CAPITULO UNO

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𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐄𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐀𝐃𝐎 𝐘 𝐄𝐋 𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐎



Pradinem, siglo XXIX


Era una magnífica época. El comercio era excelente. Las hadas tenían ya árboles de polvillo en todos los reinos, y una siempre era la encargada de dirigir la producción y venta en cada sede; el hada Nyx en Oz, Josyn en Corona, Cora en Las Maravillas, Campanita en Nunca Jamás, Fae en Camelot, y Claryon en los pequeños reinos agrupados en un gran territorio de La Nulla Magica Terra, o como las hadas la llamaban, Tierra Firme. La colección de cosas perdidas de las sirenas era el anhelo de toda doncella... y de todo pirata. Las invenciones de los elfos marcaban tendencia, la pluma de tinta multicolor era el número uno en ventas y estaba en oferta, ¡a solo dos esmeraldas!

Vivir en el Gran Reino era un privilegio que no cualquier criatura podía tener. El pueblo se separaba en villas y aldeas, y todas ellas conformaban la Ciudad Dorada.

Una maravillosa época. Pero entonces ¿qué sucedió?

Todo comenzó con un sentimiento, un deseo del corazón que luego fue cargado de obsesión.

La Reina Sage, quien poseía magia de luz y oscuridad en completo balance, comenzó a sentir la soledad cuando paseaba por los jardines del Gran Palacio sin compañía y cuando comía sola en las mañanas, tardes o noches. Sus incontables años de vida tomaron peso en su mente y corazón. Entonces, ella pidió un deseo al Árbol de los Deseos: «Quiero sentirme amada»

Su deseo se cumplió, aunque no fue como ella esperaba. Una pequeña criatura de especie inofensiva (humana) fue encontrada por la Reina en el bosque de Sherwood. Era un niño al que llamó Robin. A pesar de no tener nada que lo relacionara con él, hizo que fuera tratado como un príncipe en su reino. Y a pesar de que en apariencia no eran nada parecidos, Robin era su hijo.

Sin embargo, el amor que Sage recibía de su hijo no le parecía suficiente. La Reina quería otro tipo de amor. Entonces pidió un deseo al Árbol de los Deseos. Estaba dispuesta a dejar su poder por el amor. Pero de nuevo la frase «cuidado con lo que deseas» demostró que no existía sin una razón. El Cetro de la Realeza, aquel que podía someter a todos los reinos... desapareció. No había rastros, no había pistas. La Reina se enfureció y la gloria se acabó. Los portales se cerraron. los que habían quedado dentro tuvieron que adaptarse a la nueva vida. Y los que habían quedado fuera no volvieron a poner un pie en aquel reino, sirenas, hadas, incluso el príncipe Robin.

El balance se había roto, ya nadie controlaba la magia. Y tres siglos después la Reina de los Reyes y su Gran Reino fueron considerados un mito. Su historia no era más que un cuento que se le contaba a los niños para dormir. Sage consideró todo aquello como una maldición llamándola la Era Oscura.

Aunque las maldiciones a veces surgen para enseñar algo a quien piensa o hace algo incorrecto y no quiere entenderlo... tal y como le sucedió a Peter Pan.








Nunca Jamás, siglo XXIX

Existía una isla muy bien escondida entre el cielo y los sueños de los niños, de uno en particular. Peter era su nombre. No tenía apellido porque no tenía padres, Campanita solía decirle que estaba hecho de polvo de hadas pero él sabía que no era así. Peter era de La Nulla Magica Terra, aunque era un humano poco común. 

Campanita, el hada encargada del polvillo de la isla, lo cuidó los años que pudo; volaba cada noche a dormirlo llevándole sueños de Nunca Jamás grabados en mariposas, y cada mañana y tarde para alimentarlo. Así fue hasta que doce años después Campanita tuvo que quedarse para siempre en la isla y evitar recibir visitantes por precaución; sin embargo, ella no lo dejó, lo mantuvo a su lado. Peter aprendió a volar sin alas, a luchar con piratas, a entender los tintineos de las hadas; pero lo más importante, Peter se convirtió en el protector y por tanto dueño de Nunca Jamás.

Maravilloso tiempo. Pero entonces ¿qué sucedió?

Todo comenzó cinco años después con un sentimiento, un deseo del corazón que luego fue cargado de obsesión.

Peter, quien se hacía llamar Peter Pan, ya viéndose como un apuesto muchacho comenzó a sentirse solitario, no era un indio, no era un hada, no era sirena, era humano. Una idea loca se le cruzó por la cabeza y una vez que la atrapó jamás la soltó. Comenzó a llevarse a los niños que se sentían solos y desdichados, a muchos los salvó de una muerte terrible. 

Ya tenía amigos, pero no era suficiente. 

Una noche voló a Tierra Firme en busca de nuevos compañeros acompañado por su sombra. Se escondió en la casa de la familia Darling, más específicamente en la habitación de los niños. Al entrar a buscarla, Peter quedó cautivado por la belleza de la joven que dormía en una de las camas. Los ojos azules de Wendy le recordaban al mar que rodeaba a su isla, sus labios carnosos y rosados tenían su completa atención, y sus rizos dorados la hacían brillar bajo el sol. Con el tiempo, Peter creyó estar enamorado de ella, deseaba un beso de sus labios que se veían suaves y delicados. Sin embargo, cuando Wendy se negó a cumplir el deseo de Peter Pan, este le robó un beso. 

Wendy no era especial, no poseía magia, pero por causa del atrevimiento del muchacho, ambos fueron maldecidos. La descendencia de la jovencita estaba atada a Peter Pan, una Darling llamada Wendy nacería cada siglo para que al cumplir la misma edad que el dueño de Nunca Jamás aparentaba fuera llevada a la isla, así él podía recibir un beso que le permitiera vivir un siglo más. No podía robarlo, tenía que ganarlo y la única forma que él consideraba posible era enamorando a cada Darling.

Los conflictos de Sage y Peter son parecidos, pero aún más lo es su destino.








Los conflictos de Sage y Peter son parecidos, pero aún más lo es su destino

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¿Qué tal en capítulo?

¿Cómo será el encuentro entre Peter Pan y Sage?

¿Por qué el cabello de Sage se torna blanco?

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