-EdgarCuando entré y vi como estaba todo y Levana agobiada para que todo estuviera perfecto, era imposible no reir, ella queria quedar bien con uno mismo, pero yo ya la conocía suficiente o conozco a su niña interior un poco, su color favorito es el blanco y el morado, ella dice que son colores puros que significa fortaleza, y ambos colores están relacionados con la paz, que curioso, a ella también le gusta mucho el pastel y sobre todo si es de queso, le fascinaba, mi madre de pequeña por su cumpleaños hacía una gran tarta de queso para su cumpleaños, ella se quedaba triste al ver que todo el mundo se comía su tarta favorita y a ella le quedaba un trozo, mi madre hacía dos tartas y se le daba después una a Levana, que ella aceptaba feliz y se la llevaba hasta al colegio. También recuerdo en mi cabeza las tardes que íbamos a la casa de la madre de Levana con sus hermanos, solía jugar más con ellos, que con Levana de por sí, su madre hacia tortitas con chocolate y todos comíamos tortitas sin cesar, ya que se hacía una gran montaña, a veces Carlos y yo peleabamos con quien comía más tortitas, mi récord eran cinco tortitas con chocolate. El olor que desprendía de la cocina me hacía pensar en todos esos buenos momentos, que se fueron disipando a la vez que todos crecemos, los hermanos de Levana se hicieron sus propios amigos ya que eran mayores que nosotros, y ella y yo nos distanciamos tiempo después en el instituto.
—Buenos días —me saludó ella.
—Buenos días Levana, por cierto de aquí ¿que has cocinado tú? —le contesté riendo.
—Las tortitas.
—Lo mejor de la mesa, me acuerdo de las que comíamos de pequeños en casa de tú madre.
—Sirvete toda las que quieras —me contestó
—Podría acabármelas todas.
—Pues acábatelas están para comérselas ¿no?
—Si —le dije echándome en un vaso uno de los zumos coloridos que había encima de la mesa.
Levana se dedicó a beber un zumo de frutas, con un café a la vez que charlaba conmigo, y comerse varios trozos de tarta de queso, y probar las demás, yo comí unas cuantas tortitas con un zumo y un expreso para desayunar, ella me contaba que había terminado su cuadro y lo había mandado a la escuela, y yo le contaba que planes tenía para hacer por ella, juntos charlando podíamos hablar de bastantes cosas, y la comida estaba riquísima, Alma tenía unas muy buenas manos en la cocina y se hizo notar en cada plato que había elaborado, aparte es una chica muy simpática cuando se presentó antes de irse, por no quedarse sujetando las velas durante el desayuno.
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En el fondo, te gusta
RomanceDespués de tanta infancia juntos, se vuelven a encontrar, por un error, ella maldice la biología marina, y el le enseña a amarla. ¿Amar la biología o a el?