Capítulo 35 (EXTRA)

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Horas después...

-Jeannette- oigo que J.D. me llama y levanto la mirada de los moratones de mis brazos, causas del forcejeo. Miro al chico que me tiene enamorada y recuerdo cada una de las palabras que, a pesar de estar medio adormilada por culpa de la anestesia, oí hace como dos horas- es hora de decirte algo importante pero necesito que estés tranquila ¿vale?- me dice. Me asusto pero respiro hondo, la enfermera me ha dejado claro que no es para nada favorable que mis pulsaciones se aceleren porque la herida podría sangrar de nuevo. Asiento débilmente y espero a que J.D. hable- recuerdas la noche que...- oigo como suspira y cierra fuertemente los ojos- la noche que te pusiste ese conjunto sexy...- asiento mientras noto que una sonrisa se instala en mi rostro- pues no usé condón y estás... estás embarazada- me dice. La sonrisa que antes estaba en mi rostro se volatiliza mientras frunzo el ceño. Inconscientemente mi mano izquierda vuela a mi vientre aoenas tapado por la bata del hospital y las vendas que cubren y taponan mi herida. Noto como las lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas- dios mío pequeña no llores por favor sé que no es el momento de tener un bebé pero...- lo callo mientras niego con la cabeza y comienzo a reír.
-Quiero a este bebé- digo entre risas y lágrimas- sé que es temprano para ambos pero... Ahora que sé que algo dentro de mí está creciendo, es como si hubiese vivido toda mi vida para él, para tenerle y si tú no quieres...
-Lo quiero, lo quiero a él o a ella y a tí... Es lo que ahora más deseo- me dice mientras posa su mano encima de la mía y comienza a reír también. Siento como mi pecho se encoge y siento como la felicidad me inunda por completo. Siento como por fin me siento completada. Tengo al hombre que amo y un bebé que apenas comienza a crecer en mi vientre apuñalado y plano.
Escucho como llaman a la puerta y se abre antes incluso de que le digamos que pase. Mi hermano entra visiblemente agotado y jadeante.
-Jeannette- me dice en un jadeo. Comienzo a reír de nuevo mientras veo a mi hermano y Abi entrar a la habitación deseando estar cerca de nuevo.
-Abi, vamos tú y yo afuera, nada más puede haber uno- escucho como J.D. le dice a mi cuñada. Ella me vuelve a mirar a los ojos y tras ver que me encuentro bien se marcha con J.D.
-Dios mío dime que estás bien...- me dice Alex. Sonrío cargada de alegría y asiento mientras intento acomodarme. Finalmente dejo de intentarlo porque los dolores son inaguantables. Veo como Alex se acerca al sillón y se sienta mientras que toma mis manos con las suyas.
-Me vas a hacer tío- me dice. Yo no puedo reprimir una breve carcajada y asiento- Abi quiere ser mamá ahora que tú lo vas a ser pero le he dicho que mejor esperamos a cuidar del tuyo, entre los cuatro lo cuidaremos será... será increíble- noto como tu tono de voz comienza a temblar y aprieto sus manos para que se tranquilize- no paras de darme susto pequeña tonta, primero desapareces, luego no paras de accidentarte y ahora esto, será mejor que el tener un bebé te achanque las ganas de causar problemas- me dice fingiendo enfado y casi con una sonrisa a punto de salir.

-Menos mal que sales, que yo aún no he entrado- escucho la dulce voz de Abi con cierto tono de enfado y no puedo evitar reír. Veo como entra con una gran sonrisa en su rostro y se sienta en el sillón, pero pronto su gran sonrisa desaparece dándo lugar a lágrimas- no nos... asustes más... creí... creí que no saldrías de esta...- dice entre sollozo. Agarro sus manos y la intento tranquilizar. Está demasiado nerviosa.
-Dice Alex que quieres tener un bebé- le digo para intentar que se alegre o al menos deje de llorar.
-Sí, quiero tenerlo pero primero pienso consentir al tuyo- me dice entre risas.
Pasamos un buen rato charlando y me cuenta lo angustiado que estaba J.D. y los demás por mí. Yo termino contándole lo que su hermano me dijo mientras me creía dormida y ella termina dando saltos en el sillón alegre de nuevo.

Días despúes me avisan que estoy respondiendo muy bien al tratamiento y que mi bebé también lo que termina alegrándome a mí y a todos. J.D. sonríe más que nunca, está como cambiado. Sus ojos brillan cada vez que posa su mano sobre mi vientre plano y no para de aclararme a cada segundo lo feliz que está de haberme conocido y de que todo haya pasado así aunque hubiese cambiado lo que ocurrió con Toni que ahora está terminando de recuperar la apuñalada que le dí en el muslo para ser trasladado a una prisión.

Mi vida ahora no podría estar siendo mejor y es que este bebé lo está cambiando todo. Tania y Héctor no paran de regalarme juguetes para el niño y Abi y Alex ya han comprado una cuna y ropita y eso que aún estoy ingresada y apenas estoy embarazada de tres meses y medio. Alex me ha informado que mi padre está siendo rehabilitado y no a tomao una gota de alcochol en meses y que no para de llamar pidiendo perdón, considera la opción de que algún día pueda comenzar de nuevo a nuestro lado a pesar de todo lo ocurrido con él.
J.D. me tiene informada de que hay reformas en casa y es que Alex, Abi, Tania, Héctor e incluso Kike y a veces Joe el chico de la paramédico que me salvó la vida, están arreglando la habitación para el próximo bebé. Y yo lo únio que quiero es salir de aquí. La comida es insípida y apenas llena mi estómago, quiero volver a casa, a mi cómoda cama al lado de J.D., a tomar pizzas y lasañas. Olvidarme de que esto alguna vez a pasado para poder hacer mi vida de nuevo junto al hombre que amo y a mi nueva familia. Poder ver crecer mi vientre y volver a hacer el amor con mi novio.

Mi asfalto, tu cuerpo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora