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Los espejos reflejan quienes somos y como nos ven, pero ahora que estoy parada frente a uno ya no puedo reconocer a la persona que era en un principio, incluso si lo quisiera, las cosas que he vivido no me lo permiten.

En el pasado tenía que fingir algo que no era, solo que ahora no estoy segura si mis acciones son actuadas o es mi verdadero yo, la que siempre debió ser y, la que sin importar que pase en el futuro, deberá seguir siendo.

Mi historia es bastante complicada y no se por donde comenzar, bueno, supongo que por el principio.

Mi nombre es Alisa Brown y tengo 22 años. Mi familia es pequeña, primero tenemos a mi dulce y sobre protectora madre llamada Irene y mi lindo y tierno hermano menor llamado Godric el cual apenas cuenta con 10 años de edad. Mi padre murió hace mucho tiempo, pero era un hombre increíble y mi mejor amigo, no quiero dar muchos detalles de ellos, solo les diré que a pesar de las altas y bajas que hemos tenido son la mejor familia que cualquier persona pudiera pedir.

Vivo en Gladius, uno de los dos países más grandes del mundo. ¿Qué puedo decirles de ello? Tenemos increíbles paisajes, como si estos hubieran salido de un cuento de hadas, contamos con una extensa cultura, al igual la tecnología que tenemos es muy elevada. Pero si hay algo con lo que nuestro país estaba más que orgulloso era con nuestro poder militar, sin duda era el más elevado y temido en todo el mundo, bueno eso era antes.

Por si se preguntan como soy, bueno, me veo como cualquier persona. No soy muy alta, mido menos de 1.70, ni siquiera lo recuerdo bien, estoy algo delgado, el cabello lo tengo hasta la cintura, es negro y muy liso, mis ojos son grandes y de un gris brillante, mi piel es muy clara y algo suave. Eso es en cuantas apariencias, en como soy de carácter, es complicado, soy alegre, pero me deprimo muy fácil mente, no me gusta estresarme y si puedo evitar problemas lo hago, odio las peleas, no me gusta golpear a nadie y esperaba nunca hacerlo en mi vida, sin embargo, las circunstancias cambiaron, ahora es complicado explicar, aunque pronto lo entenderán. En fin, ya dije suficiente de mí, mejor sigamos con la historia.

Todo iba de maravilla en mi tranquila vida, tenía las mejores calificaciones de mi grupo, ya le había declarado mi amor a un chico que me gustaba desde que estaba en la preparatoria, su nombre es Will y a pesar de que me rechazo comenzamos a ser muy buenos amigos.

En unos meses por fin me graduaría y anticipándome al gran evento compre mi vestido, ¡por dios! Era tan hermoso, entallado y de un precioso color azul con destellos plateados, me habría encantado usarlo.

A pesar de que no todo era perfecto, era agradable, hasta que llego ese día.

Llegue a mi casa de un día normal de estudio, lo primero que hice fue acostarme en el sofá y como de costumbre prendí el televisor para ver si había un buen programa, sin embargo, en todos los canales lo único que estaban pasando eran el canal presidencial dando las peores noticias que cualquier nación podría escuchar, la guerra entre nuestro país Gladius y el país vecino Phalera había comenzado.

Aunque al principio no le tome importancia, puesto que, en varias ocasiones hubo amenazas sobre el inicio de una posible guerra, creí que esto se solucionaría como las anteriores ocasiones, pero estaba completamente equivocada.

Si tan solo hubiera sabido antes que estos meses serían los últimos normales de mi vida, me habría gustado disfrutarlos con mi familia.

Al principio no era muy grande el conflicto, en las noticias solo decían que las peleas eran en unas pequeñas secciones de Phalera, así se mantuvieron por mucho tiempo, eran muy raras las ocasiones en la que nos enterábamos de esos pequeños conflictos. Hasta esos momentos el país más fuerte seguía siendo el de nosotros ya que ganábamos batalla tras batalla.

Los centuriónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora