Tan sólo queda un cuarto de hora para empezar la carrera cuando J.D. se acerca a Héctor y le dice algo al oído. Enseguida éste empieza a despejar el lugar y todos comienzan a marcharse.
- Vámonos, pequeña- me dice. Lo miro dispuesta preguntarle el porqué de tener que irnos cuando veo que en la pared de enfrente se reflejan unas luces azules y rojas. Se trata de la policía. Me acerco rápidamente a la moto seguida de J.D. y ambos nos montamos y nos colocamos el casco. Arrancó rápidamente la moto y salgo de ahí disparada. Lo último que quiero esta noche es quedar detenida. Tras varias manzanas decido parar en un callejón, algo no me huele bien. Nos bajamos de la moto y nos quitamos el casco. No pasa mucho hasta que Natacha, con su moto roja, aparece en el callejón.
-Maldita sea ¿qué diablos quieres?- le pregunto. Veo como J.D. frunce el ceño.
-¿De qué os conocéis?- dice J.D.
- La idiota de tu ex se ha dedicado esta mañana a decir miles de tonterías- le digo antes de que Natacha diga nada. Veo como ésta me mira enfurecida y comienza a insultarme, lo que no me importa una mierda, hasta que dice algo que hace que mi control se esfume y termino golpeandola en la barriga, haciendo que caiga al suelo tosiendo. J.D. reacciona tarde para el primer golpe pero rápidamente me agarra de la cintura y me separa de ella para evitar que siga pegándole.
-Maldita sea, Jeannette- me dice. Paro cuando me giro para verle el rostro, éste está muy enfadado- monta en la moto- me ordena.
No tengo ganas de seguir peleando por lo que obedezco. Cuando me monto veo cómo J.D. la ayuda a levantarse del suelo. Luego se acerca a mí mientras oigo las voces de Natacha llamándolo y pidiéndole que vuelva con ella. J.D. me hace sentarme detrás y él monta delante.
-Agárrate a mí- me dice. Yo hago lo que me dice y enseguida noto sus duros abdominales bajo la fina tela de la camiseta que lleva, lo que provoca que me acalore y probablemente me ruborice. Llegamos rápidamente a casa y enseguida comienza la pelea.
-No debiste golpearla, maldita sea- grita él.
-¿Ahora la defiendes?- le digo yo a él- ella puede decirme lo que le de la gana y yo no puedo hacer nada ¿verdad?
-No la defiendo Jeannette pero no debiste golpearla, no sabes de lo que es capaz esa loca- me dice, enseguida me hecho a reír. Ni que me fuera a matar. Después de todo por lo que he pasado, pocas cosas pueden hacerme más daño.
La pelea se torna más acalorada y terminó cogiendo las llaves de la moto y salgo de casa. Doy varias vueltas hasta que encuentro un parque. Aparco la moto cerca de unos columpios y me siento en uno de ellos a fumarme un cigarro. El recuerdo de Tony me asalta la mente y hace que todo mi cuerpo se estremezca.
-Tranquila cariño, ese golpe se cura, será el último...
Una lágrima me recorre la mejilla pero rápidamente la seco. Él es el pasado. En el pasado no se vive. Ahora el recuerdo que me ataca es del día que me tiró escaleras abajo después de darme una paliza. Gracias a dios que el marido de una de las vecinas me sacó de ese infierno esa misma noche para llevarme al hospital.
Decido despejar la mente de esos recuerdos y sin darme cuenta J.D. termina en mi mente. Sus besos, sus caricias, su piercing... Ese chico verdaderamente hace que me derrita. No sería mala idea dejarme llevar por una vez por mi corazón cómo Abi me aconsejó. De repente una gota cae sobre mi mejilla y antes de darme cuenta una tromba de agua cae sobre mí. Corro hacia la moto y la arranco rápidamente. Es entonces cuando me percato de que ni traje el casco, pero no me importa sólo me importa llegar a casa antes de enfermar por culpa del agua fría. No tardo en llegar a la casa y llamo a la puerta. Escucho unos pasos que se acercan a la puerta y rápidamente abre la puerta. Se trata de J.D. aunque no se puede tratar de nadie más ya que sólo estamos nosotros dos. Nosotros dos... Cuando él aparece enfrente de mí, está sin blusa. No puedo aguantar las ganas y termino mirando, más bien recorriendo con la mirada su torso desnudo. Todo definido y voluminoso, como si de un dios griego se tratara. Noto cómo mi corazón comienza a desbocarse y a acelerarse. A pesar de estar chorreando noto como mi cuerpo se calienta rápidamente y creo que mi cuerpo no va a responderme aunque a quien quiero mentir, no quiero controlarme. Me acerco a él ligeramente y me pongo de puntillas hasta alcanzar, un poco dificultosamente, sus labios. Lo beso. Lo beso con pasión y, a pesar de la gran pelea que hemos tenido hace cómo una hora, él me responde salvajemente.
-¿Qué es lo que quieres, pequeña?- me dice cuando se separa de mí. Yo frunzo el ceño, no sé a qué se refiere- quieres que me mantenga a distancia pero sin embargo no estás segura de eso. tus ojos te delatan- tienes razón. No estoy segura de que quiera esa distancia, este último mes he sido mi propia testigo. Él lo ha respetado y yo he estado a punto, en varias ocaciones, de incumplir esa norma que yo misma impuse- te cabreas porque te bese, pero respondes gustosa a mis besos...
Me rodea y cierra la puerta. Noto como está detrás mía y eso me pone nerviosa. Noto cómo me agarra del brazo y como tira de mí hasta que mi espalda da contra su pecho, provocando que su erección roce mi trasero dejándome aturdida.
-No puedo aguantarme, Jeannette- su boca está justo al lado de mi cuello y sus aliento provoca sacudidas maravillosas en mi cuerpo, a eso hay que añadirle la voz roca y sensual que él posee- no puedo hacerlo, eres la hermana de mi mejor amigo y una amiga, pero créeme cuando te digo que no puedo aguantarme las ganas de hacerte mía-¿Hacerte mía? ¿Acaba de decir que no puede aguantarse las ganas de hacerme suya? Me giro en sus brazos justo para ver como su mirada pasa de ser pasional a simplemente cariñosa en cuestión de segundos- pequeña vete, mejor vete, no quiero que hagas esto, sé que no quieres...
-Sí... quiero- y respondo antes de darme cuenta de lo que digo.----------------------------------------------------
Ahí tenéis el maratón prometido, he decidido ser un poco mala y dejaros con la intriga de que pasará, espero muchos comentarios y votos ehh y chic@s, ¡¡a ser mal@s!! Os quieroo!
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Mi asfalto, tu cuerpo.
RomanceEl pasado me atormenta. No todas las heridas han sanado, y las que lo han hecho, amenazan con volver ha abrirse. Le tengo miedo al mundo aunque encierre el miedo bajo muros y muros. Ahora aparece él, arrogante, creído, posesivo y muy, pero que muy c...