Me despierto temprano y noto como algo pesado en mi cintura. Parpadeo varias veces hasta que mis ojos se acostumbran a la tenue claridad de la habitación y es entonces cuando me percato de que es la habitación de J.D. A mi cabeza vienen los recuerdo de la noche anterior, recuerdos que creí eran un sueño. Me giro lentamente hasta que mi campo de visión queda ocupado por el rostro y parte del pecho desnudo de J.D. Luce tranquilo, sereno, como si realmente dentro de él aún hubiese el espíritu de un joven que solo quiere protegerse del exterior. Aguanto las tremendas ganas que tengo de pasar mi mano por su mejilla, por sentir bajo las yemas de mis dedos la barba de un par de días, aguanto la terrible tentación que sería abrazarlo y decirle que todo estaría bien, que su pasado no lo atormentaría más, pero ahora mismo sé que no está en mí hacerlo. Pronto sus ojos se abren y parpadea varias veces hasta que logra centrar su ardiente mirada en mí. Necesito separarme de él ahora mismo porque ya conosco esa mirada y de reojo estoy viendo una bienvenida erección mañanera, pero no es el lugar, Abi y mi hermano apenas están a unos metros de nosotros y no quiero formar un espectáculo. Me levanto de la cama y comienzo a vestirme bajo la atenta mirada de mi novio. Mmm que bien suena esta vez, no como con Tony. Cuando estoy completamente vestida me acerco a él que aún sigue en la cama y le doy un tierno beso para irme a mi cuarto.
La música suena alta, Daddy Yankee; Hoy me porto mal. Abi no para de bailar y reir sobre la cama ante la noticia que le he dado. Sé que no debería haberlo hecho porque ni siquiera sé que pasará con nosotros pero no logro ocultarle nada a Abi, es como una hermana para mí.
Cuando logro calmarla y hacerle jurar varias veces que mi hermano no sabrá nada comenzamos a vestirnos. Esta noche comienza las primeras carreras de una competición que Héctor y J.D. organizan a veces y nosotras no nos las queremos perder. En esta competición sólo hay dos ganadores, un chico y una chica, los chicos corren con coches mientras que las chicas corren en motos. En cada carrera ganada, el ganador gana una suma de dinero equivalente a dos mil euros y si es el ganador de la competición, el premio asciende equivalente al dinero de patrocinadores y apuestas, la última tuvo un premio que rozó los ocho mil euros, más el dinero ganado en las otras carreras.
Abi sale de su vestidor con dos conjutos, en su derecha un conjunto compuesto por un top corto en forma de lazo blanco que deja al descubierto mi cintura y unos pantalones cortos de color verde agua, es precioso. A su izquierda, un top azul marino con escote de corazón y unos pantalones pitilloscon apertura en forma de corsét a ambos lados. Ambos son preciosos aunque siempre me he sentido mas comoda con chándals y vaqueros.
Ella me ofrece el conjunto la derecha y ella se queda con el otro. Lo dejamos sobre la cama y nos dedicamos a peinarnos. A ella le cojo un lazo con su propio pelo y dejando el resto suelto y rizado. Mi peinado es más complicado a pesar de que en un principio le dije que no quería nada complicado, ella me a cojido dos trenzas justo en el nacimiento del pelo y terminan formando una sola que cae a mi derecha llegando casi al final de mi pecho.
Ahora toca pintarse. Cojo mi estuche de maquillaje y le aplico a Abi un maquillaje natural que resalte sus ojos pero sin cargar, delineado, rímel y pintalabios rojo. Yo, sin embargo, tomo la sombra negra y la aplico sobre mis párpados simulando el efecto ahumado, delineo mis párpados inferiores, rímel y brillo natural e los labios. Me miro al espejo por última vez y el resultado me gusta por lo que procedemos a vestirnos.Los tacones resuenan en el parquét del suelo a cada paso que damos. Escucho risas de mi hermano y J.D. y música de fondo. Abi, que está delante de mí, comienza a bajar las escaleras mientras yo le sigo a pocos pasos. No es hasta que voy por el octavo o noveno escalón cuando puedo ver el rostro de J.D. que no me quita la vista de encima. El viste unos vaqueros despintados y una camiseta negra que deja muy poco a la imaginación, ya que se ciñe a todos sus músculos. Alex viste unos vaqueros oscuros y una blusa color crema que resalta notablemente su tonalidad de piel y se ciñe a sus músculos haciéndonos temer a Abi y a mí por las tías que nos encontraremos por ahí y que de seguro intentarán algo con nuestros hombres.
Nos dirigimos a nuestros vehículos. Abi monta en el coche de Alex, J.D. en su coche, Alex en la moto de Abi y yo en la que J.D. me regaló.
No tardamos mucho en llegar al punto de encuentro. El lugar ya está lleno, la música alta y el alcohol rodándo. Veo a varias chicas bailando sobre muros altos apenas sin ropa. Es un insulto a las chicas que tenemos algo de dignidad ya que ellas las han perdido completamente. Sigo de cerca a J.D. mientras que Abi y Alex han ido a dar una vuelta por los alrededores. No tardamos mucho en encontrarnos con Héctor que nos avisa de que queda poco para que la primera carrera de la noche comienze. En esta carrera participa J.D. y en la que le sigue es en la que yo corro con la moto. Veo como J.D. escribe algo en su móvil y minutos después le dice a Héctor que Alex viene en camino. Mientras que el aludido llega con Abi, J.D. me invita a una copa no muy cargada para entrar en calor pero sin llegar a perder reflejos a la hora de correr.
