Narra Jeannette
Miro a mi pequeño y la sonrisa es imposible de ocultar. Ya tiene dos meses y parece que fue ayer cuando los dolores comenzaron en medio de la madrugada cuando todos dormíamos. Fue todo un tremendo escándalo, la única que pudo contener la calma fue Abi, y lo agradezco porque gracias a eso pudimos llegar al hospital. Aunque tras llegar a la salade paritorio la escuché chillar y entendí que tan solo retuvo los nervios.
Sonrío aún más al recordar esa noche.
Y ahora está aquí. Mi pequeño Christian. Tan curioso y jugueton pero a la vez tranquilo.
-Dame ya al pequeño- me dice Alex mientras me hace un puchero. Comienzo a reir y es que desde la llegada de mi pequeño Christian el corazón de todos parece haberse ablandado. Le doy cuidadosamente al pequeño a mi hermano y enseguida éste comienza a hacerle carantoñas. Niego con la cabeza sonriente mientras subo las escaleras para darme una ducha. Recorro el pasillo hasta mi habitación y la d J.D. y tomo un chándal y ropa interior. Me dirijo a la ducha y trato de relajarme todo lo posible. Pienso en J.D. No lo he visto en todo el día y es extraño porque normalmente siempre está cerca de nosotros dos. Seguro que estará haciendo algo importante. Temino con mi ducha y salgo de ella para secarme y vestirme.
Abro la puerta del baño y veo que en el cuarto está Abi que sonríe mientras mira un vestido que hay sobre la cama. Miro detenidamente el vestido, es de encaje y blanco y el corte de la falda deve de llegar a la mitad del muslo. Tiene un escote en forma de u y un lazo en la espalda, es precioso.
-¿Tienes cita con mi hermano- le pregunto mientras ella se da la vuelta para mirarme. Me acerco a ella y le doy un beso en la mejilla. Es entonces cuando veo.unos zapatos de tacón blancos también.
-No, la cita la tienes tú con mi hermano...- me dice. Entonces abro los ojos claramente sorprendida.Bajo las escaleras mientras mis nervios me comen por completo. Abi me ha maquillado y ha arreglado mi pelo con una simple trenza de cascada y rizandolo. El maquillaje que llevo es bastante simple; polvos de base, delineado en los ojos, rímel y brillo rosado. Cuando me miré en el espejo no podía creer que por fin pudiese tener una cita formal con J.D.
Termino de bajar las escaleras cuando siento a mi hermano abrazarme fuertemente y decirme al oído que estoy completamente maravillosa. Le devuelvo el abrazo y sonrío feliz. Me separo de mi hermano y es entonces cuando veo a J.D. Está increíble. Lleva un traje negro puesto que se ciñe provocadoramente a su musculoso cuerpo. Él me mira con esa típica sonrisa pícara en el rostro mientras mantiene en sus brazos a Christian que duerme plácidamente.
-Estás preciosa, pequeña...- me dice. No puedo evitar sonreir como una adolescente. Veo como Abi toma al pequeño entre sus manos bajo la atente mirada de su sobreprotector padre para que al fin podamos salir de la casa.Aparca el coche frente a un lujoso restaurante y sonríe. Veo como baja del coche y se aligera para abrirme la puerta para que yo salga. Bajo lentamente, asegurandome de no trastabillear debido a los tacones. Noto una mano agarrando firmemente la mía y tomandome de la cintura. Levanto la vista y sonrío a mi chico.
-Tengo reserva, ¿qué te parece si entramos?- me dice. Yo simplemente asiento alegre.
El restaurante es simplemente maravilloso. El encargado nos lleva a una mesa alejada del resto y tomamos asiento.
La cena simplemente es genial, la comida estaba riquísima y durante toda la noche J.D. a estado increíble. Las conversaciones eran fluídas y alegres, sobre lo que hemos vivido y sobre nuestro pequeño. Tras la cena volvemos al coche peo no volvemos a casa. En vez de eso, J.D. me lleva a una playa. Una playa que está completamente desierta y alejada de edificios y casas. Me quito los tacones para poder sentir la tierra en mis pies a la vez que veo que J.D. coje una esterilla grande del maletero, e ese momento.sé que tenía planeado traerme aquí. Andamos mientras seguimos hablando y riendo cad vez que J.D. comenta algo gracioso. -¿Te parece si nos sentamos aquí?- me dice. Yo asiento mientras veo que J.D. extiende en el suelo la esterilla y me ayuda a sentarme. Cuando lo hago veo que él no lo hace, sólo mira al mar mientras la luz de la luna se refleja en sus ojos. Quisiera poder hecharle una foto y tener este recuerdo para siempre. Tras unos segundos más, J.D. se acuclilla a mi lado y veo que saca algo del bolsillo. No... No me lo puedo creer... Veo como abre la cajita que ha sacado del bolsillo y veo una anillo, un anillo simple con un pequeño diamante, nada pomposo ni cargado, como me conoce... Siento las lágrimas caer por mi rostro y lo miro a los ojos, unos ojos oscuros que ahora me analizan.
-Tengo miedo de dar este paso, pequeña... Tengo miedo por lo que me pasó la otra vez pero...- noto como le cuesta y lo entiendo, Diana era su prometida, también yo tendría ese miedo, quizás más- pero quiero pasar el resto de mi vida contigo y no separarme jamás, ahora tenemos un niño tranquilo y juguetón en casa desesperando a nuestros hermanos y tenemos toda la noche para nosotros, pero yo no quiero solo esta noche, quiero todas las noches a tu lado, ya sea enfadados, sin dormir por su llanto o haciendo el amor, pero quiero pasar a tu lado todo lo que me quede de vida, envejecer a tu lado... Yo...- no le dejo seguir. Ya estaba comenzando a liarse con la palabras y yo no necesito que me intente de convencer de nada, yo también quiero pasar el resto de mi vida a su lado así que lo beso. Lo beso como si no hubiese mañana, lo beso con ansiedad y necesidad, con la necesidad que siempre tengo de él y él, mi prometido, me corresponde. Me corresponde con otro beso igual de necesitado. Nos separamos cuado noto que me falta el aire y entonces J.D. aprovecha para ponerme el anillo. Sonrío y vuelvo a besarle- te amo pequeña, te amo como a nadie en mi vida... No me quedaba otra que amarte...-----------------------------------------------------------------
Buenos mis amores, ya aquí terminó completamente Mi asfalto, tu cuerpo... Lo sé a mí también se me ha hecho corto... (lloro) pues mis amores, solo no matadme ¿vale? Que yo os amooo <3 nos vemos pronto y me alegro de corazónde haberos conocido y de poder haber contado con vosotras a lo largo de este tiempo y espero que las nuevas lectoras me sigan votando y comentando, os amooo!!!!
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Mi asfalto, tu cuerpo.
RomanceEl pasado me atormenta. No todas las heridas han sanado, y las que lo han hecho, amenazan con volver ha abrirse. Le tengo miedo al mundo aunque encierre el miedo bajo muros y muros. Ahora aparece él, arrogante, creído, posesivo y muy, pero que muy c...