única forma que tengo de alejarme de Bianqui y sus matones. Esto solo durará 1 año, tiempo suficiente para que lo pille y se pudra en la cárcel de por vida. Si acepta mis términos, todo quedará arreglado, y en menos de 1 mes podemos estar casados.- Explicó de manera seria, sorprendiendo a Hans.

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