Cuando la presentación termino la mujer que estaba a cargo de nosotras nos llamó con ella.
- Muy bien, espero que hallan escuchado fuerte y claro, a continuación, pasaran al comedor- dijo ella-. Después de eso volverán y les daré las últimas instrucciones del día. Eso es todo.
Nos guio al comedor y al llegar me di cuenta de que era una de las estructuras más grandes que se podían apreciar, por dentro se veían más grande, aunque mientras más personas entraban se empezaba a hacer más chico.
Decidí sentarme con junto a las mujeres que conformaban el escuadrón, esperaba hacer algunas amigas o al menos compañeras con las cuales me pudiera apoyar un poco, sin embargo, siempre fui muy mala relacionándome con las personas, por esa razón es que tuve muy pocos amigos en la escuela. Durante todas mis etapas escolares tenía miedo de hablarle a los demás, así que esperaba que alguien más iniciara la conversación primero, de no ser porque ellos eran quienes tomaban la iniciativa de comenzar una conversación estoy muy segura de que jamás habría tenido amigos. Por esa razón sentí alivio cuando una de las chicas tomo la iniciativa y comenzamos a hablarnos.
- Me llamo Alicia - dijo ella -. Espero que nos podamos llevar bien a partir de ahora y trabajemos juntas.
- Soy Dayana y espero que cuiden mi espalda -contesto otra de las mujeres que se encuentran con nosotras.
Su tono de voz era algo burlón, aunque era agradable escucharla. Era de estatura promedio, cabello muy largo y oscuro, de tez blanca y tenía un lunar cerca del labio que resaltaba bastante.
- Bueno yo soy Sara y espero que sea ameno el trato -dijo otra de las que estaban sentadas con nosotras, su cabello era corto y negro, y de una estatura considerable.
Que puedo decir de todas las que estaban ahí, son muy hermosas sin dudarlo, pero en aquel entonces me preguntaba si eran fuertes, porque eso me sería de mucha ayuda.
- Dime tu nombre -me dijo Dayana-. Ya nos hemos presentado nosotras así que te toca.
- Mi nombre es Alisa - conteste tímidamente-. Eso es todo.
- Muy bien - contesto -. ¿y tú?, ¿Cuál es tu nombre?
- Me llamo Olivia y espero que todas nos podamos llevar bien a partir de ahora.
En cuanto me di cuenta la plática fluía con toda normalidad, en ese momento daba la sensación de que nos conocíamos de tiempo atrás. De lo que más hablábamos en ese momento era del lugar en el que nos encontrábamos, todas estábamos sorprendidas de lo enorme que era y también de lo difícil que resultaba llegar ahí, aunque no me sorprendía mucho eso, porque sabía que en toda nuestra nación había cientos de cuarteles militares, pero este era el más grande e importante de todos.
Solo nos enfocamos en ese tema, sin embargo, era obvio que evitábamos conversar de los lugares de donde veníamos y también de nuestra familia, supongo que eso lo hacíamos porque nos pondríamos más tristes de lo que ya nos encontrábamos.
Miraba constantemente a mi alrededor tratando de identificar a todas las personas que alcanzaba a ver e intentaba recordar a la mayoría, aunque sabía que me sería imposible. Para mí es más fácil identificarlas recordando un solo detalle de ellos, pero este tiene que ser algo que los diferencie del resto, como Dayana que tiene su lunar cerca de su labio; Alicia, una cicatriz apenas visible detrás de su oreja izquierda; Sara, pestañas muy largas y rizadas; Olivia, hoyuelos en sus mejillas. Así puedo recordar con más facilidad a todas las personas con las que interactuó.
Un hombre me llamo la atención, estaba un poco alejada de él, pero el pequeño espacio que había de persona en personas era lo suficiente mente grande para poder verlo cara a cara, era muy atractivo, de cabello castaño y ondulado, ojos negros y grandes, parecía muy alto y sus hombros eran muy anchos, sin embargo, su rasgo más distintivo era una cicatriz en el mentón tan grande como dos dedos de mi mano. Tal vez tenía una historia muy interesante que contar de cómo se la hizo. Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando el me volteo a ver directo a los ojos, así que desvié la mirada de inmediato y no me atreví a verlo de nuevo e intente fingir que nada paso, pero me era difícil porque sentí que me seguía viendo.
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Los centurión
Acción¿Qué es la paz? Son solo recuerdos vacíos, llenos de felicidad, pero también mucho dolor. ¿Qué son los amigos? Son una fortaleza, pero también un punto débil que pueden arrebatarte sin piedad. ¿Qué es la familia?Aquellos por los que estas dispuesto...