Abi y Alex llegan cuando tan sólo nos queda un par de tragos en los vasos por lo que nos lo bebemos de uno sólo. Abi, Alex y yo nos adelantamos para quedar cerca de la meta y recibir allí a J.D. mientras que este se acerca al coche para dirigirse a la salida.
La carrera termina bien, sin ningún accidente grave y con J.D. como ganador.
Ahora me toca correr a mí.
-Si ganas, tendrás otro premio a parte del dinero, pequeña- me dice J.D. al oído mientras que Alex y Abi se acercan a nosotros con mi moto. Le sonrío dévilmente y me monto en la moto para irme hacia la línea de salida. Miro a ambos lados y enumero el numero de participantes que hay, doce. Doce chicas preparadas para correr. Héctor enumera a través de un megáfono las normas de la carrera una a una mientras que nosotras nos preparamos para la carrera. No tarda mucho en dar la cuenta atrás y hacer sonar la bocina de salida. Acelero y vuelo por el asfalto. Sé que no es exactamente como me gusta, a mí me gusta correr en coches pero en motos también es alucinante. Le doy gas a la moto y tomo la primera curva a la derecha colocádome primera. La carrera no es mucho más, dos giros a la izquierda, otro a la derecha y una recta de cincunta metros hasta la línea de meta. Y he sido la primera en cruzarla. Bajo de la moto feliz, aún con la adrenalina corriendo por mis venas y abrazo directamente a Abi, seguido por Alex y por último a J.D.Tomo otro trago a mi Ron con Coca-Cola y escucho como Abi me habla sin parar. Giro un poco mi rostro en el momento en que alguien toca mi hombro, es J.D.
-Preciosas, Alex y yo vamos a comprar provisiones- nos dice- no tardaremos pero si necesitais algo llamadnos- ambas asentimos con la cabeza y ellos se marchan. La música se escucha alta a pensarse que estamos en un recinto ferial donde los jóvenes acostumbramos a quedar para beber. Tras las carreras Héctor y su chica nos han propuesto venir beber y celebrar los premios y hemos aceptado encantados. Tania está con nosotras y Héctor a ido a comprar marihuana así que los chicos han cometido el grave error de dejarnos con las bebidas.
No pasa mucho hasta que Abi dice que necesita ir a algún baño y decidimos que Tania vaya con ella y yo me quedaría para evitar que nos robasen las bebidas. De pronto el móvil comienza a sonar en mi bolsillo trasero y lo tomo para ver que es J.D. quién me llama.
-Jeannette ¿donde estás?- me pregunta con un tono bastante preocupado.
-Donde nos has dejado ¿por q...- una risa me congela el cuerpo. Es la risa de mis pesadillas. Me doy media vuelta y ahí lo veo. Sonriente y con esa chispa de maldad en su mirada. Escucho débilmente como J.D. me llama a gritos por el móvil pero soy incapaz de decir nada.
-Valla belleza que me he encontrado por aquí- dice Toni mientras que su maldad es notable en su voz. Mi cuerpo comienza a temblar y comienzo a retroceder mientras que él se acera a mí a grandes pasos. Es entonces cuando choco contra el.muro donde minutos antes estábamos apoyadas para beber y charlar- que solita estás, ese idiota de J.D. no debería dejarte tan sola...- me dice. Veo como sonríe y no me da tiempo a nada, en cuestión de segundos su boca está sobre mi cuello y sus manos en mi cintura mientras que me susurra al oído que lo vamos a pasar bien, como en los viejos tiempos. Entonces reacciono. Pongo mi mano derecha sobre el muro y la tanteo en busca de la botella de Ron de la que estábamos bebiendo, para mi suerte no tardo en dar con ella. La tomo entre mis manos a a vez que mi rodilla izquierda impacta fuertemente en su ingle, no lo pienso dos veces y estallo la botella en su cabeza haciendo que caiga de rodillas al suelo. Veo como la sangre comienza a bañar su rostro y entonces mis piernas fallan, haciéndome quedar de rodillas frente a él, temblando como nunca y sin obtener respuesta de mi cuerpo para ser capaz de levantarme. Veo con pánico como Toni me dirige una mirada furiosa y llena de ira prometiendo en silencio una dura y dolorosa venganza. Noto como las lágrimas caen por mis mejillas sin control y es entonces cuando unos brazos me levantan del suelo. Levanto temerosa la mirada y veo que se trata de un preocupado J.D. Es entonces cuando mi cuerpo reacciona, haciendo que lo abrazar con fuerza mientras mis sollozos me hacen hipar y temblar aún más a pesar de saber que entre los brazos de J.D. nada podrá dañarme.
-Lleváoslo de aquí, no quiero volver a verlo cerca de ella en su puta vida...---------------------------------------------------------------
No os podéis quejar ehhh que son casi 1.850 palabras para pedir perdón por el retraso, espero que os guste y me lo hagáis saber por medio de votos y comentarios, un besooooo
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Mi asfalto, tu cuerpo.
RomanceEl pasado me atormenta. No todas las heridas han sanado, y las que lo han hecho, amenazan con volver ha abrirse. Le tengo miedo al mundo aunque encierre el miedo bajo muros y muros. Ahora aparece él, arrogante, creído, posesivo y muy, pero que muy c...